domingo, 27 de mayo de 2018

"Robado en las alturas"

Estábamos tocando el cielo, después de una hora de ascensión y rodeados de pequeños y grandes saltos de agua alcanzamos nuestro objetivo de contemplar la explanada de Aguas Tuertas.

Lo que teníamos ante nosotros (y que ya os mostraré) era como ese imaginario paraíso donde nada sobra, donde nada falta. 

Y allí estaba Ella, contemplando a los imponentes buitres que nos acompañaron todo el camino, unas veces pie en tierra y el resto sobrevolando aquellas cumbres majestuosas que de algún modo ponían en ridículo nuestro diminuto tamaño.

Siempre la naturaleza, siempre la belleza.


Esto es todo, besos y abrazos.



Ger.


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