Comienzas una jornada de senderismo matutino en pleno mes de Octubre en un entorno precioso de montaña, las temperaturas frescas de la mañana hacen que tu aliento sea cual una chimenea humeante y el mismo se funde con la ligera bruma del ambiente, propia de esta época del año y más en un entorno húmedo próximo a un río.
El río Arazas caudaloso por las recientes precipitaciones pone la música, y la danza...... la danza la ponen los millones de hojas de colores en todos esos árboles que jalonan el cauce del río para darle ese toque mágico de belleza.
Uno se queda embelesado por estos espectáculos naturales donde pareciera que el tiempo se queda en pausa y del que uno toma consciencia tras disfrutar del momento y del lugar durante un buen rato.
Toca proseguir, más maravillas me esperan durante el resto de la jornada.