Desde hace años, con la salvedad del pasado 2.022 por motivos que todos conocéis, al llegar estas fechas es cuando realizo mi retiro pirenaico en solitario durante unos días. El mismo consiste en caminar por valles, montañas, senderos y hacerlo desde el alba hasta que se ponga el sol; eso y por supuesto fotografiar la belleza de todo aquello que encuentre a mi paso. Y si, lo hago en solitario, ya no solo por ser complicado encontrar pareja para semejante aventura sino también por esa necesidad que muchos tenemos de cuando en cuando, de hallarnos en esa soledad buscada.
Mi madre la pobre se ponía nerviosa cuando llegaban estos días y le comentaba que me iba solo al monte, pero del mismo modo me lo comentan otras personas. Pues bien, lo que sucede es que hay actividades y actividades, básicamente lo que yo llevo a cabo es simple senderismo sin adentrarme en rutas que requieran de material y experiencia técnica ya sea en escalada, rápel u otras actividades similares donde por supuesto, ahí si es mucho mejor ir acompañado. Lo que está claro es que cuando tiene que sucederte algo te sucederá, ya sea en la montaña, en tu casa o en la carretera y a lo que yo tampoco estoy dispuesto es a vivir con sensación de miedo o temor; todo eso conjugado con lo que yo considero ser prudente y moverme en zonas por donde transitan, en mayor o menor medida otros amantes del campo.
Cada otoño recorro valles diferentes, y en este 2.023 me centraré en el pirineo aragonés, y concretamente en el Valle de Tena. Por allí pasé hace un par de años y de aquellos días os traigo este "retrato" parcial de una de las montañas más míticas del pirineo francés el "Midí d'ossau" que con sus 2.884 metros de altura se alza majestuoso y donde destaca esa cumbre inconfundible a la que parece que le hubieran dado un bocado.
En los próximos días espero contar con estampas parecidas donde los tonos serán similares o muy parecidos por esta estación otoñal en la que ya estamos metidos de lleno.
Van a ser jornadas donde los protagonistas serán esas grandes montañas, los ibones, las nieblas, quizás la lluvia y algún bosque con su vestido multicolor.
A la vuelta ya iré mostrando todo lo que capture con las cámaras, creo que alguna que otra fotografía buena podré. Algun@ me entenderá si le comento que tengo ya algunas de esas fotos visualizadas en mi cabeza, otra cosa es que se den las condiciones para poder llevarlas a cabo, pero eso es parte de la aventura.