Vista que tenemos a nuestra espalda mientra accedemos por la pista que nos lleva a "Bahns de Tredòs" |
Cuando uno nombra la palabra “Circo”, automáticamente nuestra mente piensa en ese espectáculo que perdura hasta nuestros días donde bajo una carpa, se juntan los más insospechados especialistas para ofrecer un espectáculo a los asistentes de estas funciones; sin embargo la RAE en su séptima acepción define también la
palabra “Circo” como: “Depresión semicircular en un macizo montañoso, rodeada de paredes abruptas”.
Pequeña cabaña repleta de encanto |
En el parque nacional de Aigüestortes y sobre todo en sus aledaños,
podemos encontrar una de las concentraciones más grandes de lagos glaciares de
la cordillera pirenaica. La geografía y evolución de muchos de los valles
pirenaicos han propiciado que los mismos se encuentren salpicados de pequeños,
y en otros casos no tan pequeños, reductos de agua que generan una enorme
belleza en el entorno eso sin entrar lógicamente en las consideraciones
beneficiosas propias de cualquier acuífero.
Hacía tiempo que tenía pendiente la visita y por supuesto disfrute, a una
de las zonas donde se concentran un mayor número de estos lagos, estoy hablando
del que se conoce como Circo de Colomers. Situado en la periferia del
parque nacional al que antes hacía mención, este enclave de Colomers está
orientado al norte del mismo por lo que si bien la excursión podría
realizarse a partir del interior del propio parque entrando por sus diferentes
vertientes, lo habitual y casi más aconsejable es realizar la ruta accediendo
por el Valle de Arán y concretamente por la localidad de Salardú; desde esta
localidad se debe coger una pista que nos lleva hasta el balneario de Bahn deTredòs. En este punto y dependiendo de la época del año (los vehículos particulares en los meses de verano no pueden circular
más arriba de este lugar), tendremos que dejar nuestro vehículo y seguir
caminando por una pista forestal o bien continuar con los taxis-jeep que en los
meses estivales cubren el recorrido desde este aparcamiento hasta las rampas de
acceso a la ruta propiamente dicha.
Pasarelas de madera para sortear zonas anegadas |
Se comienza la ruta realizando una pequeña ascensión de unos trescientos
metros entre pequeñas piedras y por el lecho de uno de los múltiples riachuelos
existentes en la zona. Una vez finalizada esta breve ascensión llegamos a una
zona llana donde se encuentran dispuestas unas pasarelas de madera por las que
seguir avanzando y es que el lugar muchas veces se encuentra anegado debido a
las precipitaciones y gran cantidad de agua que se acumula tras la época de
deshielo. Caminando por esos tablones de madera acabaremos en una zona que nos
dejará listos para el primero de los lagos y en el que se ha construido una
pequeña presa, el gran lago de Colomers
donde se encuentra además el refugio de montaña que lleva el mismo
nombre.
Vista parcial del primer lago |
A partir de este punto puede proseguirse la excursión mediante dos
rutas, ambas circulares, aunque una más corta que la otra dependiendo de las
aspiraciones y fondo físico de cada uno. Personalmente y después de la
experiencia que ahora os relato, creo que sí no es por un interés especial, con
la ruta pequeña es suficiente para empaparse y descubrir la belleza de este
entorno.
La excursión a estos lagos no presenta dificultad alguna para quien quiera
realizarla salvo los condicionantes propios de que estamos hablando de caminar
por alta montaña y discurrir por pequeños senderos donde en ocasiones se tiene
que caminar entre piedras, con pequeños ascensos y descensos pero que salvo en
el caso de personas con movilidad reducida, son obstáculos que pueden sortearse
perfectamente.
Al fondo el refugio de Colomers |
Los tiempos que yo pueda dar para haceros una idea de cuánto os llevará la
excursión no son significativos ya que en mi caso las excursiones (de cualquier
clase) están condicionadas por mi afición fotográfica con lo que mis rutas
siempre suponen como mínimo el doble de tiempo que a cualquiera que se dedique
únicamente a caminar. Yo hago muchas paradas, busco encuadres, localizaciones,
la luz, etc…. Todo lo que me permita en cualquier caso plasmar de la mejor
manera posible aquello que estoy viendo y disfrutando con mis propios ojos.
El lugar es majestuoso, indescriptible, uno alza la vista y se encuentra
rodeado de picos todos ellos de más de 2.800 metros de altura mientras se puede
ver el reflejo de esas cimas en lagos de aguas cristalinas que son como enormes
espejos donde la naturaleza se muestra de modo exuberante, ante tal espectáculo
las palabras sobran y lo que se desea es disfrutar del momento y del lugar con
el único sonido de fondo, del agua que baja por las laderas.
Otra perspectiva |
Sin duda la mejor época para visitar este lugar es desde Mayo hasta poco
antes del invierno o más concretamente, antes de las primeras nieves; digo esto
porque la nieve puede ser un obstáculo en el acceso a según qué zonas y
dificultar la caminata a no ser que se vaya provisto de raquetas. En mi caso
por ejemplo que visité el lugar a finales de Mayo, debido al invierno
especialmente duro en cuanto a nevadas se refiere, me encontré todavía nieve
aunque ésta no empañó la excursión, más bien al contrario ya que servía de
contraste a los verdes y marrones de la vegetación así como al azul del cielo.
Como siempre, esta ha sido mi experiencia, mis vivencias, a poco que puedas busca la posibilidad de
hacerla tú mismo ya
que hay sensaciones que no se pueden transmitir ni contar por más adjetivos,
fotos, vídeos, etc., que empleemos.
Ya hemos dejado atrás el primer lago y el refugio |
Encontrarse en un lugar así es casi como volver a los orígenes de nuestro
mundo donde podemos todavía disfrutar de muchos momentos de soledad como si
fuésemos los únicos que poblamos este bello lugar llamado Tierra.
Nota: Como siempre os invito a pinchar encima de las fotografías para verlas en tamaño más grandes y disfrutar un poco más de la belleza de este entorno.