miércoles, 13 de septiembre de 2017

"El TORO"

Era una fotografía deseada desde hacía muchos años y si no la he tenido antes es porque quería que surgiera así, en el momento más insospechado y sin ir a su búsqueda de manera premeditada.

Lo que rondaba la cabeza desde hacía tiempo era fotografiar alguno de esos toros que desde hace más de medio siglo se encuentras repartidos por diferentes lugares de la geografía española, predominantemente en cerros cercanos a carreteras y lugares de paso. Son los Toros de Osborne, que nacieron con una finalidad exclusivamente publicitaria y que con los años se han convertido en bienes de interés cultural y artístico.

Evidentemente, ya sabéis que no es mi estilo, huyo de cualquier tipo de conflicto o debate en torno a la figura de este animal simplemente porque mi interés es la fotografía y comentar mis experiencias además de mostrarlas a quienes no pueden disfrutarlas. Cerca de mi pueblo hay una de estas siluetas de metal pero unos cables de alta tensión afean lo suficiente la estampa como para querer fotografiarlo, al menos en la distancia, y por ello nunca me he fijado en esa posibilidad cuando he vuelto a Galicia.

La imagen de hoy no estaba programada, acaba de salir en coche para hacer ruta  de madrugada por tierras de Castilla cuando todavía el sol no había surgido del horizonte, pero se adivinaba por esos tonos rojizos y anaranjados que cual fanfarria,  presagiaba lo que iba a suceder. Y así fue, presto me preparé para “recibir” con la cámara aquel amanecer que resultó ser verdaderamente hermoso; mis ojos y mi interés estaban puestos completamente en la salida de ese sol y por eso cuando acabé el reportaje cual fue mi sorpresa al girarme a mi derecha y como a unos noventa grados de aquel lugar al que había estado mirando más de diez minutos, se erguía un precioso Toro que venía a ser un colofón perfecto a tan magno momento.


Hice un par de pruebas, todas a pulso, ya que no quise arriesgarme a bajar y montar el trípode que iba en el maletero y que por unos segundos fuese a perder algún detalle importante. Mi preocupación era conseguir un buen encuadre donde se viera la totalidad del sujeto y así fue como realicé tres o cuatro tomas aunque la vertical era la que más me convencía. 

Hasta ahí todo resultó de lo mejorcito, la cosa fue cuando aumente primero la imagen en la pantalla de la cámara y posteriormente pude verlo en el ordenador que como si  de la típica estampa de moscas que revolotean alrededor del ganado bovino se tratase, había una bandada de pájaros que estaban volando entre los cuernos del “manso” enriqueciendo mucho más para mi gusto, la imagen.


Esto es todo, besos y abrazos.
Ger.


-Haz “click” sobre cualquier imagen y podrás verla a tamaño completo.




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