Quizás resulte curiosa mi querencia por los uniformes, bueno, más que por los uniformes tendría que especificar, es atracción por la vida castrense. Resulta además un tanto extraña esta inclinación mía al no existir el más mínimo atisbo de tradición por este modo de vida en la familia pero hay muchos aspectos de la misma que me gustan y por eso el rumbo que tomé en un determinado momento de mi vida, aunque eso es otra historia.
El caso es que hace unas semanas cuando paseaba frente al Palacio Real de Madrid me coincidió ver cómo se realizaba un cambio de guardia, y claro no pude resistirme a parar igual que otros turistas y peatones.
Cada uno de los que allí estábamos observando el ritual sin duda tenía sus propias motivaciones, unos lo verían como un simple espectáculo, yo me quedaba con mis manías…. Fijarme si los movimientos se realizaban de manera sincronizada, que los uniformes y sus adornos estuvieran en perfecto estado de revista y lucieran perfectos, el modo en que se ejecutaban las órdenes, etc, etc, etc.
Es fácil que mucha gente no me comprenda y por tanto no entienda mi gusto por ese mundo, pero como tantas cosas en la vida, a cada uno nos atrae lo que nos atrae. Y allí aproveché para hacer algunas fotos a los miembros de la guardia real.
Muy feliz martes.
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