En una de sus acepciones, la RAE define el término "flechazo" como un amor repentino e inmediato, y yo diría que eso es lo que se produjo dentro de mí la primera vez que visité Normandía. Llevaba años soñando con admirar y pisar las playas, pueblos y acantilados de la región francesa, tanto por la belleza paisajística de los mismos como por las reminiscencias bélicas del famoso desembarco.
Hoy 6 de junio de 2.024 se cumplen 80 años del más famoso Día "D" y no puedo describir con palabras lo que sentí cuando pisé por primera vez la playa de Omaha, ni tampoco cuando me adentré en el cementerio americano de Colleville-sur-Mer donde las más de diez mil cruces de otros tantos combatientes caídos, se suceden unas tras otras colocadas milimétricamente sobre un verde e inmaculado césped.
Siempre he pensado que la concepción del mundo actual se la debemos en gran parte a todos aquellos que lucharon y perecieron en aquella batalla para de este modo, librarnos a todos, de alguien cuya cabeza estaba tan mal amueblada; quien sabe si la guerra no tomara el cariz que tomó tras el desembarco, en qué mundo viviríamos a día de hoy.
Aquí dejo a modo de homenaje, algunas de las imágenes que he tomado en playas y rincones de la costa normanda en mis diferentes visitas a esta preciosa región francesa.
P.D.
Y ahora os comentaré un pequeño secreto, algunos saben mi intención de escribir una novela, lo cierto es que ya tengo un pequeño borrador, los personajes y hasta la trama.
Pues, ¿sabéis dónde estará ambientada dicha novela? En Normandía efectivamente.
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