No seré yo ahora el que vaya a realizar una disertación
sobre teoría de la fotografía, y es que no tengo madera de docente, no me gusta
y lo que es más importante, tengo todavía mucho que aprender de la vida en
general y de la fotografía en particular. Sin embargo el comentario que voy a realizar
sobre esta imagen tiene mucho que ver sobre uno de los aspectos más importantes
del arte fotográfico, la composición.
Cuando los fundamentos básicos de fotografía los tienes o
crees que ya los tienes asumidos, es hora de abordar más aspectos y uno de los
más importantes es sin lugar a dudas el de la composición; hay veces que a los
que nos gusta esto de la fotografía, enseguida visualizamos una imagen de esa
fotografía que vamos a tomar o bien de la que tomaríamos ya que sea por la circunstancia
que fuera, en ese instante no la podemos
llevar a cabo.
La que aquí os presento
es sin duda una de las dos o tres imágenes que más me han gustado de las
que he realizado en estos recientes días por
Normandía. El lugar es archiconocido, el famoso
acantilado “
Falaise d'Aval” en el no menos encantador pueblecito de
Etretat. Desde
pintores a fotógrafos de medio mundo han sacado infinidad de imágenes de este
lugar y yo mismo tengo varías de este lugar pero esta me ha gustado
especialmente y quería contaros como la realicé.
Mi objetivo “fetiche” y favorito de los cuatro que poseo es
el
Canon 17-40 f4, se trata de un gran
angular y que para los que amamos el mundo paisajístico, nos da muchísimo
juego. Lógicamente hay algún que otro objetivo mejor para estas lides pero con
unos precios desorbitados que no se justifican; peso a ello este 17-40 de la
serie “L” de Canon ya no es una lente cualquiera y la verdad es que da unos
resultados maravillosos.
La imagen es de primera hora de la mañana, el sol había
empezado a asomar ya por lo que sería mi
espalda y es que tal y como está tomada
esta fotografía lo que se ve es
dirección Este.
Había olas, ya se
habían apagado los enormes focos que durante la noche iluminan el acantilado y
el cielo presentaba nubes de diferente tipo y tamaño. Todo esto está muy bien pero creo que la gracia de esta
imagen es el marco de la misma. A mis
espaldas se encuentra un acantilado de no menos de 60 metros pero entonces
descubrí que en la base del mismo había un pequeño agujero y….. pasó esto.
Reculando hacia el interior de ese agujero y con la focal más grande que me
permite la lente, es decir a 17, pude hacer que el techo y el lateral derecho del
agujero así como un acantilado por el lado izqdo. Hiciesen de marco perfecto
para el tan manido icono del pueblo de Etretat. Al final la gracia de esta
imagen (creo honestamente) es la presentación del protagonista rodeado por todo el conjunto.
Hasta aquí la explicación, espero que la imagen os guste
tanto como a mí.
Esto es todo, besos y abrazos.
Ger.
-Haz “click” sobre cualquier imagen y podrás verla a tamaño completo.