- La música nunca estorba pero para la historia de hoy creo que la banda sonora ideal que acompañe su lectura debe de ser, esta preciosidad, pincha AQUÍ.
Hace cuatro años me enteré de un suceso acontecido hace poco más de cien
años y este no habría sido más que otra hermosa historia de amor si no fuera
por las connotaciones que giraron a su alrededor y el triste final de la misma.
"Entrada al bosque de Carlac" |
En las profundidades del Valle de Aran, a principios del siglo XX en el
diminuto pueblo de Bausen una joven de nombre Teresa se enamoró; hasta ahí, todo
normal salvo por el detalle anecdótico, y ante mis ojos, insignificante, de que
ese amor intenso que profesaba Teresa era hacia su primo Sisco.
En el diminuto pueblo los vecinos eran cómplices de las miradas y los
bellos sentimientos entre los dos jóvenes y veían con naturalidad la relación
de ambos, bueno, todos menos de uno (el cura). Es curioso como un miembro
de una religión que se jacta y presume de hablar a sus fieles, del AMOR, fuese
tan hipócrita para poner en tela de juicio los sentimientos de una pareja de
enamorados, pero así lo hizo, hasta el punto de negarse a casarlos.
Esto no supuso un problema para Teresa y Sisco que sacaron adelante su amor y
lo consagraron con los dos hijos que tuvieron ambos.
"La tumba de Teresa, con errata incluida" |
Esa hipocresía eclesiástica de la que hablo se pone de manifiesto en algo
que jamás he podido entender, y es como el dinero puede servir para “lavar”
determinados pecados.
Veamos, un pecado supongo que es siempre pecado por las normas que
rigen unas determinadas formas de conducta o simplemente por unas creencias que
se tienen; pero el dinero, que yo sepa, no debería servir para
limpiar esos pecados, no debería limpiar ese "mea culpa",
y sin embargo estos vividores lo permiten ¿cómo? a través de las dispensas y
bulas por ejemplo.
Sí Teresa y su marido hubieran pagado una cierta cantidad de dinero al párroco,
este entonces no habría tenido problema en casarlos a pesar del parentesco, y
algo parecido sucede en esos días de Semana Santa donde la iglesia "prohíbe" comer
carne e incita al ayuno. En este último caso si se pagaban las bulas, ya todo
estaba permitido….menudo despropósito.
Pues bien, parece ser que nuestros protagonistas decidieron no pagar
aquella cantidad, bien fuera por suponerle un gravamen excesivo a su humilde economía, o bien por creer, como un servidor, que para que dos personas que se aman
puedan vivir en paz y armonía, no necesitan de la autorización de una tercera.
"Una visión desde el portal por el que se accede al recinto" |
No resulta difícil imaginar el disgusto del joven viudo al que se le sumaba
además de la pérdida de su ser más querido, el repudio de la autoridad
religiosa al negarle la sepultura con lo que todo parecía indicar que a la pobre
Teresa le esperaba, como a algunos colectivos marginales, ser enterrada en un
agujero en cualquier lugar.
Sin embargo sus vecinos no estaban dispuestos a que esto sucediera y del
mismo modo que no lo habían hecho durante la vida de ambos, tampoco ahora le
darían la espalda a Sisco y Teresa, y así en una sola noche levantaron el que
es el cementerio más pequeño de España. Un cementerio civil apartado apenas unos
centenares de metros de la última casa de este pequeño pueblo aranés y que no
podría haberse erigido en un lugar con más gusto y sensibilidad. Un paraje con
unas vistas maravillosas, rodeado de paz, naturaleza y escarpadas cumbres.
"Vista del diminuto cementerio y el hermoso lugar entre montañas" |
Visitar el Valle de Arán no es como ir a hacer turismo a alguna de nuestras
hermosas ciudades, ni tampoco es un lugar de paso habitual para ir a algún
lugar concreto pero.... a los que no conozcáis este paraje maravilloso del
Pirineo leridano os diría que si alguna vez venís "al Valle" apuntaros
como excursión ineludible acercarse a la morada de Teresa y lo digo sin el más
mínimo morbo. Lo digo desde el ejercicio de contemplar algo romántico, bello y consecuencia de una pequeña rebelión de unos habitantes hacia aquel que velaba
por sus almas.
Pero no solo eso, Bauman además de este cementerio único, tiene algo
también de una belleza y un valor natural incalculable, su centenario bosque de
hayas conocido como "El bosque de Carlac", un lugar por el que se
accede desde muy cerca del cementerio de Teresa y que puede visitarse en su
totalidad siguiendo una ruta circular por donde nos encontraremos un precioso
bosque que no hace falta que diga que la mejor época para visitarlo es en la
estación Otoñal.
En la red es posible encontrar más información acerca de esta bella relación, como que Sisco acabó viviendo en Francia y falleció con más de noventa años.
Hasta aquí la historia de Teresa, una joven que vivió y luchó por su amor...
Hasta aquí la historia de Teresa, una joven que vivió y luchó por su amor...
"Un hermoso Tilo, precede la llegada al coqueto cementerio" |
Esto es todo, besos y abrazos.
Ger.
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