La Riviera italiana es una zona de luces y sombras en lo que
a belleza paisajística se refiere, al menos antes mis ojos. ¿Qué significa
esto? Pues que hay lugares desastrosos, feos, que te quitan las ganas de parar
durante el trayecto, para detenerte a ojear un poquito… y por otro lado están otros rincones llenos de
un encanto, una magia y una luz que consigue que uno casi pueda entrar en
trance.
Para todos en general y concretamente para mis amig@s
aficionados a la fotografía, deciros que toda la franja costera de la Liguria
está llena de encanto pero concretamente la provincia de la Spezía es para
paladearla, degustarla en todos y cada uno de sus pueblos. La vecina región
Toscana se lleva la fama pero esta esquina liguriense es de visita obligada si
se pasa por la zona, si o si.
Camino de Portofino no me quedó más remedio que aparcar como
pude (son carreteras muy estrechas donde apenas hay arcén) ya que la estampa
requería que la inmortalizara. El contorno de la costa al fondo, el mar sereno
y esa iglesia del pueblo de San Lorenzo della Costa pidiendo a gritos que me
fijara en ella, y aquí está.
Esto es todo, besos y abrazos.
Ger.
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