Que no me gusta la religión es algo bien sabido entre todos aquellos que me conocen, realmente es que no las soporto, empezando por la que me toca más de cerca, la cristiana.
Sin entrar en valoraciones a este respecto, si es cierto que pese a ello soy persona relativamente asidua a entrar en muchos templos donde se dan no solo manifestaciones artísticas maravillosas sino también una atmósfera que me resulta muy agradable. Y una de las cosas que más influyen en esa atmósfera y que más me satisface de esa atmósfera es el olor, ese olor a reminiscencias de incienso que tanto, tanto le agradan a mi olfato.
En casa de vez en cuando quemamos incienso pero con bastante moderación ya que no a todos nos gusta por igual, y hay también un olor que me resulta de lo más agradable, es la quema de "palo santo" en su forma más virgen y natural
No soy un pirómano, no me gusta el fuego y menos para destruir la naturaleza pero los aromas de estos olores muchas veces ligados a tradiciones ancestrales me encantan.
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