domingo, 25 de agosto de 2013

Combarro, paseo entre hórreos...


ISO 100      19 mm      f/ 6,7       1/250 seg.      Sin trípode


A tan solo unos siete kilómetros de la localidad de Pontevedra se encuentra uno de esos enclaves diminutos repletos de encanto, una parroquia denominada "Combarro".
Entre las muchas peculiaridades lo que más llama la atención de este pequeño núcleo habitado es la concentración de numerosos hórreos, y muchos dirán ¿que es eso de los hórreos?

El hórreo es una construcción propia del ámbito rural que donde más ha estado presente es en Asturias y sobre todo en Galicia y que tiene también otras construcciones de aspecto similar en diversos lugares de Europa. 

La principal misión del hórreo era almacenar y conservar las cosechas principalmente de cereales pero además protegerlas contra todo tipo de animales, especialmente los roedores. Esto se consegue de un modo muy ingenioso y es que la estructura del hórreo se asienta sobre unos pilares en unos casos de madera en otros casos (los más comunes en Galicia) de piedra, y que se unen a la estructura por formas normalmente redondeadas que sobresalen del pilar y que evitan que el roedor que trepe por el pilar pueda salvar este saliente y llegar así a la estructura propiamente dicha. Así mismo el Hórreo (canastro en Gallego) tiene como función que lo que hay en su interior esté ventilado y ayude a su conservación y es que no se trata de una estructura estanca sino que tanto los de piedra como los de madera dejan un espacio vació cada "X" centímetros para que el aire pueda pasar ventilando lo que allí se almacena. Hoy en día su uso cada vez es menor por lo que poco a poco va quedando relegado a un aspecto más ornamental. 


Retomando el lugar que hoy nos ocupa Combarro, es un reducto pequeño en cuanto a los que el trazado de interés turístico propiamente dicho, se refiere. Hay una "calle" a modo de paseo y que va paralela a la orilla del mar eso sí teniendo entre ambos los mencionados hórreos. 

Hoy en día no faltan ya los locales donde adquirir recuerdos del paso por allí que van desde camisetas, grabados, etc,  hasta productos  gastronómicos de todo tipo como queso o los típicos orujos. También se puede disfrutar de establecimientos de hostelería para en cualquier momento poder reponer fuerzas y degustar en muchos casos gran parte de la riqueza marina de las Rías gallegas.

Lo dicho, el día que os encontréis cerca de Pontevedra o Sangenjo sólo por citar un par de localidades, no dejéis de honrar a Combarro con vuestra visita, estoy seguro que no os defraudará.



Pequeña muestra de este rincón pontevedrés lleno de encanto



Ger.

2 comentarios:

  1. Bonitas fotos. Buena entrada con ese aporte cultural. Un abrazo.

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  2. Bonito reportaje y lección sobre esa característica construcción.
    Salu2, amigo mio.

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