Los miles de kilómetros de costa que tiene nuestro país
hacen que sean abundantes los faros, alzados a lo largo de los siglos para
preservar la vida de todos aquellos que deciden surcar los mares.
Menos los insulares, conozco todo el territorio de nuestras
costas peninsulares y de entre todos esos faros que la jalonan me quedo, sin
dudarlo un instante, con esta maravilla.
Hay otros faros muy hermosos, algunos inclusive auténticos
iconos como el de la Torre de Hércules, pero mi preferido es el de esta imagen
que hoy os dejo.
Se trata del faro de
Cabo Vilan en plena “Costa da morte” y al que se une además de la belleza del faro
en sí, la de todo ese tramo de costa que para un servidor pasa por ser la más
auténtica y bella de mi querida Galicia.
Os diré sólo a modo anecdótico que mis allegados saben por
expreso deseo mío que este rincón será uno de los tres donde quiero que
depositen parte de mis cenizas cuando yo me “vaya”.
Disfrutar de semejante belleza y sí alguna vez os encontráis
cerca de Camariñas o de cualquier otro lugar no muy lejano, ir hacerle una
visita a este “salvavidas” que cuenta entre su bagaje la de haber sido el
primer faro eléctrico de todo el territorio español.
Besos y abrazos.
Ger.
ISO 100 70 mm f/ 9,0 1/ 100 seg. Sin trípode |
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