La ruta |
Normalmente cuando os cuento mis excursiones y viajes
es para compartirlas con el fin de daros a conocer lugares que os puedan inspirar ir a conocerlos en primera persona y/o también para enseñarlos a todos aquellos que por circunstancias, quizás no puedan verlos nunca por sí mismos.
Cervo |
Bueno pues la cosa es que hace unas semanas decidimos ir a conocer la "Riviera Italiana" entre otros lugares del país transalpino y que queréis que os diga, me desencantó bastante en general.
Salimos de Barcelona a medio día con la firme intención de hacer noche en San Remo, y así fue. Lo primero que debo deciros es que transitar por la autopista del sur de Francia y de entrada en Italia, es una sangría continua, vaya "palos" que te meten en los peajes. Sin embargo y todo hay que decirlo, creo poder entender lo de esos peajes y es que dada la orografía del terreno, la construcción de dicha vía rápida es una obra faraónica y de ahí los gastos que comporta y que posteriormente tienen que ser recaudados.
Una franja del litoral |
Nuestro destino era llegar a la provincia de la Spezia pero no haciéndolo por autopista sino por el contorno de la costa y así de paso ver los pueblitos que la jalonan.
Sinceramente no me llamaron mucho la atención salvo dos o tres; uno de ellos en la misma provincia de Imperia, un pueblo precioso situado al lado mismo de la carretera y que responde al nombre de Cervo: situado en lo alto de un pequeño montículo y pegado casi al mar lo más destacable del mismo es el conjunto que forman las casitas de colores que rodean la iglesia cuyo protagonismo queda evidenciado al sobresalir su campanario por encima de las demás edificaciones.
El habitual colorido de las edificaciones |
Después de pasar por Cervo y también por Savona, ciudad que da nombre a la siguiente provincia, nos dirigimos a Génova donde allí tenía una curiosidad por satisfacer, subirme a la "linterna" un majestuoso faro visible desde casi todos los puntos de la ciudad y ubicado en pleno puerto. Pero esa era la idea, después de llevar media hora en la ciudad decidimos alejarnos de allí como alma que lleva el diablo... que desastre de urbe; sucia, ruidosa, medio desmantelada y caótica.... se nos quitaron las ganas de permanecer allí mucho más tiempo con lo que renuncié a la subida al faro y a ver cualquier otra cosa en aquella ciudad que se vanagloria de tener el principal puerto de Italia.
La excursión la proseguimos ya hacia el sur en busca de algo más de relax y de orden; y así fue tal y como presumíamos. Nos aproximábamos a una franja costera de gran renombre turístico y donde se encuentran pueblos como Rapallo, Sana Margarita y sobre todo Portofino. Allí por fin pudimos “lavar” la vista con rincones agradables y tranquilos (también es cierto que gracias a que ya no era temporada alta) pero independientemente de esto, reinaba el gusto y cierto “caché” en el ambiente.
Mansiones entre pinos y junto al mar |
Una pequeña mención también para algo que no por ya saberlo, deja de parecerme surrealista y gravoso, me refiero a lo de la privacidad de gran parte del litoral italiano. En un país como el nuestro con tantos miles de kilómetros costeros resulta impensable que tengas que pagar por pisar una franja de playa, pero en la "bota" no, y parece estar bastante asumido; es como sí te cobraran también por ir a pasear a la montaña. Pero vamos a ver, ¿de quién es el litoral, las montañas, los lagos, las tierras, los mares, de este planeta?
No puedo decir más que me parece reprochable que se comercie de ese modo con los entornos naturales.
A falta de playa cualquier lugar sirve para tomar el sol |
Besos y abrazos.
Ger.
Bonitas fotos. Como suelo decirles a los que me preguntan por la fotografía, hay que buscar el placer en el camino. Sólo la posibilidad de viajar a estos sitios ya mece la pena, aunque la sensación final será de cierta amargura. Peor lo tienen lo oriundos de la zona que seguramente son conscientes del abandono. Buena crónica. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por la visita y por el comentario mi querido amigo. Yo no sé si los oriundos son conscientes de este abandono o no ya que tras varios años haciendo visitas al país transalpino me doy cuenta de que en general son bastante descuidados con el entorno; en muchos casos como sucede también en nuestra querida España.
EliminarUn fuerte abrazo Guiller.
Un paseo bonito, pero por tu manera de contarlo y fotografiarlo. Ya te comenté que a mi tampoco me gustó lo que vi de Génova cuando la crucé, tanto de ida como de vuelta y por ello decidimos ni parar.
ResponderEliminarUna buena crónica, como es habitual en ti, amigo mío.
Salu2
Mi querido Juan Pedro, ya veo que eres conocedor de lugar y veo que ambos coincidimos en nuestras apreciaciones, me alegro ya que así veo que no ha sido únicamente una percepción mía.
EliminarGracias por la visita y el comentario. Besos.