lunes, 21 de diciembre de 2015

"Un circo pero sin payasos..."

Vista que tenemos a nuestra espalda mientra accedemos por la pista que nos lleva a "Bahns de Tredòs"

Cuando  uno  nombra la  palabra “Circo”, automáticamente   nuestra   mente   piensa   en    ese   espectáculo que  perdura  hasta  nuestros  días  donde  bajo  una  carpa, se  juntan  los  más  insospechados especialistas para  ofrecer  un espectáculo  a   los  asistentes  de  estas  funciones;  sin  embargo   la  RAE  en su séptima acepción define también la palabra “Circo” como: Depresión semicircular en un macizo montañoso, rodeada de paredes abruptas”.

Pequeña cabaña repleta de encanto
En el parque nacional de Aigüestortes  y sobre todo en sus aledaños, podemos encontrar una de las concentraciones más grandes de lagos glaciares de la cordillera pirenaica. La geografía y evolución de muchos de los valles pirenaicos han propiciado que los mismos se encuentren salpicados de pequeños, y en otros  casos no tan pequeños, reductos de agua que generan una enorme belleza en el entorno eso sin entrar lógicamente en las consideraciones beneficiosas propias de cualquier acuífero.


Hacía tiempo que tenía pendiente la visita y por supuesto disfrute, a una de las zonas donde se concentran un mayor número de estos lagos, estoy hablando del que se conoce como Circo de Colomers. Situado en la periferia del parque nacional al que antes hacía mención, este enclave de Colomers está orientado al norte del mismo  por lo que si bien la excursión podría realizarse a partir del interior del propio parque entrando por sus diferentes vertientes, lo habitual y casi más aconsejable es realizar la ruta accediendo por el Valle de Arán y concretamente por la localidad de Salardú; desde esta localidad se debe coger una pista que nos lleva hasta el balneario de Bahn deTredòs. En este punto y dependiendo de la época del año (los vehículos particulares en los meses de verano no pueden circular más arriba de este lugar), tendremos que dejar nuestro vehículo y seguir caminando por una pista forestal o bien continuar con los taxis-jeep que en los meses estivales cubren el recorrido desde este aparcamiento hasta las rampas de acceso a la ruta propiamente dicha. 

Pasarelas de madera para sortear zonas anegadas
Se comienza la ruta realizando una pequeña ascensión de unos trescientos metros entre pequeñas piedras y por el lecho de uno de los múltiples riachuelos existentes en la zona. Una vez finalizada esta breve ascensión llegamos a una zona llana donde se encuentran dispuestas unas pasarelas de madera por las que seguir avanzando y es que el lugar muchas veces se encuentra anegado debido a las precipitaciones y gran cantidad de agua que se acumula tras la época de deshielo. Caminando por esos tablones de madera acabaremos en una zona que nos dejará listos para el primero de los lagos y en el que se ha construido una pequeña presa,  el gran lago de Colomers  donde se encuentra además el refugio de montaña que lleva el mismo nombre.

Vista parcial del primer lago
A partir de este punto puede proseguirse  la excursión mediante dos rutas, ambas circulares, aunque una más corta que la otra dependiendo de las aspiraciones y fondo físico de cada uno. Personalmente y después de la experiencia que ahora os relato, creo que sí no es por un interés especial, con la ruta pequeña es suficiente para empaparse y descubrir la belleza de este entorno.
La excursión a estos lagos no presenta dificultad alguna para quien quiera realizarla salvo los condicionantes propios de que estamos hablando de caminar por alta montaña y discurrir por pequeños senderos donde en ocasiones se tiene que caminar entre piedras, con pequeños ascensos y descensos pero que salvo en el caso de personas con movilidad reducida, son obstáculos que pueden sortearse perfectamente. 
Al fondo el refugio de Colomers

Los tiempos que yo pueda dar para haceros una idea de cuánto os llevará la excursión no son significativos ya que en mi caso las excursiones (de cualquier clase) están condicionadas por mi afición fotográfica con lo que mis rutas siempre suponen como mínimo el doble de tiempo que a cualquiera que se dedique únicamente a caminar. Yo hago muchas paradas, busco encuadres, localizaciones, la luz, etc…. Todo lo que me permita en cualquier caso plasmar de la mejor manera posible aquello que estoy viendo y disfrutando con mis propios ojos.

El lugar es majestuoso, indescriptible, uno alza la vista y se encuentra rodeado de picos todos ellos de más de 2.800 metros de altura mientras se puede ver el reflejo de esas cimas en lagos de aguas cristalinas que son como enormes espejos donde la naturaleza se muestra de modo exuberante, ante tal espectáculo las palabras sobran y lo que se desea es disfrutar del momento y del lugar con el único sonido de fondo, del agua que baja por las laderas. 
Otra  perspectiva


Sin duda la mejor época para visitar este lugar es desde Mayo hasta poco antes del invierno o más concretamente, antes de las primeras nieves; digo esto porque la nieve puede ser un obstáculo en el acceso a según qué zonas y dificultar la caminata a no ser que se vaya provisto de raquetas. En mi caso por ejemplo que visité el lugar a finales de Mayo, debido al invierno especialmente duro en cuanto a nevadas se refiere, me encontré todavía nieve aunque ésta no empañó la excursión, más bien al contrario ya que servía de contraste a los verdes y marrones de la vegetación así como al azul del cielo.

Como siempre, esta  ha  sido  mi  experiencia,  mis  vivencias, a  poco que puedas busca  la  posibilidad  de 
hacerla tú mismo ya que hay sensaciones que no se pueden transmitir ni contar por más adjetivos, fotos, vídeos, etc.,  que empleemos.
Ya hemos dejado atrás el primer lago y el refugio

Encontrarse en un lugar así es casi como volver a los orígenes de nuestro mundo donde podemos todavía disfrutar de muchos momentos de soledad como si fuésemos los únicos que poblamos este bello lugar llamado Tierra.


Nota: Como siempre os invito a pinchar encima de las fotografías para verlas en tamaño más grandes y disfrutar un poco más de la belleza de este entorno.










































miércoles, 11 de noviembre de 2015

"Aromas de Italia..."

En el día de hoy os voy a hablar de un restaurante italiano pero no de un restaurante cualquiera no, uno con muy buen gusto, sobrio, pero donde lo fundamental, la comida, es excelente.

Situado en una de las zonas de más ambiente actualmente en Barcelona, el barrio del Born, podemos encontrar este restaurante/pizzería en la calle Princesa a muy pocos metros del antiguo mercado central del mencionado Born.

Ese nombre "Murivecchi" me llamó la atención y así le pregunté a Giuseppe (nuestro gentil y servicial anfitrión) a que se debía esa denominación. La traducción más literal de Murivecchi sería algo así como "muros viejos" y es que por lo visto el local situado en los bajos de este antiguo edificio  fue en el pasado una cantina y por lo visto se necesitaron varias reformas importantes para que hoy en día el local presente su actual aspecto.

Mi pareja y yo teníamos mesa reservada para las 14:00 h pero previamente había concertado con los dueños la posibilidad de entrar al mismo antes de que el local estuviera abierto al público, para de este modo poder hacer algunas fotos del mismo y que ahora compartimos con vosotros.

El local en forma de "U" tiene en su entrada una barra y apenas un par de mesas para pocos comensales, al fondo se encuentran la cocina y un horno de leña mientras que a continuación está el comedor propiamente dicho con una sala grande  y que se encuentra presidido por un gran ventanal. El local también  cuenta a pie de calle con una pequeña terraza que a pesar de lo entrado del otoño era la opción por la que se decantaron algunos clientes.

Y es que una  terraza puede ser  una buena forma de comer fuera cuando vas acompañado de una mascota,  y en este sentido Murivecchi tiene un detalle con nuestros amigos pues justo a la entrada te ofrece unos recipientes para que nuestro acompañante(canino mayoritariamente) pueda beber o incluso comer, original cuando menos la idea. Y para acabar con la terraza  no quería dejar pasar por alto la original y bonita jardinera que sirve para separar las mesas, de la zona de aparcamiento de coches en la propia calle: no son las típicas macetas con arbolitos a modo de seto, no, es una estructura metálica y de madera donde se encastran jardineras con diferentes tipos de plantas y que decoran con vistosidad y alegría dicha terraza.
 
Como os contaba anteriormente, al entrar en el local con bastante tiempo de antelación, pedí que me reservaran la mesa que había al lado del ventanal para poder trabajar con luz natural y así me lo permitieron.

Giuseppe, nuestro anfitrión, nos trajo enseguida el agua con gas que yo había solicitado y una suave "birra" italiana para mi acompañante;  para empezar la degustación  nos trajo  unas aceitunas aliñadas con salsa pesto y unos irregulares tacos de queso parmesano  además de pan de pizza.


Tras de ojear la carta y tener serias dudas sobre que elegir pensando siempre en compartir todos los platos, nos decidimos por lo siguiente:

Para empezar ligerito una ensalada, de nombre Casandrinella y que llevaba Mixto de lechugas, láminas de parmesano, tomates secos, alcachofas, calabacín a la plancha, mozzarella, grissini con jamón de Parma.

Continuamos con un risotto y menudo rissotto. Me encanta la pasta pero el arroz no le va a la zaga y al final nos decantamos por el arroz, tendremos que volver para probar la pasta. El arroz era al estilo "cuatro formaggi italiani" y resultó todo un acierto. Me llamaron especialmente la atención dos aspectos, por un lado el tamaño del arroz, más grande que  los habituales que solemos consumir y emplear en nuestra cocina;  acostumbrado  a ver en los arroces típicos que cocinamos por aquí;  y por otro lado al igual que cuando hablamos de pasta, el arroz tenía cierto punto al "dente" que me encantó ya que quizás en otro plato arrocero pudiera considerarse que estaba duro, nosotros lo encontramos perfecto.
De sabor intenso y penetrante (abstenerse los no amigos del queso, pero tranquilos hay otros tipos de risottos) paladear esos granos fundidos con queso resultó todo un deleite para los sentidos.

Y finalmente para terminar decidimos probar pizza, pero no una pizza cualquiera; nos hablaron de una especialidad que se da sólo en Nápoles y es la pizza frita. Se trata de una pizza cerrada al estilo de una "Calzone" pero que como os decía no se cocina en un horno sino que se hace frita; ¿consecuencia? que nos fue imposible acabarla de lo mucho que llena.
Concretamente pedimos la pizza Chiacarelle, con Mozzarella, salami picante, tomate y queso ricotta.

Pero no se trataba sólo de que la pizza fuera contundente, que lo era,  había que dejar sitio también para el postre y menos mal que pensé en ello ya que el mismo estaba buenísimo pero eso sí, era contundente. 

Dicho postre se llama “Cannolo Siciliano” estaba formado por bizcocho tostado relleno de crema de queso ricotta y chocolate, acompañado de helado de pistacho.

Impresionante, pero eso sí, no quedaba sitio para nada más.
Ahora bien, tenemos claro que volveremos, y es que entre otros motivos para hacerlo está el hecho de me quedé con las ganas de probar la pasta y que a buen seguro  después de todo lo probado hoy,  tiene que estar también de muerte.


Conclusión, un italiano muy, muy recomendable y perfecto para deleitar el paladar antes o después de un agradable paseo por una de las zonas de más ambiente y genuinas de Barcelona ahora mismo.


Ger.




















domingo, 18 de octubre de 2015

"La Joya..."

No conozco todos los templos levantados por la cristiandad en honor de su religión (ni falta que me hace) pero dudo mucho, dudo muchísimo que alguno pueda superar la belleza de este Duomo levantado en el centro de la Toscana italiana.

Hay iglesias hermosas por fuera, otras por su decoración y ornamentación interior…. aquí se conjugan ambas con un detalle y un arte excepcionales.

Os hablo, como muchos ya habrán adivinado, del Duomo de Siena.


Este es un plano nadir desde el interior de la misma, de parte de la nave central y la cúpula que la corona.




ISO 12800    17 mm      f/ 8,0       1/ 100 seg.      Sin  trípode

viernes, 16 de octubre de 2015

"Mi primer desnudo..."

"Sin duda una de mis fotos preferidas de toda la sesión"
A pesar de los miles de años que hace que poblamos este planeta, todavía a estas alturas no hemos aceptado (en general) nuestro cuerpo y de ahí, entre otras cosas, los enormes tabúes que genera el hablar o la simple contemplación de un cuerpo desnudo, y de eso vengo en parte a hablaros hoy. El título de este "post" podría ser otro, pero este le da un poco más de morbo y ello proporcionará, seguro, un mayor número de visitas a la entrada de hoy.


Hablemos de fotografía: 
El retrato, ni ninguna expresión fotográfica con seres humanos ha sido nunca santo de mi devoción, pero desde hace un tiempo tenía dos variantes que quería empezar a trabajar y de momento ya he dado los primeros pasos en ambos aunque estos de momento son todavía un poco dubitativos.

La primera de esas variantes de la que os hablaba surgió hace unos meses gracias a mi curiosidad por fotografiar a mujeres embarazadas; al poco tiempo surgió una modelo, la mujer de un amigo que me pidió que los inmortalizara a él y a su pareja, embarazadísima ella pues llevaba mellizos. El resultado en general fue aceptable y además aprendí mucho; sí alguien vuelve a pedirme algo parecido en alguna otra ocasión, seguiré profundizando en esta vertiente fotográfica, así que amigas, sí alguna se queda embarazada y quiere unas fotos de recuerdo yo encantado de inmortalizar ese estado; en este post, puse algunas de las fotografías de aquella sesión.

La segunda expresión fotográfica que quería experimentar con seres animados  era la del desnudo, pero eso sí, siempre desde la vertiente más artística posible y sin entrar en el terreno de lo provocativo o pornográfico. 

Parece que desnudo o desnudez son sinónimo de sexo, y para nada, son cosas completamente diferentes y que pueden convivir en parcelas distintas. Sin embargo, cuesta romper con los tabúes de los que hablaba al principio y por desgracia parece que un cuerpo desnudo, algo que no nos diferencia socialmente a los seres humanos cuando ya  no hay ropas de marca, adornos caros, etc.  La desnudez es políticamente incorrecta.... pero yo no comparto en absoluto ese pensamiento, ¡¡que absurdo!! es como renunciar a nuestra propia condición de animales de carne y hueso. Como en otras tantas ocasiones, las religiones han sido siempre un lastre considerable en este aspecto por las aberraciones que sobre la desnudez han llegado y llegan a decir. 
"A la luz de las velas"

Volviendo a lo de hacer fotografía de desnudo, lo difícil era encontrar a alguien, hombre o mujer, que estuviera dispuesto a posar libremente; claro que hay modelos, pero yo no soy profesional de la fotografía y no puedo pagar a alguien para tenerla a mis servicios en una sesión fotográfica. Al final una conocida y gran amiga de una de mis mejores amigas se ofreció, comentó que yo le inspiraba confianza y no tenía problema en posar para un servidor.

A partir de aquí y tras una pequeña conversación telefónica, la insté a que quedáramos previamente al día de la sesión y en esa charla, que también nos serviría para romper la frialdad de vernos solamente el día de las fotos, le explicaría lo que quería hacer: el lugar, las poses, lo que buscaba, etc.. y además con ello pretendía que ella se involucrara en el proyecto para que en cualquier momento, si hubiese algo que le incomodara pudiéramos cambiarlo, consensuarlo y hacer que en todo momento estuviese a gusto. 

Así fue, quedamos una tarde, le expliqué el proyecto y la verdad es que no le puso pegas absolutamente a nada, confiaba plenamente en mi y eso también me transmitió tranquilidad a mi mismo. A partir de ese momento era cuestión de cuadrar agendas, la suya, la mía y la de nuestra común amiga que nos ofrecía su casa de campo para hacer la sesión. Nos costó, ya lo creo y eso que solo teníamos que ponernos de acuerdo tres personas... pues para que os hagáis una idea, un año nos llevó encontrar el hueco que fuera bien a las tres partes.

Y llegó el día, la sesión la realizamos por la tarde a partir de las 16:00 para no demorarnos mucho y aprovechar la luz natural ya que la mencionada sesión constaría de fotos en interior y otras en exterior, dejando estas últimas para el final ya que íbamos a "jugar" con agua y de hacerlo al principio tendríamos problemas con el pelo mojado en las primeras fotos de interior.
"Un plano picado"


Antes de empezar la sesión puse música para que el ambiente no fuera muy frío y la verdad es que le quedaba bien el acompañamiento musical pero no nos hubiera hecho falta con las risas que nos echábamos a cada momento. 
Éramos cuatro: la modelo, mi pareja, la amiga común a todos y que ponía la casa, y un servidor. La modelo lógicamente se dedicaba únicamente a posar mientras que mis otras dos acompañantes me ayudaron con reflectores, attrezzo y con el agua cuando salimos al exterior.

Me había preparado un guión con las poses y el orden en el que quería ir haciendo las fotografías, la verdad es que pude ceñirme bastante al mismo aunque en algunos momentos hubo algunas cosas que improvisamos sobre la marcha. La sesión en general fue francamente muy amena ya que todos nos sentimos a gusto  y en ningún momento esa relación de modelo-fotógrafo resultó incomoda, cortante o forzada y eso se lo debo agradecer a la modelo quien a pesar de que nunca antes había posado para nadie, se lo tomó con una grandísima profesionalidad y también con muchísima naturalidad. Lo cierto es que si os muestro este breve resumen es gracias a su permiso y autorización.


Respecto a las fotografías que os dejo haré algunas observaciones, quizás la externa jugando con el agua hubiera sido mi favorita pero hay un detalle importante que hace que le falte o sobre algo a la misma; se trata de la expresión de la cara de la modelo. Mi amiga, la que se encargaba de tirarle el agua a base de cubos, no tenía demasiada puntería a la hora de lanzarla contra la modelo con lo que hubo que realizar varios intentos lo que provocó primero la incomodidad por la temperatura algo fresquita ya de las últimas horas de la tarde y más empapada en agua, y eso se le unía que nunca sabíamos dónde iba a caer el agua por lo que el conjunto generó algo de tensión en el rostro lo cual puede apreciarse de manera evidente en la expresión de los ojos y la boca, hubiera sido ideal que la cara se viera adornada con una sonrisa y con mucha menos tensión pero.... quizás en una futura ocasión.

"Jugando con el agua"

Las otras, las de interior me parecieron que en conjunto quedaban mucho mejor tratadas en blanco y negro ya que entre otras cosas dan cierto toque de elegancia y además dadas las condiciones de luz en las que me encontraba me pareció la mejor manera para "jugar" con sombras y matices.


Y esto es todo, espero que os pueda gustar un poquito estas imágenes de mi primer reportaje de desnudo que espero poco a poco mejorar con la ayuda de más voluntarias-os, que quieran ofrecerse y de paso quedarse con un recuerdo para la posteridad de unas fotos que siempre gustará ver con el paso de los años.

"Para mi gusto una de las más bonitas"

jueves, 10 de septiembre de 2015

"Un amor imperecedero"

La música para seguir y leer lo que viene a continuación podéis escucharla pinchando aquí.
Aquí estoy entre San Alfredo y mi amigo Oscar

Hay un bellísimo tango que en su letra dice en un momento dado:  "que veinte años no es nada, que febril la mirada....". Y sin embargo, yo creo que sí, que dos décadas es mucho tiempo, ya lo creo, y ya no digamos cuando uno echa la vista atrás y recuerda cosas como las que ahora os voy a contar.

Hoy 10 de Septiembre se cumplen dieciséis años de la desaparición de uno de mis tres ídolos vitalicios, el insigne tenor  Alfredo Kraus;  quiero por ello en este día hacerle un guiño y una breve reseña, a raíz de mi segundo encuentro con él y del que en breves semanas se cumplirán ¡¡20 años!!.

Nos encontramos en la primavera de 1995, habían pasado ya tres años de mi primera y única ocasión, hasta esa fecha, en la que había podido ver y escuchar en directo, al más grande. En aquellos días, semanas previas a la entrada del verano, leo un día en un medio de prensa escrita que Alfredo Kraus actuará en la temporada operística del Teatro sevillano de la Maestranza y lo haría con uno de sus dos grandes roles por excelencia, el  Werther de Massenet. Ante tal noticia me pongo ya a urdir de que manera puedo asistir a una de aquellas tres representaciones que iban a tener lugar; hay que tener en cuenta que en aquellos mediados de los  noventa, internet no era ni por asomo nada  de lo que ahora conocemos, no había redes sociales y eran todavía muy pocos los lugares que contaban con página web propia e inclusive los sitios donde había posibilidad de adquirir y comprar cosas mediante comercio electrónico. Con estas premisas, mi decisión fue llamar por teléfono al teatro e intentar adquirir una localidad mediante una reserva que pagaría en el momento de la recogida o bien mediante alguna transferencia bancaria u otra modalidad de pago. La primera en la cara, me dicen desde el teatro que no se realizan reservas de localidades fuera de la provincia y que lo sentían mucho. Bueno, bueno, bueno mi indignación fue mayúscula ya que el Teatro de la Maestranza como muchos otros de nuestra geografía, recibía subvenciones del ministerio de cultura el cual obviamente se alimentaba de los impuestos que todos los ciudadanos religiosamente pagamos, ya sean andaluces, gallegos o catalanes.

Se dice que los aragoneses tienen fama de tozudos lo cual no sé hasta qué punto es cierto o simplemente se trata de uno de tantos tópicos que existen sobre los oriundos de las diferentes regiones españolas; tozudos o no, este gallego también lo es como el que más, y de lo que no voy falto es de  perseverancia y paciencia cuando se le mete algo entre ceja y ceja, y por este motivo me dediqué a mover Roma con Santiago para poder ver a mi ídolo ya que había rumores que apuntaban a que cualquier día de aquellos años, Alfredo se "plantaría" y daría por finalizada esa extraordinaria carrera artística que ya duraba cuatro décadas; ante esto y por supuesto con la posibilidad de verlo en su personaje por excelencia, la cosa no era para rendirse y bajar los brazos.

El primer paso fue escribir una carta a la ministra de cultura por aquel entonces, la socialista Carmen Alborch, yo no esperaba que aquella epístola fuera a solventar mi problema para adquirir una localidad del espectáculo que nos ocupa pero sí que me sirviera, al menos, de pequeña "pataleta" contra el Teatro y su negativa a vender entradas a los "no sevillanos".
Como era de esperar, desde el ministerio no tuve la más mínima respuesta ni atisbo de que fueran a dármela; no tuve ningún tipo de contestación, que ya no digo justificación, de toda una ministra, pero esperaba que al menos me dieran alguna contestación por educación y cortesía, pero claro cuando uno tiene 26 años todavía cree en el "ratoncito pérez"  y que desde todo un ministerio te contesten, a una simple carta, y más teniendo en cuenta que la misma contenía una queja.

Bueno, la cosa no pintaba bien pero era demasiado pronto para tirar la toalla con lo que el siguiente paso fue establecer una táctica de acoso y derribo; empecé a llamar al teatro día si día no, y tal fue mi perseverancia que acabé haciéndome "amigo" de una dulce, encantadora y graciosa operadora telefónica de la centralita del teatro en cuestión y que filtraba las llamadas, tenía un nombre precioso, Livia. 
Mis llamadas iban encaminadas a poder hablar con alguien de cierto peso en el teatro y pedir, solicitar, suplicar.... una entrada para aquel Werther. 
Como yo no cejaba en mi empeño de poner a parir a los responsables de cultura, más incluso tras haber pasado olímpicamente de mí, me dirigí a un medio radiofónico y concretamente me puse en contacto con la emisora donde trabajaba la periodista Julia Otero para denunciar ese tipo de funcionamiento en organismos que supuestamente están para, entre otras cosas, “velar” porque todos los ciudadanos tengan acceso a cualquier manifestación cultural sin  discriminación de ninguna clase. Desde la redacción de la emisora me comentaron que lo sentían  pero que no podían incluir entre sus contenidos una intervención para hablar de este tema.... digamos que se limitaron a ser políticamente correctos.

Seguía sin avanzar en ninguno de los frentes que había abierto…
Como cabía la posibilidad de que me fallara la opción de la venta a distancia, me quedaba la opción, eso sí, más gravosa para mis intereses económicos ya que siempre podía personarme en Sevilla el día de antes de ponerse a la venta las localidades y hacer durante la noche cola para conseguir una, y luego regresar a Galicia en el mismo día o al día siguiente hasta que pasaran las semanas y volviera nuevamente a realizar de nuevo ese viaje en esta ocasión para asistir ya la representación; lo que pasa es que aquello me iba a salir por un pico, pedir vacaciones en el trabajo, irme a Sevilla comprar la entrada, volverme a Vigo y todo ello para unos meses después volver desplazarme a la capital andaluza, ¡¡uffff!!, iba a ser que no.

Yo entonces trabajaba en una empresa de servicios informáticos y una compañera (toda una adelantada a su tiempo) me puso sobre la pista de lo que más tarde serían los "foros" tal y como hoy en día los conocemos en Internet; era un sistema algo más arcaico y donde entre otras cosas podían ponerse anuncios visibles a mucha gente y eso me dio una idea, la de poner un anuncio en aquellos primitivos foros, dirigido a cualquiera de Sevilla o alrededores, y que estuviera dispuesto a hacer la cola por mi; yo me comprometía a pagar la entrada por supuesto, pero además a darle una propina por hacerme la gestión, del mismo importe que me costaba la entrada y que en aquella ocasión la misma subía a 5.000 de las antiguas pesetas. Así pues me iba a gastar 10.000 ptas. de hace un par de décadas, para ver a mi ídolo (las daba por bien empleadas). 
El anuncio quedó puesto y mientras yo seguía acosando al personal de la Maestranza que a su vez me iba dando "largas"  hasta que un día..... 
Un día me pasaron con el responsable de taquillas, el cual todo hay que decirlo, resultó ser un hombre de lo más encantador; le expliqué mi "necesidad" de asistir a dicha representación y después de aguantar estoicamente todo mi "rollo”, el hombre me comentó que lo único que yo podía hacer al respecto y él me sugería que lo llevase adelante, era escribir una carta a la dirección del Teatro y expusiera mis motivos para querer comprar una localidad. Menuda cosa me dijo el bueno de José Mateos, con lo que a un servidor le gusta escribir. Claro que hice la carta, ya lo creo, y más lacrimógena no pudo ser, parecía un guión de uno de aquellos melodramas hollywoodienses de los años treinta y cuarenta. 
Remití mi carta-testamento al teatro y ahora sólo quedaba esperar; mientras, como no, y dada nuestra relativa confianza, seguía de vez en cuando llamando a Livia para preguntar si sabía algo de mi escrito.
De mi anuncio cibernético no tenía noticia alguna y ya empezaba a impacientarme con lo que le dije a mi compañera que teníamos que subir la recompensa, la iba a doblar, y en lugar de 5.000 ptas., daría 10.000 a quién me hiciera la cola y me consiguiera una localidad. Al cabo de unos días, la tozudez y supongo que los dos mil duros, dieron su triunfo, y así un joven que respondía al nombre de Oscar se ofreció para quedar de noche en esa supuesta cola y comprarme la entrada. Nos pusimos en contacto telefónicamente  y concretamos todos los detalles,  me sentía enormemente feliz y aliviado, parecía que aquello iba a tener un final feliz.
Fotografía de aquel recital en Bilbao (1984)
Con la relajación que supuso saber que alguien iba a estar "allí" para ayudarme en mi cometido, casi me olvidé de todo lo demás. Y así de este modo, un par de semanas después de mi encuentro con aquel gentil sevillano, me encontraba en mi lugar de trabajo y a media mañana nuestra secretaria me llama por línea interna y me dice que me va a pasar una llamada del Teatro de la Maestranza,.... -a todo esto tengo que decir que todos mis compañeros estaban al tanto y casi era partícipes de mis aventuras  Quijotescas por el mundo de la farándula-.

Les dije por señas que me llamaban de Sevilla, casi al unísono todos dejaron los teclados y como conteniendo la respiración prestaron atención a mi conversación. Al otro lado del hilo telefónico se identificó el responsable de  taquillas del teatro Sevillano, el susodicho Pepe Mateos y me dijo con aquel acento andaluz inequívoco:  "Hola Gerardo, me ha dicho la dirección del teatro que me ponga en contacto contigo y que te explique lo siguiente: <en estas últimas semanas se han recibido cientos de peticiones para adquirir localidades con motivo de estas tres funciones de Werther, sin embargo nos es imposible hacer frente a toda esa demanda, ahora bien, la dirección ha decidido hacer dos excepciones, una para una señora que vendrá exprofeso desde Suiza y la otra...... l"a otra excepción serás tú a vista del empeño y  lo que nos has explicado en tu emocionado escrito>....

"Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii" grité mientras debí dejar medio sordo a Pepe, no cabía de gozo dentro de mi; cuando recuperé un poco la calma, aquel hombre me dijo que no me preocupase por nada, que el día de la función o el día anterior si quería, me pasara por el Teatro y preguntara por él, se encargaría personalmente de darme mi localidad. 
Fue colgar el teléfono y menuda algarabía se apoderó de todos, ni que me hubiera tocado la lotería, bueno en parte sí.
Durante mucho tiempo guardé una fotocopia de aquella carta manuscrita que le hiciera llegar al teatro así como la que le enviara a la Ministra pero debí extraviarlas en alguna ocasión ya que nunca más volví a saber de las mismas, una pena, de lo contrario os las habría mostrado.
Con ese plan, lo de que alguien hiciese cola una noche frente a las taquillas de teatro  ya no tenía sentido con lo que me puse en contacto con Oscar y le comenté lo sucedido. Sin embargo quedé igualmente con él en que nos veríamos cuando llegara a Sevilla,  para agradecerle en persona su ofrecimiento y aunque por teléfono no se lo dije, para darle también, al menos, lo que ofrecí en el primer anuncio, 5.000 ptas., por su ofrecimiento que para mí de no haber sido por la dirección del teatro, lo hubiera sido todo.

Ya estaba, lo había conseguido, tras mi estreno en directo con Kraus tres años antes aquí en Barcelona en un recital que dio acompañado al piano junto a Edelmiro Arnaltes,  esta iba a ser la primera vez que lo viera y escuchara interpretando un rol y dicho estreno iba a ser ni más ni menos que con la obra cumbre de Massenet.

Por aquel entonces no había estado más que de paso por la ciudad hispalense con lo que aproveché la excusa de mi viaje musical para quedarme unos días en Sevilla y hacer algo de turismo. Llegó la fecha, me fui a Sevilla y ese mismo día tras dejar el equipaje en mi alojamiento en el Paseo de Colón, emprendí el bonito paseo paralelo al Guadalquivir que me llevó hasta el Teatro, allí pregunté por el señor Mateos quien me recibió de un modo de lo más amable y con quién volvimos a rememorar mis peripecias para conseguir la entrada. Me llevó hasta su despacho y me enseño el interior de las instalaciones de las que era responsable. Como no podía ser menos por mi parte y como muestra de agradecimiento, lo agasaje con un obsequio igual que más tarde haría con aquella "santa",  Livia, la chica de la centralita que estoicamente aguantó el chaparrón de llamadas que realicé durante cerca de un mes. Con Mateos el encuentro y el momento resultó fantástico sobre todo cuando me hizo entrega de mi localidad, sin embargo aquello no había terminado y con una media sonrisa me dijo si tenía plan para aquella misma noche a lo que respondí con una negación bastante evidente; -espera- me dijo,…. –toma-, esto son dos invitaciones para el ensayo general con vestuario de esta noche.  !!!!Cómo!!!!! Me estaba regalando dos entradas para aquella misma noche, dos días antes del estreno, y poder asistir así al ensayo general, aquello ya desbordaba y colmaba sobradamente todas mis expectativas de aquel viaje.

El Werther de la Maestranza (Fuente - EL PAIS)

Era media mañana en Sevilla y sin embargo con tanta tensión y emoción yo ya había sudado lo mío casi como si estuviéramos en el mes de agosto a 45 grados de temperatura. Salí del teatro y antes de comer me había comprometido a conocer y saludar personalmente a Oscar y así fue, quedamos en el parque de María Luisa y allí como si de una cita a ciegas se tratara, (realmente lo fue) nos saludamos, charlamos y luego me invitó a comer en casa con su madre; en un momento dado le dije que como muestra de mi agradecimiento le entregaba la mitad de la propina que había ofrecido, por  haberse preocupado  de hacer realidad mi sueño; al principio declinó  mi obsequio  pero finalmente y regañadientes aceptó, con lo me quedé mucho más feliz. Me acordé entonces de mis invitaciones para el ensayo por lo que le pregunté si querría acompañarme al ensayo pues yo no conocía a nadie más en Sevilla con quién compartir aquel privilegio, en esta ocasión le costó poco aceptar.

Oscar, por aquel entonces universitario, estudiaba creo recordar viola de gamba con lo que tenía una vinculación bastante directa con el mundo de la música, sin embargo me comentó que nunca había asistido a una representación operística y le atrajo muchísimo la idea. Y así de este modo quedamos una hora antes del ensayo en la entrada principal del teatro para entrar juntos. 

El ensayo resultó un éxito entre todos los privilegiados que asistimos a aquel pre-estreno y que ocupábamos gran parte de las gradas del moderno coliseo sevillano. Durante el intermedio de la obra, José Mateos se acercó hasta mi para preguntarme si estaba disfrutando y pasándolo bien a lo que por mi parte no hubo más respuesta que una sonrisa y supongo que un brillo en los ojos que lo decían todo. Y como si aquel hombre hubiera sido llamado  de algún modo a ser mi hada madrina aquella noche, me preguntó antes de que comenzara el tercer acto, si quería tras el ensayo ir a camerinos a saludar a Kraus. Bueno, bueno, bueno….. aquello ya fue el clímax, ¡¡¡por supuestísimo!!!, contenté.
Y así fue, tras la conclusión del ensayo y todavía entre atronadoras ovaciones para el elenco de artistas, Pepe vino a recogernos y nos llevó a la antesala de los camerinos. 

Por lo que pudiera pasar en aquellos días sevillanos, yo había sido precavido y llevaba conmigo una fotografía, “no fuera a ser”  que el día de la representación hubiera ocasión de conseguir un autógrafo, pero adelantándose la ocasión la llevé al ensayo. En esa zona "mixta", como  podríamos definir aquel lugar, había un reducido grupo de personas entre las que se encontraba Rosi, la esposa de Alfredo y a quién conocía por fotografías y verla alguna vez en televisión; cuando Alfredo quedó un instante libre de estar hablando con los allí presentes, mi "cicerone" me hizo los honores de presentarme y aproveché la ocasión para intercambiar unas impresiones con mi Dios. Le di la fotografía que llevaba encima para pedirle un autógrafo y se interesó por la misma pues no recordaba ni sabía de cuando ni de donde era, enseguida se lo aclaré; se trataba de un recital acompañado al piano por José Tordesillas que ofreció en 1984 en Bilbao para recoger fondos por las terribles inundaciones que asolaron la capital de Vizcaína meses atrás.

Tras la aclaración y la dedicatoria que aquí podéis ver, me fijé que había en aquella zona un fotógrafo haciendo fotos a diestro y siniestro y me faltó tiempo para preguntarle a Kraus si le importaría hacerse una fotografía con nosotros, ¡claro que sí! contestó,  y así conservo este pequeño tesoro. Hice que me la revelaran antes del día de la función y ese mismo día, volví a bajar a camerinos (en esta ocasión yo solo) y claro, recordó la imagen de dos días atrás y  nuevamente de manera gentil tuvo el bonito detalle de firmar sobre aquella imagen que aquí os muestro y que ocupa un lugar destacado en mi memoria, en mis recuerdos y en casa, por supuesto.

Por aquellas fechas, no es que hubiera realizado ninguna promesa o juramento pero esta  que veis,  es de las últimas fotografías que me hice con pelo, unos meses después puse tierra de por medio con mi cabellera  color castaño y decidí afeitarlo, así hasta el día de hoy.

Y de tan hermoso recuerdo, finalizaron cinco días en tierras sevillanas donde disfruté y conocí la ciudad hispalense, sus gentes y sobre todo un grupo de personas que me hicieron inmensamente feliz, Kraus, Oscar, Livia y mención también para Pepe Mateos quien se puso a mi disposición para futuros encuentros, algo que no desaproveché pues la temporada siguiente Kraus volvió a la Maestranza para unas representaciones de Lucia di Lammermoor; entonces no fue necesario por mi parte ningún número circense, hablé por teléfono con él directamente y él mismo me guardó la entrada para aquella Lucia primorosa, pero esa ya es otra historia, igual la cuento en otra ocasión.

Una vez más,  ¡¡Gracias MAESTRO!! por tanto ARTE.



lunes, 27 de abril de 2015

"Pasión panorámica..."

"La rambla del mar"

Como la mayoría ya sabe, llevo viviendo en Barcelona desde 1998 y desde entonces he visto los cambios en la ciudad que se han producido mes a mes, año tras año; me perdí sin duda la gran transformación de la urbe a raíz del nombramiento para ser organizadora de los XXV Juegos olímpicos, sin embargo la ciudad no para, sigue cambiando; ya se sabe que el movimiento es vida y en este sentido, Barcelona está muy, muy  viva.

"Sergi en acción"
Hay muchas maneras de ver la evolución de un lugar, de una ciudad en este caso, y sin duda una de las mejores opciones, sino la mejor, es a través de imágenes, de fotografías.

Ya sabéis mi afición por el Arte fotográfico, a día de hoy podríamos calificarlo casi como una pasión para mí junto con la música, sin embargo, mi contacto verdadero con la fotografía ha sido un poco tardío, apenas  desde hace doce o trece años y aquí sigo, intentando aprender, mejorar y con ello conseguir para mi mismo los resultados que espero cuando visualizo mentalmente una imagen y luego por supuesto, compartirla.

Toda esta introducción viene a propósito de la persona de la que hoy vengo a hablaros, alguien que conocí casualmente en las redes sociales hace aproximadamente un par de años y con el que he estrechado mi relación hace ahora algo más de un mes, con varios encuentros fotográficos.
Su nombre es Sergi Periche y podríamos calificarlo, con todos mis respetos por supuesto, como un bohemio fotográfico y un apasionado de este arte que en cierta medida heredó por ser descendiente de un fotógrafo profesional.

Detrás de su generosa melena y su frondosa barba, hay un ser tímido, un tanto introvertido pero a la que uno comienza a conocer y a profundizar  un poco en esa personalidad, se da cuenta de que además de lo anteriormente dicho, hay también sentido del humor, ironía, y mucha sensibilidad lo cual no puede sorprendernos ya que en el mundo del arte y Sergi es un ARTISTA, no se puede hacer nada que transmita, sin un mínimo de sensibilidad.

"Majestuosa Barcelona"

Sergi Periche no es un desconocido o un personaje anónimo, ni mucho menos,  y es que si bien yo le estoy dedicando ahora este "post", antes, mucho antes, ya había recibido la visita de televisiones locales e incluso de TV3, así como de varios medios de prensa escrita para hacerse eco de su trabajo.

Pero ¿que tiene de especial Sergi y su trabajo? 

Lo que da valor, entre otras cosas, a lo que él hace, es su rigor, su continuidad, su perseverancia y no solo porque sea su modo de ganarse la vida sino porque en sus excursiones a diferentes lugares de la ciudad le rodea cierto halo de misticismo en ese procedimiento diario de llegar al lugar, montar su trípode, la rótula especial para panorámicas (fabricada por el mismo en este caso) y luego lo más importante, su visión artística con su ojo fotográfico; hay que buscar el mejor encuadre, el mejor instante y disparar.
Sí además hay nubosidad en el cielo  entonces las series de disparos pueden no tener fin si uno no se planta; rayos de sol atravesando nubes por un lado o por el otro, el sol que se va moviendo y como tal, hace que la luz cambie, etc, etc,etc. 

Me confesaba que los primeros años era un sin vivir, un no parar, a cada momento pensaba en subir a una atalaya aprovechando el paso de una nube, de cualquier fenómeno meteorológico que hiciera diferente el día y él siempre listo para "cazarlo".  

"Sergi y las nubes, las nubes y Sergi"

Físico por estudios, Sergi intenta hacer de la fotografía su "modus vivendi" y de momento lo va consiguiendo, no sin dificultades, ya que es este mundo de la fotografía bastante voluble y a expensas de muchos factores que no siempre aseguran unos ingresos fijos cada mes.


"Oteando el horizonte"
Trabaja tanto para particulares como para empresas y ciertamente su trabajo, sus fotografías, son espectaculares. Los pedidos son por diferentes motivos pero ciertamente en prácticamente todos ellos hay algo hermoso que los rodea. Mucha gente lo llama y le pide que fotografíe la ciudad tal día a tal hora ya que en ese instante se va a casar y es un recuerdo precioso de tan señalado día; otros quieren la foto de una determinada fecha ya sea por el nacimiento de un hijo, de un momento especial, de un aniversario, etc.

Desde luego muchas veces tenemos ese compromiso de que queremos hacer un regalo y no sabemos el que;  casi nunca pensamos en una fotografía como un regalo de lo más válido y diferente. ¡¡¡Probarlo!!! No solo sorprenderéis si no que también acertaréis.


Gracias a Sergi por cederme estas panorámicas con el fin de daros  a conocer un poco su trabajo; las otras fotografías se las he realizado yo mismo en algunos de los amaneceres que hemos compartido. Para los que tengáis Facebook os recomiendo fervientemente hacer un "me gusta" en su página para poder disfrutar de todas esas bellezas que publica de manera periódica.

Igualmente el que quiera ponerse en contacto con Sergi puede hacerlo a través de su web

http://www.barcelonaskyline.com/

Nota:
Que nadie se olvide de pinchar sobre las fotografías (sobre todo las panorámicas) para verlas en mayor tamaño y disfrutarlas mejor.

Besos y abrazos.






"Un amanecer cualquiera"







"La soledad, la ciudad, el cielo y los rayos de luz primorosos"





"Rojos y naranjas, siempre diferentes siempre hermosos"






"Panorámica desde el mar"





Pensando en el Amor

E n mi día a día, uno de los momentos en que mi cerebro se evade y en el mismo afloran pensamientos y recuerdos de todo tipo es cuando condu...