Cuando hablamos de paraísos cada uno tiene un concepto diferente de lo que es eso pero es indudable de que hay algunos denominadores comunes en los que la gran mayoría podemos coincidir, y la fotografía de hoy es un pequeño ejemplo.
La fotografía de paisaje tiene en las primeras y en las últimas horas de luz de cada día, el mejor aliado para captar mejor la belleza de los lugares que se fotografían sin embargo hay algunos aspectos del paisaje que necesitan para ser fotografiados y que "luzcan", que el sol esté más arriba, es decir en las horas de más luz. Desde luego de no ser así, esta fotografía que hoy traigo no podría verse de este modo, ni las nubes saldrían tan blancas ni ese color turquesa del agua sería apreciable.
Dejando de lado estos aspectos un poco más técnicos, lo que se ve, es un paraje que para mí si resulta paradisíaco, un trocito de la costa bretona.
Cuando te mueves en una ruta visitando faros, hay puntos intermedios que también tienen un enorme atractivo, y así en este caso preferí disfrutar de este trocito de costa que no tanto del faro que iba a visitar. El faro de Milier casi puede verse en esta imagen pero queda tapado, el mismo está en esa casa que puede verse al fondo sobre el acantilado, es una casa peculiar ya que dicho faro forma parte de la estructura de la casa y está encarado al mar.
Esto es todo, besos y abrazos.
Ger.
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