Volamos hoy hacía tierras suizas y hacia uno de esos pueblos icónicos y turísticos como es en este caso Interlaken. Cuando llegamos por la tarde a dicha localidad y tras alojarnos en el hotel, salimos del mismo para dar un paseo por las inmediaciones y así llegamos a una avenida frente la cual había un gran parque desde el que, alzando la vista, uno veía majestuoso ese pico que es el Jungfrau y que pertenece a un macizo montañoso con igual nombre. Sus 4.158 se alzan imponentes, y mientras lo admiraba pensaba en que me gustaría retratarlo con las primeras luces del día.
Y así fue, esa noche me acosté con la clara intención de madrugar al día siguiente y esperar que la climatología me permitiera retratar esta obra maestra de la naturaleza. Hubo suerte, el día apareció despejado y sin una sola nube que pudiera entorpecer la visión y de este modo esperé hasta que el sol, de manera lateral, pintara con sus rayos la nieve y la roca.
Se trata de una fotografía panorámica formada por cinco tomas verticales y que decidí revelar en blanco y negro para que la imagen resultante tuviera más fuerza y debido también a que a esas horas el color no aportaba nada especial.
Finalmente comentar que este pico fue ascendido por primera vez en 1811 por los hermanos Meyer.
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