Hoy os llevo a tierras del norte de España y concretamente de la región cántabra, donde por cierto tengo grandes amigos y conocidos. Allí, en las proximidades de la única estación de esquí de la región se encuentra el tramo de carretera asfaltada a mayor altura de la franja cantábrica y que tiene su final en un impresionante mirador que recibe el nombre de un manantial de agua que allí mismo nace y que lleva por nombre el de, la "Fuente del Chivo”.
Nos
encontramos a casi dos mil metros de altura, 1.992 para ser más exactos y desde
los cuales en días de buena visibilidad, nuestra vista puede contemplar un
vasto territorio.
Esta
fotografía está formada por ocho imágenes verticales que nos proporcionan una
vista de casi 180 grados de forma panorámica y en la que puede verse en el
centro de la misma la Sierra de Peña Sagra y a su izquierda las
estribaciones de los Picos de Europa.
El sol, situado casi en el horizonte y algunas nieblas crean una atmósfera casi mística mientras al otro lado de esas formaciones montañosas se atisba el mar Cantábrico. En días como el que disfruté en esa ocasión, puede incluso contemplarse a más de 65 kilómetros en línea recta, a la preciosa Santander.
Y aquí, muy
cerca de este mirador encontramos el singular pico "Tres Mares" cuyo
nombre no es fruto de un capricho si no que obedece al hecho de que
en dicha montaña nacen tres arroyos cuyas aguas acabarán desembocando en
tres mares diferentes: el Pisuerga que va al Atlántico, el Nansa al mar
Cantábrico y el Hijar que acaba convirtiéndose en el Ebro y
desembocará en el mar Mediterráneo.
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