viernes, 29 de abril de 2011

Miércoles 20, y la naturaleza creó el "TULIPÁN"

 El naranja, color de Holanda

Durante los preparativos del viaje habíamos decidido visitar un lugar, si o si porque solo está abierto dos meses al año, porque era una pena estando tan cerca y porque a medida que íbamos buscando información y viendo fotos y vídeos del lugar…. Más ganas y claro lo teníamos.
Como el primer día en Ámsterdam el cielo seguía regalándonos un sol maravilloso decidimos que por lo que pudiera pasar en los días venideros esa misma mañana nos iríamos aaaaaaaaa “Keukenhof” o lo que es lo mismo, un lugar donde se encuentra unos de los parques con jardines ornamentales más bellos del mundo. Sin duda en Keukenhof el gran protagonista es el tulipán pero también hay otras flores aunque la mayoría son todas procedentes de bulbos.
El acceso a este lugar distante a unos 25 kilómetros de la gran urbe de Ámsterdam nos llevó más tiempo del estrictamente necesario pero es que encontramos más retención de la esperada y nosotros preguntándonos ¿Qué habrá pasado? ¿Algún accidente?...
Belleza
¡¡Qué va!! Todo mucho más sencillo, simplemente que aquella mañana éramos, muuuuchos los que habíamos decidido ir a alimentar nuestra vista y nuestra alma a aquel remanso de paz y de hermosura floral.
Como no podía ser de otro modo, todo estaba perfectamente organizado y así cuando llegabas con el coche te dirigían a diferentes parkings de hierba donde dejabas el vehículo y desde donde en apenas un par de minutos ya estabas en la entrada del parque.
 La entrada al mismo no es gratuita pero dimos por bueno pagar los 14 ó 15 euros que por cabeza costaba la misma; a la salida das más que por bien empleado ese dinero ante la maravilla que acabas de presenciar.
¡¡Ah!! una cosa que no os he contado, es que camino de Keukenhof ya habíamos tenido la ocasión de ver desde la carretera esos míticos e increíbles campos de plantaciónes con cientos de miles de tulipanes de diferentes colores y ante los cuales te quedas boquiabierto… ya tenía yo en mente que al salir del parque, me iba a meter entre aquel enjambre ordenado de plantas con colorido fulgurante, para hacerles todo tipo de fotografías y que posteriormente (hoy sin ir más lejos) pudiera compartir con todos vosotros.
Al final entramos en el parque a las 11:30 de la mañana y no salimos hasta  las 18:30 y porque había que irse…..
Desde el primer metro recorrido (son unas cuantas Hectáreas de terreno) hasta el ultimo, la vista no deja de nutrirse de color, color y más color. Bellezas vegetales que además en algunas ocasiones se entremezclaban con bellezas animales como hermosos cisnes de color blanco que de vez en cuando se paseaban por alguno de los lagos-estanques que hay en Keukenhof y ojo no habla.
No os quiero ni imaginar como estaba la cámara y como estaban mis manos dándole un buen tute a la misma realizando todo tipo de fotografías desde ángulos típicos y otros más “novedosos” con los que disfrutaba a tope.
Dentro del parque tienes diferentes zonas acondicionadas para el descanso, el conocimiento del mundo de los tulipanes, zonas de restauración para tomar algo o incluso para comer (como nosotros hicimos) y todo perfectamente integrado.
Operario del parque trabajando
Así mismo entra todos los que allí estábamos visitando aquella maravilla también había jardineros y personal de mantenimiento que a pesar de nuestra presencia seguían mimando a las plantas, flores y arboles… por que también hay muchos árboles.
Resumiendo, si alguna vez tenéis idea de ir a conocer Ámsterdam entre los meses de Abril y Mayo no podéis dejar de pasar la oportunidad de venir a ver este idílico lugar. Seguro que hay otros muchos jardines hermosísimos en muchas partes del mundo, entre otros conozco los de La Granja pero tengo ganas de conocer Versalles (otra primavera me acercaré a conocerlo) y también muchos de los que pueden verse en diferentes rincones de Austria. En cualquier caso  a día de hoy todavía no he visto nada semejante a este rincón de exuberancia.
Entre pitos y flautas como ya os decía estuvimos siete horas por allí paseando pero es que al salir ya me estaba frotando las manos con lo que venía a continuación…. Cientos y miles de metros cuadrados con filas perfectamente delimitadas, de tulipanes de todos los colores imaginables y más….
Me encontraba poseído, en medio de aquel frenesí y sin saber a donde ver, que imagen capturar hacia donde ir…..  Ya lo expresaba bien Stendhal y es que la belleza puede llegar a abrumar de un modo prodigioso.
Este día hice cerca de unas cuatrocientas fotografías y como podéis comprobar os voy a mostrar únicamente un pequeñísimo resumen de lo contrario podría llegar a aburriros con tanta flor y tanto color ja,ja,ja,ja,ja.

Un besazo a todos.
Ger.












Representación de la puerta de Branderburgo

Me gusta especialmente esta vista





Bello cisne







"Parece que hoy tocaba blanco..."





Esto es todo amigos

Otra perspectiva





miércoles, 27 de abril de 2011

De Amberes a Amsterdam pasando por Rotterdam

La plaza más hermosa de Amberes

 Después de dormir en Amberes esta pasada noche, la idea era visitar lo más destacado de esta ciudad en el transcurso de la mañana y así lo hicimos. Seguimos con un tiempo primaveral rozando lo veraniego tanto por el sol como por las temperaturas.
"Imitando..."
Lo primero que  nos llamó la atención de Amberes nada más llegar, fue el ver por la calle, tanto el día anterior por la noche como esa misma mañana, una serie de “personajes” que no tenían desperdicio; no me voy a ir por las ramas que igual no os interesa saber nada de ellos, pero se trata de los judíos ortodoxos. La indumentaria y la forma de ir por la calle con sus gorros de piel, sus largos tirabuzones y sus simpáticos pantalones, le dan  a las calles próximas a la estación central por donde nosotros nos hospedábamos, una nota “diferente”. Por lo visto es aquí en Amberes donde está la mayor colonia de Europa de este tipo de judíos pero ello no es por casualidad y es que estos judíos controlan todo el mercado de diamantes de Amberes el cual supone el 80% del de todo el mundo.
No os quiero ni contar como en el tramo que va desde la estación central hasta las Grote Markt en el casco antiguo, la cantidad de tiendas y talleres dedicadas al mundo de las gemas. Es además un lugar (para quien le guste y pueda permitírselo) idóneo para comprar piedras preciosas, dado el muy buen precio que tienen aquí, en  la ciudad de Amberes.
Prosiguiendo con el recorrido; llegamos hasta el centro donde se encuentra lo más significativo de esta zona como es la catedral y sus alrededores con algún edificio señorial que deja bien a las claras la riqueza económica que siempre ha tenido esta ciudad; como dato deciros que Amberes es hoy por hoy el tercer puerto comercial del mundo tras el de New York y Rotterdam.
La estación central es digna de verse y más ahora que hace unos pocos años ha sido restaurada. Su edificio principal y su “hall” son de unas dimensiones considerables y sus formas, escalinatas y todo tipo de adornos interiores me recordaban mucho a la gran ópera Garnier de París.
Castillo de Amberes
No hay mucho más que ver en Amberes, al menos que fuera de nuestro interés así que tal y como teníamos planificado, pusimos rumbo a Amsterdam donde pasaremos los próximos cuatro días tanto para movernos por la ciudad como para  hacer diferentes excursiones a diferentes pueblos y lugares de los alrededores.
En nuestro itinerario desde Amberes hasta Amsterdam, estaban incluidas un par de paradas si nos daba tiempo y finalmente conseguimos hacerlas.
La primera de esas paradas era Rotterdam, una ciudad moderna y cuyo principal bastión y motor económico es su puerto comercial, un puerto que no alcanzas a ver dada su extensa dimensión.
 Salvo las denominadas, casas cúbicas (unos caprichos de la arquitectura) nada había llamado la atención especialmente en nosotros a la preparación del viaje, por ello nos limitamos a entrar en la ciudad dar un breve paseo y subirnos a lo alto de una torre mirador con restaurante incluido y que se encuentra a más de cien metros de altura para hacer unas fotos desde lo alto de la misma mientras esta va girando lentamente. Desde esa considerable altura y con aquel artefacto giratorio dando vueltas con solamente un cristal separándote del vació, mientras observábamos aquellas maravillosas vistas, me acorde de un par de amigos que tienen “problemas” con las alturas ja, ja, ja…. Y es que creo que me iban a mandar a freír espárragos si les hubiese dicho que me acompañaran en aquella excursión.
Bueno, tras el “paseíto” por las alturas en Rotterdam tocaba ahora acercarnos a un pueblo……. Si, a uno de esos pueblos donde se conservan todavía en buen estado, unos cuantos de esos molinos de viento tan típicos del ambiente rural holandés de antaño. Ese pueblo es Kinderdijk.
Curioso nombre para una cadena de restaurantes mexicanos

Si hasta este día el nivel de lugares y sitios a ver para ir desfrutando de mi afición fotográfica era sobresaliente, esa misma tarde así como al día siguiente (ya os contaré) alcanzo la excelencia.
Llegas de repente a un pequeño pueblo y ya a lo lejos ves como unos trece o catorce de esos molinos a ambos lados de un par de canales mientras por el centro hay habilitado un paseo para bicicletas y peatones.
Me volví como loco al verme allí, además de que eran como las 18:30 de la tarde y la luz era maravillosa para intentar hacer buenas fotografías. En el mejor de los casos pensaba incluso que podíamos presenciar una puesta de sol fantástica, como así fue. Ese paseo de muuuchos kilómetros por el que comenzamos a caminar resultaba excelente para eso, pasear, caminar deprisa, ir en bici, etc… y de ello se aprovechaban los lugareños que hacían buen uso de esa zona- Por si al lugar le faltaran alicientes, todo el entorno estaba plagado de patos salvajes, Garzas, Somormujos y todo tipo de aves acuáticas que hacían que para alguien como yo aficionado a la Ornitología todavía disfrutara muchísimo más. “Marilyn” (como yo tengo bautizada a mi cámara de fotos)estaba que echaba humo y mi dedo índice como tonto de hacer disparos y más disparos en aquel entorno como salido de un cuento de Hans Christian Andersen. El agua en calma  de los canales me proporcionaba un espejo formidable para hacer esas fotos que a mí me encantan a base de reflejos. Grupos de dos, de tres o de cinco molinos, molinos sueltos……… los fotografié de todas las maneras habidas y por haber y a medida que el sol se iba poniendo (permitirme la expresión) más excitado me sentía con las capturas que iba realizando.
Finalmente fueron más de dos horas en aquel paseo donde disfrutamos de un lugar hermoso y pintoresco como pocos.
Aquí os dejo fotografías que tomé ese día.
Que recuerdo más bello……………

Besos,  Ger.


Castillo de Amberes

Fuente de Brabo (detalle)

Frontal de una Vespa que use como "espejo" en la calle más comercial de Amberes



Cúpula del edificio de la estación central

Interior de la estación central

Una vista de Rotterdam  a más de 150 metros de altura

La torre en cuestión

Molinos

Garza

Otra de molinos

Y..... fin del día entre molinos

Pensando en el Amor

E n mi día a día, uno de los momentos en que mi cerebro se evade y en el mismo afloran pensamientos y recuerdos de todo tipo es cuando condu...