Julián Gayarre (fuente, Internet) |
Por suerte, afinidad y la amistad que he ido cultivando con personas de todas las edades cercanas y admiradoras como yo de ese instrumento llamado "VOZ", sé que entre mis más allegados más un 90% sabe que estamos hablando de un tenor navarro, pero no un tenor cualquiera sino de uno de los más grandes de la historia y que únicamente una muerte prematura le privó de obtener más gloria y fama, su nombre Julián Gayarre.
A raíz de la emisión por televisión de la película "Gayarre" (aquí os dejo el enlace a la película íntegra), hace ya muchos años y protagonizada por Alfredo Kraus fue como llegó a mi conocimiento la existencia de que una vez hubo un pastor allá por el pirineo navarro que con el paso de los años llegaría a convertirse en el mejor tenor del mundo de su época.
El libro que adquirí en su casa-museo |
Hace ahora once años, en el verano del 2003 durante unas vacaciones por Navarra decidí pasarme por el pueblo del Roncal para conocer en primera persona aquellos parajes donde se había forjado la leyenda del gran artista. Conocí su pueblo natal encuadrado en el hermoso valle del roncal, el mausoleo donde se guardan sus restos y la casa museo donde la música que ambienta el recinto está compuesta por una selección de arias interpretadas por Alfredo Kraus.
Os recomiendo que si en alguna ocasión y por cercanía os es posible no dejéis de visitar dichos lugares.
A continuación os transcribo "tal cual" en dos partes, aquellas crónicas que "cayeron" en mis manos y que quiero compartir con todos vosotros ya que me parecen muy interesantes además de tener un valor histórico incuestionable. Espero que os guste.
- 3 de ENERO de 1890 -
En casa de Gayarre
Tanta era la gente que pretendía ver el cadáver del insigne tenor, que anoche colocaron un inspector de orden público y dos parejas de seguridad para impedir la entrada a todo el que no fuera de la familia.
El cadáver estaba en una cama contigua a la que murió esperando el momento en que los médicos habían de practicar el embalsamiento.
Esta operación se practicó a la madrugada en presencia del subdelegado de Medicina y de los profesores Sres. San Martín, Salazar, Cortezo y Gimeno. Antes se practicó la estirpación de la laringe, de aquella laringe privilegiada que hizo en Gayarre el rey de los tenores.
Los referidos médicos tomaron datos de antropometría y recogieron detalles interesantes referentes a distintas medidas del cráneo y de la capacidad pulmonar.
La laringe ha quedado en poder del Dr. Cortizo para su preparación conveniente y para su examen.
Mi querido amigo el Dr. Gimeno me ha prometido un interesante artículo para el Faro, que remitiré mañana.
Después del embalsamiento, el cadáver fue vestido de frac y encerrado en tres cajas, de la que la exterior era una verdadera obra de arte; el féretro de puso encima de una magnífica cama imperial, rodeado de profusión de luces.
Durante la mañana, han estado en la casa del insigne tenor muchos personajes.
El entierro
A las dos y media de la tarde, la plaza de oriente con ser tan grande no podía contener más gente.
Encima de los bancos del paseo, encaramados en los pedestales de las estatuas, en las ramas los árboles, en los balcones, en todas partes había seres deseosos de rendir el último testimonio de admiración y de cariño al que como artista llevó el nombre de España en todas partes a una altura envidiable.
Dos parejas de la Guardia Civil mandados por un cabo procuraban a duras penas dejar un claro entre las gente enfrente de la casa mortuoria. Constantemente llegaban a ella comisiones de centros musicales y artísticos con magníficas coronas.
La subida a la casa no se franqueaba a nadie: el ministro de Gracia y Justicia tuvo que darse a conocer para que le abrieran paso.
A las tres y cuarto apareció el cadáver del gran Gayarre por el portal de la casa, conducido el féretro por los sepultureros. En el mismo momento comenzó a nevar copiosamente. Esto no fue obstáculo para que todo el gentío que invadía la plaza se descubriera respetuosamente y formara sordo rumor; las frases que se repetían de unos a otros ¡Ahí está Gayarre! ¡Pobre Gayarre! Muchas señoras se llevaban los pañuelos a los ojos, preñados de lágrimas.
Apenas se puso en marcha el cortejo fúnebre, una oleada inmensa de gente se unió al acompañamiento oficial, arrollando casi a los que formaban en la presidencia del duelo. Era el pueblo de Madrid, personas de todas las clases y condiciones que después de haber aplaudido delirantes en la escena a Gayarre, no querían separarse de él hasta el último momento. Era el sufragio del pueblo que una vez mas proclamaba rey de los tenores al infortunado Gayarre.
Presidieron el duelo los Sres. Echeverria (canónigo) Gayarre (Valentin, sobrino del finado) Sorio y Castelar, el cual modestamente rehusó el puesto principal en el cortejo.
Las cintas las llevaban los Sres. Arrieta, Barbieri, Carmona, Bayo, Millan, Sanchiz, Zapatero, Zapata, Marconi y Daban.
Al llegar el cortejo fúnebre al conservatorio, las alumnas, desde los balcones, arrojaron coronas y hojas de laurel. En el gran vestíbulo del teatro Real estaba formada la orquesta dirigida por el maestro Mancenelli y los coros de dicho teatro. Al penetrar en el vestíbulo el carro fúnebre, la orquesta tocó el preludio del cuarto acto de la "Favorita", y con los coros la gran marcha fúnebre de Chopin. El acto era imponente y a muchas personas se le arrasaron los ojos en lágrimas. Siguió después la comitiva por las calles señaladas en el itinerario, llenas de gente, y a las cinco se depositaba el féretro en el furgón que había de conducirle a Pamplona y de este punto al pueblo del Roncal.
Más que de la crisis se ha ocupado el pueblo de Madrid del entierro de Gayarre. La muchedumbre que había en las calles era tanto mas numerosa, si se tiene en cuenta que el día era crudísimo, que ha estado nevando toda la tarde y que reina en Madrid verdadera epidemia de pulmonías; nada de esto ha arredrado a este pueblo generoso, que al honrar a un artista insigne, se honra a si propio.
-El corresponsal.
-El corresponsal.
*****
-Seguidamente os dejo el fragmento de la película que reproduce el momento en que al gran tenor se le quiebra la voz cuando interpreta esta difícil pero bellísima romanza de la ópera "Los pescadores de perlas" de Bizet. Esto tenía lugar en el Teatro Real madrileño a finales del siglo XIX.
Besos y abrazos.
Ger.
Te has superado. Una gran crónica, didáctica, en la que la investigación llevada a cabo por ti es magnífica. Estoy seguro de que el mismísimo Gayarre aplaudir este magnífica crónica de su vida. Felicidades. Y, por cierto, no lo conocía.
ResponderEliminarHola mi querido amigo; gracias por tus palabras, la verdad es que lo que puedo decirte es que en su día cuando llevé a cabo dicha investigación, fue una sensación de lo más emocionante encontrar y tocar con mis propias manos un periódico tan antiguo y leer entre sus hojas descoloridas y frágiles, la crónica de tan magno acontecimiento. Lo menos era compartirlo con los demás. Es tambien como bien dices, una manera de dar a conocer a otro gran artista español de quién la mayoría no ha oído hablar nunca. Un abrazo.
EliminarGracias amigo. Como siempre, interesante lo que cuentas y emotivo. También descolorida está la película de San Alfredo, lo que le da una pátina de documental del que el propio Gayarre estaría orgulloso. La pena es que las grabaciones de la época no dejen hacerse idea clara de sus facultades.
ResponderEliminarMi querida Marisa, gracias por pasarte por aquí y dejar este comentario. Ya lo creo que Julián habría estado más que orgulloso de la interpretación de su vida por parte de "San Alfredo", no es para menos.
EliminarCon respecto a la voz y a las facultades de Gayarre, el tema de alguna posible grabación es algo que se ha barajado desde siempre y no resulta descabellado primero porque en esa época ya se realizaban grabaciones y además teniendo en cuenta que en ese momento era el primer tenor del mundo, no resultaría extraño que alguien tuviera la idea de convencerlo para que dejara registrada su voz. Como sucede en otros ámbitos artísticos en el que de pronto aparecen libros, cuadros, etc.... quién sabe sí algún día aparecerá alguna grabación de este Roncalés universal para regocijo de los que amamos el Arte del canto..
Un beso grande, guapa.
Gerardo, este comentario es de las dos (o sea Mayte y Pilar)
ResponderEliminarEn primer lugar felicitarte por el magnifico reportaje, con el cual habrás disfrutado como solo tu sabes hacerlo. Nos has trasladado a una época y unos hechos que como bien dices, son desconocidos incomprensiblemente por muchos.
A nosotras, por el contrario nos has hecho disfrutar de esos momentos tan emotivos, agradeciéndote el trabajo que te habrá supuesto su recopilación.
Como puedes imaginar el ejemplo que has utilizado para representar al gran Gayarre, nosotras pensamos (ya lo sabes) no podía ser otro.
Besos esta vez por partida doble. MAYTE & PILAR
Queridas Pilar y Mayte:
EliminarMuchíiisimas gracias por ese reconocimiento en vuestras bellas palabras. Efectivamente disfruté como un "enano" revisando aquellos periódicos y leyendo incluso de manera emocionada estos acontecimientos tan señalados para los que amamos la lírica y veo que esa emoción os la he contagiado, me alegro muchísima. En lo que se refiere a utilizar a nuestro "Santo particular" para representar a Gayarre creo que es lógico y normal que así haya sido puesto que aunque hay una versión más reciente de una película basada en la historia del tenor navarro, el protagonista (que seguramente ya sabéis quién es) no está a la altura, ni de Alfredo ni de muchos otros. Siempre me pareció un artista sobrevalorado el tal "Josep".
Un gran abrazo y muchos besos para las dos, mis encantadoras y bellas damas.
Disfrutar mucho de vuestra estancia juntas.
Muy interesante. Yo sí que había oído hablar de Gayarre, pero desconocía por completo cualquier dato sobre él. Lo único, que fue un grandísimo tenor y que era navarro.
ResponderEliminarOtra cosa, la foto del libro es una maravilla, me gusta mucho.
Un abrazo
Querido Juan Pedro, me alegro de que el post de hoy sirva para que sepas algo más de alguien que en su día gozó de una fama y reputación similar a la de cualquier estrella musical de hoy en día.
EliminarRespecto al comentario sobre la foto, es un piropo muy bonito; ya sabes que estoy en pleno inicio de un camino laaaargo para poder intentar dominar mínimamente el arte del buen uso del flash.
Un fortísimo abrazo.