jueves, 19 de mayo de 2016

"El policía, el león y el fotógrafo"

La Carrera de San Jerónimo de Madrid es conocida por la gran mayoría de españoles debido a las numerosas referencias que se hacen de la mencionada vía ya que en ella se encuentra el congreso de los diputados.

Hace aproximadamente un par de meses me encontraba paseando por dicho lugar a eso de las tres de la tarde y prácticamente sin ningún tipo de viandante por el lugar a semejantes horas; estaba frente a la escalinata del congreso pensando en hacer una foto diferente del lugar, hasta que se me ocurrió una. Me di cuenta entonces que al final de dicha escalinata que daba acceso a la entrada principal del congreso estaban dos policías con arma en mano y chaleco. No les presté demasiada atención pues estaban hablando con alguien y yo fui a lo mío, subí un par de escalones de aquellas escaleras y me apoyé bajo la "barriga" de uno de esos dos leones que flanquean la entrada al congreso; escuché entonces un: “señor, señor…. disculpe señor, oiga…”. 

Enseguida me di cuenta de que me estaban hablando a mi pero pasé olímpicamente, era consciente de que no estaba haciendo nada malo, ni a las escaleras, ni al león ni a nada, únicamente quería hacer una foto y por eso me tomé mi tiempo, ajusté parámetros, encuadré y disparé. Cuando ya tenía la foto sacada y consciente de que uno de aquellos policías venía hacia mí, me giré y le pregunté qué pasaba.  “No puede estar aquí” me espetó ante lo que supongo que era una cara la mía de plena perplejidad, estupor, pasotismo y de decir para mis adentros….."¿vale donde coño  hay alguna señal o cartel que lo diga o advierta de dicha prohibición?".

Contra esos dos policías poco o nada tengo que decir  pues al final cumplen órdenes, pero me gustaría saber quién es el lúcido lumbreras que pone a dos agentes de la ley a custodiar dos leones de bronce y además prohíbe el acercamiento a los mismos así como subir las escalinatas del congreso y acercarse a la entrada principal con aquellas enormes puertas, máxime cuando dentro no trabajaba "ni diós" (vaya, lo habitual en ese lugar).
La verdad es que por mi parte, la parada iba a ser de lo más corta, el hedor que salía de aquel edificio (demasiado solemne para quienes  normalmente lo habitan) no sirve precisamente de reclamo para que, nadie, al menos yo, desee entrar allí no vaya a ser que se le pegue algo, y no bueno precisamente.

En cualquier caso y a pesar de lo estupidez de tanta gente, hice la foto y aquí os la enseño.

Esos leones, que también tienen su propia historia, eran lo que me resultaba más atractivo y así quise hacer una fotografía de lo que podría verse a través de su hermoso cuerpo, y que vendría a ser la visión que las partes nobles de los felinos tendrían de los caraduras, ineptos e incompetentes que trabajan en el hemiciclo.

Sería de agradecer a quién atañe, que no se pusieran tantas trabas para que los ciudadanos de a pie pudieran acercarse al edificio donde se "supone", dictan los destinos de su futuro y de su país, todo eso por no hablar de que los de allí dentro, aunque no ejerzan, nos representan a todos nosotros, yo incluido.


Ha sido un placer estar tan cerca “señor León”.

Besos y abrazos.
Ger.


-Haz “click” sobre cualquier imagen y podrás verla a tamaño completo. 



2 comentarios:

  1. Es una foto magnífica, solo a ti se te podía ocurrir hacer una toma así.
    Y por supuesto de tomarte todo con esa tranquilidad que te caracteriza, solo estabas haciendo una foto y lo que en ella se ve no creo que sea para alarmar a nadie

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    1. Eso pienso yo guapísima. Besos mi querida Pilar.

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