Era un día soleado de
primavera y las terrazas cerca del mar se animaban con comensales ávidos
de los primeros rayos de sol con temperaturas casi veraniegas. Y claro, la
calle “es de todos” y por eso este pequeño felino permanecía impasible y con
suma paciencia a que la pareja de turistas quizás tuvieran con él algún detalle
en forma de alimento que llevarse a la boca.
Sí no tenía a esas
horas otro plan, ese no era del todo malo. Yo pedí permiso a los turistas para
hacerles la fotografía pero a “don gato” la verdad es que no…. no quería
descentrarlo de su labor vigilante.
Besos y abrazos.
Ger.
-Haz “click” sobre cualquier imagen y podrás verla a tamaño completo.
El momento lo es todo. Buena foto.
ResponderEliminarGracias maestro. Un abrazo
EliminarBela foto... como todas!!! captou um instantâneo descontraído
EliminarPaulo
Obrigado Paulo e as minhas disculpas por a tardanza na minha resposta. Beijos.
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