Mitad de semana y comenzamos ya el descenso hacia el finde. Por estas tierras catalanas empieza un nuevo día con sol, cielos despejados y sin el más mínimo atisbo de alguna posibilidad de precipitaciones; he perdido ya la cuenta de los meses que han pasado desde la última vez que en Barcelona, llovió en condiciones pero bueno, tampoco me voy a preocupar en exceso, como siempre los gobernantes encontrarán llegado el caso, solución para todo.
Bueno, vamos al lío que de lo contrario me voy por aquellos cerros jienenses. Era viernes santo, primer día de nuestra ruta costera de estas pasadas jornadas vacacionales. Nos habíamos acercado el día anterior al punto más lejano desde el que luego iríamos ascendiendo camino de casa. El lugar tierras de Murcia y concretamente el faro del Cabo de Palos donde comienza la manga del Mar menor.
Allí donde hay un faro allá que vamos nosotros y este no lo conocíamos con lo cual fue una excusa perfecta para visitar el lugar. Teóricamente se puede visitar el interior del faro y por ello concretamos una visita al mismo con día y hora pero... (tirón de orejas) la gestión de estas visitas funciona de forma patética y así dos días antes nos dicen que no podremos realizar la visita por motivos, bla, bla, bla…. excusas de mal pagador. Supongo que como a nosotros le sucedería lo mismo a otros muchos y más en fechas señaladas como estas que son ya temporada alta de turismo.
Nos conformamos entonces con la vista exterior de este bonito vigía tras el cual comienza ese cordón litoral de más de 20 kilómetros llamado "La Manga" y que separa el Mediterráneo de esa albufera que es el Mar Menor.
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