Cada cual debe disfrutar de las cosas según su estilo de vida, sus gustos e incluso conociendo un poco los límites que cada uno de nosotros tenemos en algunos ámbitos. Habrá quien piense y crea que los límites los ponemos nosotros mismos, y es cierto pero no porque no seamos capaces de hacer cosas que otros sí, quizás (al menos en mi caso) me gusta un mínimo de prudencia y sentido común a la hora de llevar a cabo determinadas actividades.
La montaña es un buen ejemplo, siendo como soy un apasionado de la misma, hay determinadas facetas de la misma, primero que no me atraen y en segundo lugar que creo se debe poseer cierta experiencia y conocimiento para enfrascarse en determinadas aventuras.
Lo mío es la fotografía y no, como en este caso, embarcarme en una jornada de nieve, caminata y una ascensión algo técnica a la cumbre del Montblanc que era a donde se dirigían este grupo de amantes de la montaña, como yo, pero de otro nivel.
Feliz miércoles desde este fantástico y fresquito patio de recreo en Chamonix, ahora que ya inexorablemente las temperaturas empiezan a subir y con ello ese calor que me deja “KO”.
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