lunes, 10 de junio de 2013

A mis pies...


Hoy me apetece que suene esta música mientras se observa mi fotografía.


La fotografía que hoy quiero compartir con vosotros es un buen ejemplo de el porqué me gusta volar y las alturas en general.

Te dan un punto de vista totalmente diferente; incluso de algo en teoría “insulso” y sin mucha gracia, como a priori puede ser un banco con gente sentada. Hay que partir de este no es un banco cualquiera, se trata de uno, de unos treinta metros de largo y con una forma casi semicircular ubicado frente al mar.

Lo curioso viene por la perspectiva de la imagen y por el  absoluto desconocimiento de las personas que en el banco se encuentran sentadas, de  que alguien les esté haciendo una fotografía 90 metros por encima de sus cabezas.

Si analizamos a las personas de ese banco puede comprobarse como están casi todas emparejadas y en muchos casos en actitudes muy cariñosas. Las edades también son de lo más variopintas como puede verse, sobre todo por el color de los cabellos y lo poco que puede apreciarse de sus rostros.

Otra referencia de esta imagen es la de los grupos  de bicicletas que se encuentran en el  lugar, uno más numeroso que el otro.

Y finalmente destacaría a la persona que camina en el lado izquierdo de la imagen, sola, y cuya pareja sería la sombra que el sol proyecta sobre el suelo.

Y esto es todo, espero que os guste esta imagen así como su punto de vista.


Besos y abrazos.


Ger.




ISO 100
      70 mm      f/ 8,0       1/125 seg.         Sin trípode

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