lunes, 30 de septiembre de 2013

Un día en la Mercé...

Hoy la música para leer esta entrada puedes escucharla pinchando  AQUÍ
Una sugerencia que os hago para ver las fotos en tamaño grande es pulsar la tecla "F11" y así toda la pantalla estará a disponibilidad vuestra para visualizarlas; volviendo a pulsar la misma tecla se restaura el aspecto original. Dicho esto, vamos a lo que realmente importa.


Como yo otros también madrugan
Madrugar de buena mañana es algo que siempre me ha gustado, están aquellos que se muestran más despiertos por la noche y trasnochan sin problemas y luego estamos los que la noche no nos resulta demasiado atractiva y preferimos empezar pronto el día.


Colorido en los balcones
Mi día a día ya es de levantarme temprano, sobre las 5:15 de la mañana para empezar pronto mi jornada laboral y ello es algo que no me da pereza, sí a eso unimos que el madrugón sea para llevar a cabo algún divertimento,  el esfuerzo de levantarse a esas horas ya es nulo por completo.

Eso fue lo que sucedió hace unos días; la ciudad en la que vivo desde hace tres lustros estaba de fiesta, de su fiesta grande, la Mercé y debido a ello diferentes actos tenían lugar a lo largo del día y yo me disponía a seguir uno con especial atención, la "diada castellera" que se celebraría en una de las plazas más emblemáticas de Barcelona, la plaza de Sant Jaume.


Los coches no son bienvenidos
No me levanté especialmente temprano, tenía tiempo hasta las 11:30 que debía presentarme en un emplazamiento donde había quedado con un compañero perteneciente a una de las Collas castelleras de la ciudad (cada día me gusta más ese mundillo y sí no fuera porque tengo un tiempo libre limitado de buena gana me introduciría de un modo más activo en el mundo de los castillos).

Tras desayunar como un señor, mi buena rebanada de pan tostado con aceite de oliva virgen acompañado de un buen trozo de fuet, una porción de tortilla de patata que sobrara de la noche anterior, mi zumo de naranja para acompañar y un café con leche para terminar, me dispuse a coger mis bártulos fotográficos y poner  rumbo hacia la zona del arco de triunfo para desde allí tranquilamente y callejeando, llegar hasta mi primer punto de encuentro.

Pasear por el barrio del Born, el gótico y en general toda la Ciutat Vella es una delicia en cualquier momento pero si además lo haces a primerísima hora de la mañana cuando la gente "normal" todavía está en cama o levantándose y desperezándose, la experiencia es todavía mejor, si cabe. Son barrios de calles y callejuelas diminutas pero llenas de historia, de una historia milenaria en muchos casos y que para mi constituyen el alma de cualquier ciudad medianamente antigua, sus barrios históricos por excelencia.


Gigantes en la plaza de Sant Jaume
Paseaba tranquilamente con mi cámara en mano y el teleobjetivo puesto en la misma para "cazar" cualquier momento que mereciera la pena durante el camino. El paseo era lento y disfrutaba de olores a café recién hecho, a sonido de tazas y platos en los pisos más bajos de esas viviendas que acotan esas pequeñas calles, personas que van al horno y compran bollos y pan... empieza un nuevo día pero este además era día de fiesta.

Disparé mi cámara contra pequeñas callejuelas del barrio con su ropa tendida y la calma de la "mattina" que tan agradable a mí me resulta. Cuando llegué y atravesé la Via Laietana la cosa cambió y de fondo empezó a escucharse un rumor de gente que iba "in crescendo" a medida que te acercabas a lo que sería el gran centro neurálgico de este día de la Mercé, la Plaza de Sant Jaume; a la misma ya habían llegado gran cantidad de curiosos y sobre todo turistas para ver los "Gigantes y cabezudos" que allí estaban dispuestos a lo largo de todo el perímetro de la plaza y que en unas horas recobrarían vida gracias a sus porteadores.
Protestas

Desde allí continué mi paseo hacia la plaza de la Mercé donde se encuentra la iglesia erigida en honor de la virgen que "cuida" de los barceloneses. Mientras me acercaba me pareció que había demasiados miembros de los cuerpos de seguridad, pero lo entendí cuando llegue a la plaza, había una concentración y manifestación de protesta por parte de un numeroso grupo de inmigrantes así como de gente de "casa". Allí estaban con megafonía, pancartas, y carteles "cargando" su irá contras las cabezas visibles de aquellos que los ningunean, a los que vienen de fuera pero también a los de dentro; en el interior de la iglesia (supongo que purgando sus pecados) estaban entre otros el presidente de la Generalitat, Artur Más, me como a propósito el título que se le impone a la persona que posee ese cargo político (el Honorable) y es que estos políticos de hoy en día poco o nada saben del Honor, les viene grande este término.
La gente demuestra su descontento

Por supuesto cuando la comitiva salió del santuario los gritos y el abucheamiento se hicieron más que ostensibles ante los nervios de algunos miembros de los cuerpos de seguridad supongo que por si la integridad física de alguien corría peligro. Todo infundado, al final la sangre no llegó al río y la fiesta prosiguió.
De la plaza salieron danzando los Gigantes que estaban también apostados en la misma y tras ellos las seis collas de Castellers que estaban allí emplazadas y que iban hacer las delicias de los amantes de los Castellers y entre ellos yo que además para esta ocasión contaba con el "enchufe" de vivir desde dentro el ambiente y la fiesta.
Vigilancia
La entrada en Sant Jaume fue un poco accidentada en el sentido de que era tanta la muchedumbre allí concentrada que a duras penas podíamos avanzar. Al final y poco a poco se hizo un mini cordón que permitió la entrada de los pilares con los que cada colla hacía su entrada en la plaza situada entre ayuntamiento y Palacio de la Generalitat.


Las "collas" van llegando a la plaza de la Mercé
En un principio mi ubicación no fue la mejor que hubiese deseado y además estaba literalmente enjaulado entre miles de personas que me impedían moverme con un mínimo de libertad; el sol pegaba de justicia y entre eso y el calor y los sudores de todos los que me apretujaban se hacía bastante incómodo hacer fotos, tenía bastante con proteger el equipo de golpes. Al final el desmayo de una abuela turista que se quedó "pajarito" entre mis brazos por culpa de una lipotimia permitió que en cuanto llegaron las asistencias sanitarias me pudiera mover y cambiar de ubicación.


Ríos de personas cerca de Sant Jaume
Mientras, los castillos se seguían montando y desmontando con un porcentaje bastante elevado de éxito. Para los que viven fuera de Cataluña es un espectáculo bastante raro y difícil de poder presenciar en directo a pesar de que en ocasiones por invitaciones para eventos, fiestas etc, algunas de las diferentes collas (grupo en catalán) salen a algunas localidades tanto nacionales como internacionales. Sí alguno tiene oportunidad de ver un espectáculo de este tipo en directo que no deje pasar la ocasión, a mí personalmente me parece el aspecto cultural y folclórico más bello de lo mucho que hay en las costumbres catalanas; no sólo hablo de la belleza y plasticidad de los castillos sino de valores que llevan intrínsecos estos ejercicios como son la camaradería, la unión, la solidaridad....
En fin, que fueron más de tres horas viendo castillos de todo tipo, por separado unas veces y otras  al unísono.

Al final de la jornada se unió el feliz reencuentro con una amiga que hacía años que no veía y fue un bonito broche para un día en el que las protagonistas son las mujeres llamadas Mercé, Mercedes o Merche pero también recordaré que aunque con más modestia, también algunos Gerardos tenemos en ese 24 de septiembre el día de nuestra onomástica.

El próximo año más, ya lo creo, aunque en esa ocasión espero poder tener una ubicación mejor para traeros material fotográfico diferente y más espectacular que el de esta ocasión.

A continuación os dejo esta selección de imágenes esperando que sea de vuestro agrado y que como os decía al principio de la crónica, pueden verse a tamaño grande haciendo "click" sobre las mismas.

¡¡ Disfrutarlas !!

Besos y abrazos.

Ger.







Poniéndose la faja





La camisa bien puesta





Blanco nuclear en los pantalones





Pasacalles hacia Sant Jaume





Para empezar, un pilar





Dos de las collas entrando en la plaza con sendos pilares





La colla de Sagrada Familia hace su entrada





Dos bellas castelleras





Los "mandamas" no pierden detalle





Uno de los primeros castillos





Alegría por lo conseguido





Fajas de la Colla Jove de Barcelona





Los castellers del barrio de Gracia





Los de Sants  haciendo "folra"





A punto de culminar el castell





Fuerza y unión





Muchos querían su recuerdo de este día





A veces el castillo se desmorona





Los más pequeños en todo lo alto





La "enxaneta" asciende hacia lo alto





Todos a una





Una castellera muy guapa


domingo, 29 de septiembre de 2013

El castillo.... de las farolas

Hace pocos días os mostré una imagen en la que jugaba con la perspectiva; en aquella ocasión se trataba de elementos arquitectónicos, en el día de hoy el "juego" es con un grupo de esforzados castellers y una farola de varios brazos que se "cruzó" tras ellos, mientras levantaban su figura.



ISO 200      108 mm      f/ 4,0       1/ 1000 seg.      Sin trípode


viernes, 27 de septiembre de 2013

Rumbo al Otoño...

El inexorable tiempo hace que unas estaciones sucedan a las otras y ahora es el turno de la más bella (al menos para un servidor). 

Esos colores amarillos, ocres, naranjas, etc.... son como un último acto de alegría y felicidad antes de que plantas, árboles y arbustos entren en un periodo de letargo que les llevará a pasar el invierno sin apenas hacerse notar para nuevamente en la Primavera resurgir con fulgor y verdes renovados.

Os dejo un pequeño mosaico de imágenes de hace unos días en las que se adivinan que un ciclo está finalizando.

Besos y abrazos.
Ger.



viernes, 20 de septiembre de 2013

Buscando y....... encontrando

Hace unos días compartí con vosotros en "este post" una fotografía en la que jugaba con las perspectivas. Para llegar hasta aquella fotografía antes me dediqué a "inspirarme" fotografiando los motivos, de diferentes modos y desde diferentes ángulos.

En la fotografía igual que en otras especialidades hay ocasiones en las que a uno no le basta con tener un punto de vista de las cosas pero eso en fotografía es algo peligroso… ya que uno puede encontrar infinitos ángulos.

Hoy os dejo tres interpretaciones que hice del puente 25 de Septiembre durante un crepúsculo estival, espero que sean de vuestro agrado.

Como siempre hacer "click" sobre cada imagen para verla en formato mayor e inclusive probar a pulsar la tecla  "F11".

Besos.

Ger.


Colores de atardecer




Lo que daría por subir a esa cesta de mantenimiento junto al pilar






Primer plano.... segundo plano


















miércoles, 18 de septiembre de 2013

Lisboa antigua...

El título de hoy es el que nos servirá para poner fondo musical, pincha AQUÍ.

En todas las imágenes incluso en las que aparecen más pequeñas, hacer "click" sobre ellas y podréis verlas en un tamaño mayor.


La célebre Torre de Belem

Hace un par de meses he descubierto una ciudad fascinante, una ciudad con una luz preciosa, esa ciudad se llama LISBOA.

La luz, esa esencia imprescindible para los que nos gusta la fotografía adquiere aquí unas tonalidades hermosas; parte por el sol  parte por los colores de las edificaciones muchas de ellas de colores alegres y vivos donde predominan sobre todo amarillos y rosas.
En una visión general de Lisboa, ésta me recordó en muchos aspectos a Roma... es una ciudad decadente, bastante dejada e incluso sucia en algunos barrios, pero aun así,  atractiva, bella,  e igual que Roma, llena de encanto.


Parece salir de la catedral



Varios son los barrios que constituyen esta ciudad pero los realmente indispensables para callejear y conocer son los de su trazado más antiguo, barrios como Alfama, el barrio Alto, a Baixa o Chiado por citar los más emblemáticos. De carácter primordialmente sencillo y también humilde, las viviendas de estos barrios clásicos rezuman nostalgia, supervivencia,  pero con un carácter que sabe alternar y conjugar,  penas con alegrías.
Sus adoquines pueblan la gran mayoría de las calles y suelos, lo que caminar o conducir por esas calles te traslada a un pasado no muy lejano allá por las décadas centrales del siglo XX donde el asfalto estaba todavía en sus albores. 



Una de las cosas que más me ha sorprendido de Lisboa es su gran tamaño en extensión aunque no la recorrí toda,  mi visita se centró fundamentalmente en esos barrios populares que antes mencioné  y en algunas salidas puntuales a otros lugares de interés fuera de lo que es propiamente el centro. 
Mirador de Santa Justa

Uno de esos lugares  alejados del centro pero de visita obligada  es  el paseo por una de las orillas del Tajo donde hay un bonito trayecto desde la Torre de Belem hasta el monumento a los descubridores pasando un poco más  hacia el interior por el Monasterio de los Jerónimos.
Lo más sencillo para acercarse a esta zona sí no se quiere invertir mucho tiempo caminando desde el centro, es montarse en uno de los modernos tranvías que circulan casi paralelos al río así como por algunas otras zonas de la urbe; dichos vehículos, con tecnología actual conviven con los vetustos y pintorescos que circulan por la parte antigua de la ciudad y que evocan en uno sentimientos bohemios de épocas pretéritas. Estos antiguos "artefactos" mitad hierro,  mitad madera,  además de suponer una atracción turística en si misma le permiten a sus usuarios desplazarse por calles y callejuelas estrechas salvando muchas veces desniveles importantes para los menos acostumbrados a los esfuerzos físicos o simplemente para la gente mayor o incluso el que no quiera caminar.


Fuente en la plaza del Rossio

 Entre todos esos antiguos tranvías uno se lleva la palma y la fama; es  el número 28  y es que  tiene un trazado por algunos de los lugares más emblemáticos y de ineludible visita, de la ciudad. El transporte en Lisboa no es barato por lo que tanto como turista como si se es oriundo  de la ciudad, conviene comprarse los diferentes bonos que existen ya que se amortizan muy pronto.

¿Pero que ver en Lisboa? 


El monumento a los descubridores

Cualquier guía os diría la docena de lugares típicos e indispensables pero como en tantos otros lugares éstos no siempre coinciden con los gustos de este viajero. Claro que hay cosas ineludibles, la Torre de Belém,  el también monumento a los Descubridores, el elevador de Santa Justa, etc... Pero hay otros que yo obvié como el Monasterio de los Jerónimos por el que solo pasee a su lado; tampoco entre en el castillo de San Jorge y ni tan siquiera fui a degustar alguna de las múltiples formas de cocinar el bacalao por parte de los portugueses.
Sin embargo me subí a la terraza del mausoleo nacional no antes  de ver en este mismo edificio donde yacen portugueses ilustres, la tumba de la reina de esa música que tanto me gusta y que es el fado; me estoy refiriendo a Amalia Rodrigues  a la que también rendimos pleitesía  visitando  su fundación con sede en la que fue su casa en los últimos 30 años y que en la actualidad es un museo de la artista,  donde todos los amantes del fado hacemos de esa visita una parada obligada. 


Asamblea nacional

 No pude evitar como en todas las ciudades donde sé que hay un teatro de ópera dejar de visitar el de Lisboa; en este caso se trata del Teatro  Sao Carlos, el cual tiene el honor de haber sido el único teatro de ópera del mundo donde cantaron juntos el mejor tenor y la mejor soprano del siglo XX, me refiero lógicamente a Maria Callas y Alfredo Kraus que protagonizaron una versión de La Traviata en marzo de 1958 que ya ha quedado para los anales de todos los aficionados a la lírica.
Cuenta también Lisboa con algunas plazas hermosas y en muchos casos casi descomunales por el tamaño de las mismas... me viene a la cabeza la Plaza del Comercio, lindante con una  de las orillas del Tajo; de forma rectangular está presidida por un arco espectacular que sirve de puerta para la calle que sale del mismo y bajo el cual también circulan los antiguos tranvías de los que os hablaba antes. 
Tranvías y bullicio en la calle

Pero sin duda lo que más me gusta hacer en las ciudades que visito y Lisboa no es una excepción, es callejear lo cual me parece que es la mejor manera de empaparse y tomar el pulso a una ciudad. Gracias a esto pude comprobar también la gentileza y atenciones que te brindan los lisboetas,  incluso a los españoles, a pesar de la fama de animadversión que parece ser tienen nuestros vecinos portugueses hacia nosotros los españoles. Yo particularmente no estoy de acuerdo con esto y como digo siempre,  hay gente mejor y peor en todas partes y en todos los lugares sin que ninguno tenga la exclusividad en ningún caso.
Finalmente os sugeriría tres sitios fuera de Lisboa ciudad, aunque eso sí,  uno de ellos requeriría el haberse acercado a esta ciudad en coche o en su defecto alquilar uno; os estoy hablando del Cabo da Roca un precioso accidente geográfico con hermosos acantilados y coronado por un bello faro. Otro lugar es la vecina ciudad de Alama al otro lado del Tajo y donde puede verse una réplica casi exacta de la estatua del Cristo redentor que hay en Rio de Janeiro, además de esta atracción puede verse una bella vista de Lisboa desde el "otro lado" y admirar al mismo tiempo el Puente colgante del 25 de septiembre  que hay que cruzar para salvar el río y de aspecto muy similar al célebre Golden Gate que adorna la bahía de San Francisco. Finalmente la localidad de Sintra es de visita obligada y más su Castillo da Pena.

Dicho todo esto, en mi caso fueron cuatro días pero puede ser uno más y creo que con cuatro o cinco días uno puede hacerse una idea relativamente buena de lo que es.......  LISBOA.

Besos y abrazos.

Ger.



Faro en el Cabo da Roca con sus bellos acantilados



martes, 17 de septiembre de 2013

La unión hace la fuerza...

veces hay imágenes que ilustran perfectamente el significado de una expresión, éste podría ser el caso de la foto que hoy os traigo, el comienzo de un "castillo humano".

Hay situaciones, circunstancias, momentos en que el individualismo carece de fuerza, de importancia....  es necesario sumar, unirse y esto es válido para todos los ámbitos de la vida pues queramos o no, tenemos a nuestro alrededor a otras personas a quién nuestros actos pueden afectar positiva o negativamente y por ello ¿qué tal si todos remamos en la misma dirección?.

Besos y abrazos.


Manos para alzar y sujetar



domingo, 15 de septiembre de 2013

Los puntos de vista...

En ocasiones y no solo en fotografía, un punto de vista diferente o la simple perspectiva con la que uno puede ver algo da un efecto y un juego visual, digamos divertido y menos convencional.

Es el caso de esta fotografía, está tomada desde la otra orilla de Lisboa en un pequeño puerto abandonado de la localidad de Almada y entre las diferentes fotos que hice al impresionante puente del 25 de Abril,  realicé esta jugando con una abandonada grúa que parece precisamente por la perspectiva con que hice la foto o el punto de vista, como queramos decirlo, que la misma se encarga de sujetar uno de los mástiles.

Digamos que se trata de una foto, diferente y que espero os guste.

Besos y abrazos.

Ger.

ISO 100      10 mm      f/ 22       1/ 0,5 seg.      Con trípode 

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Obradoiro...

Siempre se ha dicho que hay plazas y plazas, es cierto y el de hoy es un buen ejemplo. ¿Qué es lo que converge para que un lugar sea considerado bello?

Pues en este caso y tratándose de arquitectura, lo que converge es un TODO, un todo de edificios, de historia, de leyenda, de sueños e incluso de meta para millones de personas, no solo ahora sino desde hace más de un milenio.

Por todo esto y muchas más cosas la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela puede estar por derecho propio entre una de las plazas más bellas del mundo y creo que serían muchos los que ratificarían tal afirmación.

En el plano meramente arquitectónico ese conjunto de piedra lo forman el Hostal de los Reyes Católicos (parador nacional) el Palacio de Raxoi, el colegio de San Xerome y por supuesto la gran protagonista, la Catedral de Santiago.

Esas cuatro fachadas todas ellas de granito gallego junto con la propia plaza de suelo, también pétreo, conforman un conjunto maravilloso al que la guinda se lo pone sobre todo los millones de visitantes y peregrinos que a lo largo de la historia han querido por unos u otros motivos acercarse a la que hoy es la capital de Galicia.

La fotografía de hoy es de hace apenas unas semanas y espero que os guste.

Besos y abrazos.

Ger.



ISO 100      10 mm      f/ 8,0       1/90 seg.      Sin trípode 

domingo, 8 de septiembre de 2013

Sombrero de copa....

La música de hoy lleva nombre propio y más que evidente "Top Hat", descubre AQUÍ la versión que tengo preparada para esta ocasión.

El musical no es precisamente mi género cinematográfico favorito pero evidentemente y como en casi todo también aquí hay excepciones. Si uno piensa en grandes bailarines cinematográficos de la primera mitad del siglo XX a uno le vienen a la cabeza dos nombre propios, uno Gene Kelly y el otro por supuesto y mi predilecto, Fred Astaire.

A mi modo de ver este artista es la elegancia del baile personificada y sus películas con ese aire de antaño y sin apenas artificios es una delicia para la vista por toda la plasticidad que transmiten.

La música y las letras de la banda sonora de Top Hat fueron compuestas por Irving Berling, otro genio. Y de la banda sonora de aquella película de 1935 ha quedado ya inmortalizada, sobre todo por miles de versiones la célebre "Cheek to Cheek".

La foto de hoy no es de ningún sombrero de copa pero sí de otros que vi sobre el suelo en un paseo marítimo, me gustó su colorido y decidí conservarlo para siempre.
Espero os guste.

Besos y abrazos.
Ger.


Y por cierto, buscaros cuatro minutos, sólo cuatro y ver ESTA secuencia, es grandiosa. Sí alguna vez tuviera que reencarnarme en algún bailarín, ese sería Fred.



ISO 100
      110 mm      f/ 2,8       1/2000 seg.      Sin trípode

jueves, 5 de septiembre de 2013

Amalia, siempre Amalia...

Para amenizar la entrada de hoy, AQUÍ está lo que os he preparado.


La tumba de Amalia en el interior del Panteón Nacional

La entrada de hoy es un pequeño pero sentido homenaje a una de esas personas, a uno de esos artistas que pasan por el mundo dejando su impronta en multitud de admiradores contemporáneos pero que seguramente también lo hará en futuras generaciones.

Que la música es el ARTE que más quiero y aprecio es evidente como muchos ya sabéis, dados mis gustos y aficiones. Los géneros y artistas que disfruto hoy en día han aparecido en mi vida por diferentes caminos; unos por la influencia de mis padres y conocidos que sin querer al escuchar yo sus gustos musicales  estaban creando un caldo de cultivo dentro de mi; otros han sido fruto de la curiosidad y de la investigación (mi amada Ópera fue así como creció dentro de mi) y en otros casos fue la casualidad la que hizo que me acercara a determinados géneros y este es el caso de lo que hoy toma protagonismo aquí, el Fado.

Siempre había oído hablar e incluso alguna vez escuché  fragmentos de esta  música tan portuguesa pero nunca sentí la llamada de la misma. Mi amor por el fado, música esta llena de contrastes pero donde predomina la tristeza, la melancolía y como diría un gallego la "morriña",  surgió gracias a mi enamoramiento musical por una de las voces que más admiro en de todo el panorama musical de nuestros días, Mariza

Su voz, su maravillosa voz fue la que me cautivo hace unos años hasta el extremo de que durante cuatro meses la escuché una media de cuatro y cinco horas diarias. Si, ya sé que puede parecer exagerado pero esa es mi relación con la música, un apasionamiento total; como además tengo la suerte de tener un trabajo que me permite escuchar música mientras lo llevo a cabo, me resulta más fácil alimentar esas ansias de escuchar y escuchar.

Mariza, como otros antes me cautivó,  como os iba diciendo, por su voz y por el control absoluto sobre la misma que le permite hacer todo tipo de filigranas adornando ya de por si la música y las letras que interpreta repletas de belleza.
Mi admiración por esta joven portuguesa me ha llevado ya a escucharla en directo en tres ocasiones, una en el bello pueblo portugués de Ponte da Lima y dos más aquí en Barcelona en el precioso Palau de la música catalana.

Lo que sucedió es que a medida que crecía mi interés por la música del fado también creció mi interés por escuchar a otros artistas y claro hablar de fado es sinónimo de Amalia Rodrigues la gran dama de la canción portuguesa y una artista de trascendencia universal y reconocida no solo en su país sino también en su hermano Brasil, en los Estados Unidos, en Europa e incluso en Japón donde también actuó.


Entrada para acceder a la casa de la Fadista universal
De orígenes humildes, la historia de Amalia es parecida a la de otros grandes personajes a lo largo de la historia, que se han hecho a sí mismos llenos de fuerza y determinación. Poco a poco he ido recopilando música interpretada por Amalia y está más que justificada las pasiones que levantaba dada la calidad, estilo y  manera de interpretar estas pequeñas "tragedias" que normalmente suelen ser los fados.

En mi reciente visita a Lisboa tenía ya previsto de antemano acercarme a rendirle honores a la gran Amalia visitando la que fue su casa durante los últimas tres décadas y que hoy en día es la sede de la fundación que lleva su nombre. La casa y todas sus estancias visitables con acompañamiento de una guía,  están tal cual desde el fallecimiento de la inminente artista en 1999 (año negro este 99 pues en apenas un mes se llevó además de Amalia a mi venerado Alfredo Kraus).

La verdad es que visitar la casa de Amalia mientras se la oía de fondo cantando resultó una experiencia maravillosa; ver los vestidos con los que actuó alrededor del mundo y en donde predominaba el color azabache, imaginarse las reuniones con familiares y amigos en el salón de aquella casa donde tantos momentos entrañables de fiestas y de cante debieron darse, me resultó emocionante. En ese mismo salón hay una mesa-vitrina donde pueden contemplarse la gran cantidad de medallas y premios que recibió Amalia a lo largo de su carrera como la famosa "Legión de Honor" francesa, sólo por citar una de ellas.


Imagen de la planta del Panteón, que tomé desde lo alto de la cúpula

Realmente fue una experiencia fantástica y conmovedora visitar su casa, me resultó conmovedor y me acercó un poquito más a la vida de alguien a quién ya admiraba. Al día siguiente nos fuimos a visitar un  importante monumento en Lisboa aunque no de los más visitados; ubicado en pleno barrio de la Alfama y con gran porte, se levanta el Panteón nacional. Se trata de un edificio impresionante el cual alberga en su interior a muchos de los más célebres  portugueses y donde se encuentras entre otros Vasco de gama, Luis de Camoes, Guerra Junqueiro, o Teófilo Braga  y por supuesto..... Amalia.

Hasta su tumba me acerqué y la misma era fácilmente reconocible por la multitud de flores que había y que una mujer, ya de avanzada edad, se encargaba de cuidar, regar, y limpiar con mucho mimo para que aquel ballet floral adornara como se merecía, a esta portuguesa que conquistó a miles de aficionados en todo el mundo.

¡¡¡Grande Amalia!!!

Obrigado


Ger.

Pensando en el Amor

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