lunes, 30 de septiembre de 2013

Un día en la Mercé...

Hoy la música para leer esta entrada puedes escucharla pinchando  AQUÍ
Una sugerencia que os hago para ver las fotos en tamaño grande es pulsar la tecla "F11" y así toda la pantalla estará a disponibilidad vuestra para visualizarlas; volviendo a pulsar la misma tecla se restaura el aspecto original. Dicho esto, vamos a lo que realmente importa.


Como yo otros también madrugan
Madrugar de buena mañana es algo que siempre me ha gustado, están aquellos que se muestran más despiertos por la noche y trasnochan sin problemas y luego estamos los que la noche no nos resulta demasiado atractiva y preferimos empezar pronto el día.


Colorido en los balcones
Mi día a día ya es de levantarme temprano, sobre las 5:15 de la mañana para empezar pronto mi jornada laboral y ello es algo que no me da pereza, sí a eso unimos que el madrugón sea para llevar a cabo algún divertimento,  el esfuerzo de levantarse a esas horas ya es nulo por completo.

Eso fue lo que sucedió hace unos días; la ciudad en la que vivo desde hace tres lustros estaba de fiesta, de su fiesta grande, la Mercé y debido a ello diferentes actos tenían lugar a lo largo del día y yo me disponía a seguir uno con especial atención, la "diada castellera" que se celebraría en una de las plazas más emblemáticas de Barcelona, la plaza de Sant Jaume.


Los coches no son bienvenidos
No me levanté especialmente temprano, tenía tiempo hasta las 11:30 que debía presentarme en un emplazamiento donde había quedado con un compañero perteneciente a una de las Collas castelleras de la ciudad (cada día me gusta más ese mundillo y sí no fuera porque tengo un tiempo libre limitado de buena gana me introduciría de un modo más activo en el mundo de los castillos).

Tras desayunar como un señor, mi buena rebanada de pan tostado con aceite de oliva virgen acompañado de un buen trozo de fuet, una porción de tortilla de patata que sobrara de la noche anterior, mi zumo de naranja para acompañar y un café con leche para terminar, me dispuse a coger mis bártulos fotográficos y poner  rumbo hacia la zona del arco de triunfo para desde allí tranquilamente y callejeando, llegar hasta mi primer punto de encuentro.

Pasear por el barrio del Born, el gótico y en general toda la Ciutat Vella es una delicia en cualquier momento pero si además lo haces a primerísima hora de la mañana cuando la gente "normal" todavía está en cama o levantándose y desperezándose, la experiencia es todavía mejor, si cabe. Son barrios de calles y callejuelas diminutas pero llenas de historia, de una historia milenaria en muchos casos y que para mi constituyen el alma de cualquier ciudad medianamente antigua, sus barrios históricos por excelencia.


Gigantes en la plaza de Sant Jaume
Paseaba tranquilamente con mi cámara en mano y el teleobjetivo puesto en la misma para "cazar" cualquier momento que mereciera la pena durante el camino. El paseo era lento y disfrutaba de olores a café recién hecho, a sonido de tazas y platos en los pisos más bajos de esas viviendas que acotan esas pequeñas calles, personas que van al horno y compran bollos y pan... empieza un nuevo día pero este además era día de fiesta.

Disparé mi cámara contra pequeñas callejuelas del barrio con su ropa tendida y la calma de la "mattina" que tan agradable a mí me resulta. Cuando llegué y atravesé la Via Laietana la cosa cambió y de fondo empezó a escucharse un rumor de gente que iba "in crescendo" a medida que te acercabas a lo que sería el gran centro neurálgico de este día de la Mercé, la Plaza de Sant Jaume; a la misma ya habían llegado gran cantidad de curiosos y sobre todo turistas para ver los "Gigantes y cabezudos" que allí estaban dispuestos a lo largo de todo el perímetro de la plaza y que en unas horas recobrarían vida gracias a sus porteadores.
Protestas

Desde allí continué mi paseo hacia la plaza de la Mercé donde se encuentra la iglesia erigida en honor de la virgen que "cuida" de los barceloneses. Mientras me acercaba me pareció que había demasiados miembros de los cuerpos de seguridad, pero lo entendí cuando llegue a la plaza, había una concentración y manifestación de protesta por parte de un numeroso grupo de inmigrantes así como de gente de "casa". Allí estaban con megafonía, pancartas, y carteles "cargando" su irá contras las cabezas visibles de aquellos que los ningunean, a los que vienen de fuera pero también a los de dentro; en el interior de la iglesia (supongo que purgando sus pecados) estaban entre otros el presidente de la Generalitat, Artur Más, me como a propósito el título que se le impone a la persona que posee ese cargo político (el Honorable) y es que estos políticos de hoy en día poco o nada saben del Honor, les viene grande este término.
La gente demuestra su descontento

Por supuesto cuando la comitiva salió del santuario los gritos y el abucheamiento se hicieron más que ostensibles ante los nervios de algunos miembros de los cuerpos de seguridad supongo que por si la integridad física de alguien corría peligro. Todo infundado, al final la sangre no llegó al río y la fiesta prosiguió.
De la plaza salieron danzando los Gigantes que estaban también apostados en la misma y tras ellos las seis collas de Castellers que estaban allí emplazadas y que iban hacer las delicias de los amantes de los Castellers y entre ellos yo que además para esta ocasión contaba con el "enchufe" de vivir desde dentro el ambiente y la fiesta.
Vigilancia
La entrada en Sant Jaume fue un poco accidentada en el sentido de que era tanta la muchedumbre allí concentrada que a duras penas podíamos avanzar. Al final y poco a poco se hizo un mini cordón que permitió la entrada de los pilares con los que cada colla hacía su entrada en la plaza situada entre ayuntamiento y Palacio de la Generalitat.


Las "collas" van llegando a la plaza de la Mercé
En un principio mi ubicación no fue la mejor que hubiese deseado y además estaba literalmente enjaulado entre miles de personas que me impedían moverme con un mínimo de libertad; el sol pegaba de justicia y entre eso y el calor y los sudores de todos los que me apretujaban se hacía bastante incómodo hacer fotos, tenía bastante con proteger el equipo de golpes. Al final el desmayo de una abuela turista que se quedó "pajarito" entre mis brazos por culpa de una lipotimia permitió que en cuanto llegaron las asistencias sanitarias me pudiera mover y cambiar de ubicación.


Ríos de personas cerca de Sant Jaume
Mientras, los castillos se seguían montando y desmontando con un porcentaje bastante elevado de éxito. Para los que viven fuera de Cataluña es un espectáculo bastante raro y difícil de poder presenciar en directo a pesar de que en ocasiones por invitaciones para eventos, fiestas etc, algunas de las diferentes collas (grupo en catalán) salen a algunas localidades tanto nacionales como internacionales. Sí alguno tiene oportunidad de ver un espectáculo de este tipo en directo que no deje pasar la ocasión, a mí personalmente me parece el aspecto cultural y folclórico más bello de lo mucho que hay en las costumbres catalanas; no sólo hablo de la belleza y plasticidad de los castillos sino de valores que llevan intrínsecos estos ejercicios como son la camaradería, la unión, la solidaridad....
En fin, que fueron más de tres horas viendo castillos de todo tipo, por separado unas veces y otras  al unísono.

Al final de la jornada se unió el feliz reencuentro con una amiga que hacía años que no veía y fue un bonito broche para un día en el que las protagonistas son las mujeres llamadas Mercé, Mercedes o Merche pero también recordaré que aunque con más modestia, también algunos Gerardos tenemos en ese 24 de septiembre el día de nuestra onomástica.

El próximo año más, ya lo creo, aunque en esa ocasión espero poder tener una ubicación mejor para traeros material fotográfico diferente y más espectacular que el de esta ocasión.

A continuación os dejo esta selección de imágenes esperando que sea de vuestro agrado y que como os decía al principio de la crónica, pueden verse a tamaño grande haciendo "click" sobre las mismas.

¡¡ Disfrutarlas !!

Besos y abrazos.

Ger.







Poniéndose la faja





La camisa bien puesta





Blanco nuclear en los pantalones





Pasacalles hacia Sant Jaume





Para empezar, un pilar





Dos de las collas entrando en la plaza con sendos pilares





La colla de Sagrada Familia hace su entrada





Dos bellas castelleras





Los "mandamas" no pierden detalle





Uno de los primeros castillos





Alegría por lo conseguido





Fajas de la Colla Jove de Barcelona





Los castellers del barrio de Gracia





Los de Sants  haciendo "folra"





A punto de culminar el castell





Fuerza y unión





Muchos querían su recuerdo de este día





A veces el castillo se desmorona





Los más pequeños en todo lo alto





La "enxaneta" asciende hacia lo alto





Todos a una





Una castellera muy guapa


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