La fotografía macro tiene como muchas variantes del mundo
fotográfico, su técnica y sus requisitos. Yo todavía le estoy tomando el pulso,
pero sin práctica no hay evolución ni aprendizaje por lo que voy de cuando en
cuando realizando pequeñas inmersiones en este mundillo, unas veces de forma premeditada
y otras, como la de hoy, fruto de la casualidad.
Me dispuse de rodillas para fotografiar unas flores cuando
sobre unas briznas de hierba vi algo curioso, me acerqué y allí estaba inmóvil,
como sesteando o simplemente descansando, este gusano de preciosos colores al
que le hice una mini-sesión fotográfica.
Como podréis comprobar, tan solo un trocito del gusano se ve
completamente nítido y es la zona que comprende el tercer par de patitas
empezando por arriba; el resto del cuerpo del gusano sale desenfocado, no es
fruto de la casualidad sino de esa técnica de la que os hablaba antes que hace
que trabajar en este ámbito conlleva tener unas “profundidades de campo” diminutas.
Esto es todo, besos y abrazos.
Ger.
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