Uno de los paseos marítimos más hermosos de la provincia de Pontevedra tanto para realizar a pie, en bicicleta o en coche, es el que transcurre entre las localidades de Bayona y La Guardia. Quizás sean excesivos esos aproximadamente treinta kilómetros que las separan, como para hacer dicho trayecto caminando, pero en coche tenemos un recorrido de lo más agradable para deleitar nuestra vista. Con una carretera que transcurre paralela a la costa, tenemos en todo momento ante nosotros la inmensidad del océano atlántico; se trata de una franja costera en la que las playas son escasas, apenas alguna que otra cala, y es que en este tramo del litoral pontevedrés a pesar de no contar con grandes acantilados sin embargo abundan las rocas con lo que en días un poco ventosos o con mar de fondo resulta todo un espectáculo ver romper las olas contra dichas piedras.
Toda la ruta está salpicada de lugares y miradores donde pararse y recrear la vista, uno de ellos se encuentra a poco de abandonar Bayona. Un accidente geográfico, cabo Silleiro, da nombre al faro que vigila la entrada en la ría de Vigo junto con su vecino de la Islas Cíes unos doce kilómetros más al norte. Entre ambos y un tercero que es el de cabo Home, custodian perfectamente esa bocana de entrada a la ría con más tráfico marítimo de todas las que conforman las Rías Baixas.
El de cabo Silleiro no es un faro de grandes proporciones pero sí lo suficientemente importante para cumplir con creces su misión de velar por la seguridad del tráfico marítimo de la zona. Pintado de rojo y blanco el faro tiene un alcance de más de 40 kilómetros y el acceso hasta el mismo puede realizarse en coche pudiendo aparcar en sus inmediaciones. Una vez allí es posible pasear alrededor de las instalaciones desde donde se tienen unas vistas privilegiadas y donde merece una mención la belleza de las puestas de sol que desde aquí pueden contemplarse.
Esto es todo, besos y abrazos.
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