jueves, 10 de septiembre de 2015

"Un amor imperecedero"

La música para seguir y leer lo que viene a continuación podéis escucharla pinchando aquí.
Aquí estoy entre San Alfredo y mi amigo Oscar

Hay un bellísimo tango que en su letra dice en un momento dado:  "que veinte años no es nada, que febril la mirada....". Y sin embargo, yo creo que sí, que dos décadas es mucho tiempo, ya lo creo, y ya no digamos cuando uno echa la vista atrás y recuerda cosas como las que ahora os voy a contar.

Hoy 10 de Septiembre se cumplen dieciséis años de la desaparición de uno de mis tres ídolos vitalicios, el insigne tenor  Alfredo Kraus;  quiero por ello en este día hacerle un guiño y una breve reseña, a raíz de mi segundo encuentro con él y del que en breves semanas se cumplirán ¡¡20 años!!.

Nos encontramos en la primavera de 1995, habían pasado ya tres años de mi primera y única ocasión, hasta esa fecha, en la que había podido ver y escuchar en directo, al más grande. En aquellos días, semanas previas a la entrada del verano, leo un día en un medio de prensa escrita que Alfredo Kraus actuará en la temporada operística del Teatro sevillano de la Maestranza y lo haría con uno de sus dos grandes roles por excelencia, el  Werther de Massenet. Ante tal noticia me pongo ya a urdir de que manera puedo asistir a una de aquellas tres representaciones que iban a tener lugar; hay que tener en cuenta que en aquellos mediados de los  noventa, internet no era ni por asomo nada  de lo que ahora conocemos, no había redes sociales y eran todavía muy pocos los lugares que contaban con página web propia e inclusive los sitios donde había posibilidad de adquirir y comprar cosas mediante comercio electrónico. Con estas premisas, mi decisión fue llamar por teléfono al teatro e intentar adquirir una localidad mediante una reserva que pagaría en el momento de la recogida o bien mediante alguna transferencia bancaria u otra modalidad de pago. La primera en la cara, me dicen desde el teatro que no se realizan reservas de localidades fuera de la provincia y que lo sentían mucho. Bueno, bueno, bueno mi indignación fue mayúscula ya que el Teatro de la Maestranza como muchos otros de nuestra geografía, recibía subvenciones del ministerio de cultura el cual obviamente se alimentaba de los impuestos que todos los ciudadanos religiosamente pagamos, ya sean andaluces, gallegos o catalanes.

Se dice que los aragoneses tienen fama de tozudos lo cual no sé hasta qué punto es cierto o simplemente se trata de uno de tantos tópicos que existen sobre los oriundos de las diferentes regiones españolas; tozudos o no, este gallego también lo es como el que más, y de lo que no voy falto es de  perseverancia y paciencia cuando se le mete algo entre ceja y ceja, y por este motivo me dediqué a mover Roma con Santiago para poder ver a mi ídolo ya que había rumores que apuntaban a que cualquier día de aquellos años, Alfredo se "plantaría" y daría por finalizada esa extraordinaria carrera artística que ya duraba cuatro décadas; ante esto y por supuesto con la posibilidad de verlo en su personaje por excelencia, la cosa no era para rendirse y bajar los brazos.

El primer paso fue escribir una carta a la ministra de cultura por aquel entonces, la socialista Carmen Alborch, yo no esperaba que aquella epístola fuera a solventar mi problema para adquirir una localidad del espectáculo que nos ocupa pero sí que me sirviera, al menos, de pequeña "pataleta" contra el Teatro y su negativa a vender entradas a los "no sevillanos".
Como era de esperar, desde el ministerio no tuve la más mínima respuesta ni atisbo de que fueran a dármela; no tuve ningún tipo de contestación, que ya no digo justificación, de toda una ministra, pero esperaba que al menos me dieran alguna contestación por educación y cortesía, pero claro cuando uno tiene 26 años todavía cree en el "ratoncito pérez"  y que desde todo un ministerio te contesten, a una simple carta, y más teniendo en cuenta que la misma contenía una queja.

Bueno, la cosa no pintaba bien pero era demasiado pronto para tirar la toalla con lo que el siguiente paso fue establecer una táctica de acoso y derribo; empecé a llamar al teatro día si día no, y tal fue mi perseverancia que acabé haciéndome "amigo" de una dulce, encantadora y graciosa operadora telefónica de la centralita del teatro en cuestión y que filtraba las llamadas, tenía un nombre precioso, Livia. 
Mis llamadas iban encaminadas a poder hablar con alguien de cierto peso en el teatro y pedir, solicitar, suplicar.... una entrada para aquel Werther. 
Como yo no cejaba en mi empeño de poner a parir a los responsables de cultura, más incluso tras haber pasado olímpicamente de mí, me dirigí a un medio radiofónico y concretamente me puse en contacto con la emisora donde trabajaba la periodista Julia Otero para denunciar ese tipo de funcionamiento en organismos que supuestamente están para, entre otras cosas, “velar” porque todos los ciudadanos tengan acceso a cualquier manifestación cultural sin  discriminación de ninguna clase. Desde la redacción de la emisora me comentaron que lo sentían  pero que no podían incluir entre sus contenidos una intervención para hablar de este tema.... digamos que se limitaron a ser políticamente correctos.

Seguía sin avanzar en ninguno de los frentes que había abierto…
Como cabía la posibilidad de que me fallara la opción de la venta a distancia, me quedaba la opción, eso sí, más gravosa para mis intereses económicos ya que siempre podía personarme en Sevilla el día de antes de ponerse a la venta las localidades y hacer durante la noche cola para conseguir una, y luego regresar a Galicia en el mismo día o al día siguiente hasta que pasaran las semanas y volviera nuevamente a realizar de nuevo ese viaje en esta ocasión para asistir ya la representación; lo que pasa es que aquello me iba a salir por un pico, pedir vacaciones en el trabajo, irme a Sevilla comprar la entrada, volverme a Vigo y todo ello para unos meses después volver desplazarme a la capital andaluza, ¡¡uffff!!, iba a ser que no.

Yo entonces trabajaba en una empresa de servicios informáticos y una compañera (toda una adelantada a su tiempo) me puso sobre la pista de lo que más tarde serían los "foros" tal y como hoy en día los conocemos en Internet; era un sistema algo más arcaico y donde entre otras cosas podían ponerse anuncios visibles a mucha gente y eso me dio una idea, la de poner un anuncio en aquellos primitivos foros, dirigido a cualquiera de Sevilla o alrededores, y que estuviera dispuesto a hacer la cola por mi; yo me comprometía a pagar la entrada por supuesto, pero además a darle una propina por hacerme la gestión, del mismo importe que me costaba la entrada y que en aquella ocasión la misma subía a 5.000 de las antiguas pesetas. Así pues me iba a gastar 10.000 ptas. de hace un par de décadas, para ver a mi ídolo (las daba por bien empleadas). 
El anuncio quedó puesto y mientras yo seguía acosando al personal de la Maestranza que a su vez me iba dando "largas"  hasta que un día..... 
Un día me pasaron con el responsable de taquillas, el cual todo hay que decirlo, resultó ser un hombre de lo más encantador; le expliqué mi "necesidad" de asistir a dicha representación y después de aguantar estoicamente todo mi "rollo”, el hombre me comentó que lo único que yo podía hacer al respecto y él me sugería que lo llevase adelante, era escribir una carta a la dirección del Teatro y expusiera mis motivos para querer comprar una localidad. Menuda cosa me dijo el bueno de José Mateos, con lo que a un servidor le gusta escribir. Claro que hice la carta, ya lo creo, y más lacrimógena no pudo ser, parecía un guión de uno de aquellos melodramas hollywoodienses de los años treinta y cuarenta. 
Remití mi carta-testamento al teatro y ahora sólo quedaba esperar; mientras, como no, y dada nuestra relativa confianza, seguía de vez en cuando llamando a Livia para preguntar si sabía algo de mi escrito.
De mi anuncio cibernético no tenía noticia alguna y ya empezaba a impacientarme con lo que le dije a mi compañera que teníamos que subir la recompensa, la iba a doblar, y en lugar de 5.000 ptas., daría 10.000 a quién me hiciera la cola y me consiguiera una localidad. Al cabo de unos días, la tozudez y supongo que los dos mil duros, dieron su triunfo, y así un joven que respondía al nombre de Oscar se ofreció para quedar de noche en esa supuesta cola y comprarme la entrada. Nos pusimos en contacto telefónicamente  y concretamos todos los detalles,  me sentía enormemente feliz y aliviado, parecía que aquello iba a tener un final feliz.
Fotografía de aquel recital en Bilbao (1984)
Con la relajación que supuso saber que alguien iba a estar "allí" para ayudarme en mi cometido, casi me olvidé de todo lo demás. Y así de este modo, un par de semanas después de mi encuentro con aquel gentil sevillano, me encontraba en mi lugar de trabajo y a media mañana nuestra secretaria me llama por línea interna y me dice que me va a pasar una llamada del Teatro de la Maestranza,.... -a todo esto tengo que decir que todos mis compañeros estaban al tanto y casi era partícipes de mis aventuras  Quijotescas por el mundo de la farándula-.

Les dije por señas que me llamaban de Sevilla, casi al unísono todos dejaron los teclados y como conteniendo la respiración prestaron atención a mi conversación. Al otro lado del hilo telefónico se identificó el responsable de  taquillas del teatro Sevillano, el susodicho Pepe Mateos y me dijo con aquel acento andaluz inequívoco:  "Hola Gerardo, me ha dicho la dirección del teatro que me ponga en contacto contigo y que te explique lo siguiente: <en estas últimas semanas se han recibido cientos de peticiones para adquirir localidades con motivo de estas tres funciones de Werther, sin embargo nos es imposible hacer frente a toda esa demanda, ahora bien, la dirección ha decidido hacer dos excepciones, una para una señora que vendrá exprofeso desde Suiza y la otra...... l"a otra excepción serás tú a vista del empeño y  lo que nos has explicado en tu emocionado escrito>....

"Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii" grité mientras debí dejar medio sordo a Pepe, no cabía de gozo dentro de mi; cuando recuperé un poco la calma, aquel hombre me dijo que no me preocupase por nada, que el día de la función o el día anterior si quería, me pasara por el Teatro y preguntara por él, se encargaría personalmente de darme mi localidad. 
Fue colgar el teléfono y menuda algarabía se apoderó de todos, ni que me hubiera tocado la lotería, bueno en parte sí.
Durante mucho tiempo guardé una fotocopia de aquella carta manuscrita que le hiciera llegar al teatro así como la que le enviara a la Ministra pero debí extraviarlas en alguna ocasión ya que nunca más volví a saber de las mismas, una pena, de lo contrario os las habría mostrado.
Con ese plan, lo de que alguien hiciese cola una noche frente a las taquillas de teatro  ya no tenía sentido con lo que me puse en contacto con Oscar y le comenté lo sucedido. Sin embargo quedé igualmente con él en que nos veríamos cuando llegara a Sevilla,  para agradecerle en persona su ofrecimiento y aunque por teléfono no se lo dije, para darle también, al menos, lo que ofrecí en el primer anuncio, 5.000 ptas., por su ofrecimiento que para mí de no haber sido por la dirección del teatro, lo hubiera sido todo.

Ya estaba, lo había conseguido, tras mi estreno en directo con Kraus tres años antes aquí en Barcelona en un recital que dio acompañado al piano junto a Edelmiro Arnaltes,  esta iba a ser la primera vez que lo viera y escuchara interpretando un rol y dicho estreno iba a ser ni más ni menos que con la obra cumbre de Massenet.

Por aquel entonces no había estado más que de paso por la ciudad hispalense con lo que aproveché la excusa de mi viaje musical para quedarme unos días en Sevilla y hacer algo de turismo. Llegó la fecha, me fui a Sevilla y ese mismo día tras dejar el equipaje en mi alojamiento en el Paseo de Colón, emprendí el bonito paseo paralelo al Guadalquivir que me llevó hasta el Teatro, allí pregunté por el señor Mateos quien me recibió de un modo de lo más amable y con quién volvimos a rememorar mis peripecias para conseguir la entrada. Me llevó hasta su despacho y me enseño el interior de las instalaciones de las que era responsable. Como no podía ser menos por mi parte y como muestra de agradecimiento, lo agasaje con un obsequio igual que más tarde haría con aquella "santa",  Livia, la chica de la centralita que estoicamente aguantó el chaparrón de llamadas que realicé durante cerca de un mes. Con Mateos el encuentro y el momento resultó fantástico sobre todo cuando me hizo entrega de mi localidad, sin embargo aquello no había terminado y con una media sonrisa me dijo si tenía plan para aquella misma noche a lo que respondí con una negación bastante evidente; -espera- me dijo,…. –toma-, esto son dos invitaciones para el ensayo general con vestuario de esta noche.  !!!!Cómo!!!!! Me estaba regalando dos entradas para aquella misma noche, dos días antes del estreno, y poder asistir así al ensayo general, aquello ya desbordaba y colmaba sobradamente todas mis expectativas de aquel viaje.

El Werther de la Maestranza (Fuente - EL PAIS)

Era media mañana en Sevilla y sin embargo con tanta tensión y emoción yo ya había sudado lo mío casi como si estuviéramos en el mes de agosto a 45 grados de temperatura. Salí del teatro y antes de comer me había comprometido a conocer y saludar personalmente a Oscar y así fue, quedamos en el parque de María Luisa y allí como si de una cita a ciegas se tratara, (realmente lo fue) nos saludamos, charlamos y luego me invitó a comer en casa con su madre; en un momento dado le dije que como muestra de mi agradecimiento le entregaba la mitad de la propina que había ofrecido, por  haberse preocupado  de hacer realidad mi sueño; al principio declinó  mi obsequio  pero finalmente y regañadientes aceptó, con lo me quedé mucho más feliz. Me acordé entonces de mis invitaciones para el ensayo por lo que le pregunté si querría acompañarme al ensayo pues yo no conocía a nadie más en Sevilla con quién compartir aquel privilegio, en esta ocasión le costó poco aceptar.

Oscar, por aquel entonces universitario, estudiaba creo recordar viola de gamba con lo que tenía una vinculación bastante directa con el mundo de la música, sin embargo me comentó que nunca había asistido a una representación operística y le atrajo muchísimo la idea. Y así de este modo quedamos una hora antes del ensayo en la entrada principal del teatro para entrar juntos. 

El ensayo resultó un éxito entre todos los privilegiados que asistimos a aquel pre-estreno y que ocupábamos gran parte de las gradas del moderno coliseo sevillano. Durante el intermedio de la obra, José Mateos se acercó hasta mi para preguntarme si estaba disfrutando y pasándolo bien a lo que por mi parte no hubo más respuesta que una sonrisa y supongo que un brillo en los ojos que lo decían todo. Y como si aquel hombre hubiera sido llamado  de algún modo a ser mi hada madrina aquella noche, me preguntó antes de que comenzara el tercer acto, si quería tras el ensayo ir a camerinos a saludar a Kraus. Bueno, bueno, bueno….. aquello ya fue el clímax, ¡¡¡por supuestísimo!!!, contenté.
Y así fue, tras la conclusión del ensayo y todavía entre atronadoras ovaciones para el elenco de artistas, Pepe vino a recogernos y nos llevó a la antesala de los camerinos. 

Por lo que pudiera pasar en aquellos días sevillanos, yo había sido precavido y llevaba conmigo una fotografía, “no fuera a ser”  que el día de la representación hubiera ocasión de conseguir un autógrafo, pero adelantándose la ocasión la llevé al ensayo. En esa zona "mixta", como  podríamos definir aquel lugar, había un reducido grupo de personas entre las que se encontraba Rosi, la esposa de Alfredo y a quién conocía por fotografías y verla alguna vez en televisión; cuando Alfredo quedó un instante libre de estar hablando con los allí presentes, mi "cicerone" me hizo los honores de presentarme y aproveché la ocasión para intercambiar unas impresiones con mi Dios. Le di la fotografía que llevaba encima para pedirle un autógrafo y se interesó por la misma pues no recordaba ni sabía de cuando ni de donde era, enseguida se lo aclaré; se trataba de un recital acompañado al piano por José Tordesillas que ofreció en 1984 en Bilbao para recoger fondos por las terribles inundaciones que asolaron la capital de Vizcaína meses atrás.

Tras la aclaración y la dedicatoria que aquí podéis ver, me fijé que había en aquella zona un fotógrafo haciendo fotos a diestro y siniestro y me faltó tiempo para preguntarle a Kraus si le importaría hacerse una fotografía con nosotros, ¡claro que sí! contestó,  y así conservo este pequeño tesoro. Hice que me la revelaran antes del día de la función y ese mismo día, volví a bajar a camerinos (en esta ocasión yo solo) y claro, recordó la imagen de dos días atrás y  nuevamente de manera gentil tuvo el bonito detalle de firmar sobre aquella imagen que aquí os muestro y que ocupa un lugar destacado en mi memoria, en mis recuerdos y en casa, por supuesto.

Por aquellas fechas, no es que hubiera realizado ninguna promesa o juramento pero esta  que veis,  es de las últimas fotografías que me hice con pelo, unos meses después puse tierra de por medio con mi cabellera  color castaño y decidí afeitarlo, así hasta el día de hoy.

Y de tan hermoso recuerdo, finalizaron cinco días en tierras sevillanas donde disfruté y conocí la ciudad hispalense, sus gentes y sobre todo un grupo de personas que me hicieron inmensamente feliz, Kraus, Oscar, Livia y mención también para Pepe Mateos quien se puso a mi disposición para futuros encuentros, algo que no desaproveché pues la temporada siguiente Kraus volvió a la Maestranza para unas representaciones de Lucia di Lammermoor; entonces no fue necesario por mi parte ningún número circense, hablé por teléfono con él directamente y él mismo me guardó la entrada para aquella Lucia primorosa, pero esa ya es otra historia, igual la cuento en otra ocasión.

Una vez más,  ¡¡Gracias MAESTRO!! por tanto ARTE.



lunes, 27 de abril de 2015

"Pasión panorámica..."

"La rambla del mar"

Como la mayoría ya sabe, llevo viviendo en Barcelona desde 1998 y desde entonces he visto los cambios en la ciudad que se han producido mes a mes, año tras año; me perdí sin duda la gran transformación de la urbe a raíz del nombramiento para ser organizadora de los XXV Juegos olímpicos, sin embargo la ciudad no para, sigue cambiando; ya se sabe que el movimiento es vida y en este sentido, Barcelona está muy, muy  viva.

"Sergi en acción"
Hay muchas maneras de ver la evolución de un lugar, de una ciudad en este caso, y sin duda una de las mejores opciones, sino la mejor, es a través de imágenes, de fotografías.

Ya sabéis mi afición por el Arte fotográfico, a día de hoy podríamos calificarlo casi como una pasión para mí junto con la música, sin embargo, mi contacto verdadero con la fotografía ha sido un poco tardío, apenas  desde hace doce o trece años y aquí sigo, intentando aprender, mejorar y con ello conseguir para mi mismo los resultados que espero cuando visualizo mentalmente una imagen y luego por supuesto, compartirla.

Toda esta introducción viene a propósito de la persona de la que hoy vengo a hablaros, alguien que conocí casualmente en las redes sociales hace aproximadamente un par de años y con el que he estrechado mi relación hace ahora algo más de un mes, con varios encuentros fotográficos.
Su nombre es Sergi Periche y podríamos calificarlo, con todos mis respetos por supuesto, como un bohemio fotográfico y un apasionado de este arte que en cierta medida heredó por ser descendiente de un fotógrafo profesional.

Detrás de su generosa melena y su frondosa barba, hay un ser tímido, un tanto introvertido pero a la que uno comienza a conocer y a profundizar  un poco en esa personalidad, se da cuenta de que además de lo anteriormente dicho, hay también sentido del humor, ironía, y mucha sensibilidad lo cual no puede sorprendernos ya que en el mundo del arte y Sergi es un ARTISTA, no se puede hacer nada que transmita, sin un mínimo de sensibilidad.

"Majestuosa Barcelona"

Sergi Periche no es un desconocido o un personaje anónimo, ni mucho menos,  y es que si bien yo le estoy dedicando ahora este "post", antes, mucho antes, ya había recibido la visita de televisiones locales e incluso de TV3, así como de varios medios de prensa escrita para hacerse eco de su trabajo.

Pero ¿que tiene de especial Sergi y su trabajo? 

Lo que da valor, entre otras cosas, a lo que él hace, es su rigor, su continuidad, su perseverancia y no solo porque sea su modo de ganarse la vida sino porque en sus excursiones a diferentes lugares de la ciudad le rodea cierto halo de misticismo en ese procedimiento diario de llegar al lugar, montar su trípode, la rótula especial para panorámicas (fabricada por el mismo en este caso) y luego lo más importante, su visión artística con su ojo fotográfico; hay que buscar el mejor encuadre, el mejor instante y disparar.
Sí además hay nubosidad en el cielo  entonces las series de disparos pueden no tener fin si uno no se planta; rayos de sol atravesando nubes por un lado o por el otro, el sol que se va moviendo y como tal, hace que la luz cambie, etc, etc,etc. 

Me confesaba que los primeros años era un sin vivir, un no parar, a cada momento pensaba en subir a una atalaya aprovechando el paso de una nube, de cualquier fenómeno meteorológico que hiciera diferente el día y él siempre listo para "cazarlo".  

"Sergi y las nubes, las nubes y Sergi"

Físico por estudios, Sergi intenta hacer de la fotografía su "modus vivendi" y de momento lo va consiguiendo, no sin dificultades, ya que es este mundo de la fotografía bastante voluble y a expensas de muchos factores que no siempre aseguran unos ingresos fijos cada mes.


"Oteando el horizonte"
Trabaja tanto para particulares como para empresas y ciertamente su trabajo, sus fotografías, son espectaculares. Los pedidos son por diferentes motivos pero ciertamente en prácticamente todos ellos hay algo hermoso que los rodea. Mucha gente lo llama y le pide que fotografíe la ciudad tal día a tal hora ya que en ese instante se va a casar y es un recuerdo precioso de tan señalado día; otros quieren la foto de una determinada fecha ya sea por el nacimiento de un hijo, de un momento especial, de un aniversario, etc.

Desde luego muchas veces tenemos ese compromiso de que queremos hacer un regalo y no sabemos el que;  casi nunca pensamos en una fotografía como un regalo de lo más válido y diferente. ¡¡¡Probarlo!!! No solo sorprenderéis si no que también acertaréis.


Gracias a Sergi por cederme estas panorámicas con el fin de daros  a conocer un poco su trabajo; las otras fotografías se las he realizado yo mismo en algunos de los amaneceres que hemos compartido. Para los que tengáis Facebook os recomiendo fervientemente hacer un "me gusta" en su página para poder disfrutar de todas esas bellezas que publica de manera periódica.

Igualmente el que quiera ponerse en contacto con Sergi puede hacerlo a través de su web

http://www.barcelonaskyline.com/

Nota:
Que nadie se olvide de pinchar sobre las fotografías (sobre todo las panorámicas) para verlas en mayor tamaño y disfrutarlas mejor.

Besos y abrazos.






"Un amanecer cualquiera"







"La soledad, la ciudad, el cielo y los rayos de luz primorosos"





"Rojos y naranjas, siempre diferentes siempre hermosos"






"Panorámica desde el mar"





miércoles, 18 de marzo de 2015

"Segunda paternidad..."

He vuelto a ser padre si, y de otra preciosa niña…

Empezaré aclarando esto antes de que alguien se sorprenda ante tal afirmación;  no se trata de una criatura de carne y hueso al uso, complicado teniendo en cuenta que soy "sacarino"...... jajajaja. 

Mi expresión de paternidad obedece a una forma metafórica de referirme a mi nuevo "juguete", mi nueva cámara fotográfica Full Frame, una Canon EOS 6D
No me había dado cuenta de algo hasta ahora mismo y es la casualidad de coincidir mi denominada nueva paternidad con esa banal celebración del día de mañana, el "día del padre". Bueno dejaré aquí la alusión a tal celebración  para no levantar ampollas.

El periodo de gestación de esta maravilla ha sido largo, casi como el de una cría de elefante, y es que esta afición fotográfica, en ocasiones, cuando te vuelves un poco exigente y un tanto sibarita, es un poquito cara.
Carezco de “aficiones” como fumar, beber y demás drogas duras o blandas, no frecuento el alterne en lugares de moda, bares, etc y por ello mis vicios (música, fotografía, viajar) se nutren de ese dinero que otros gastan de otros modos, igualmente respetables.

Al no tratarse de una NECESIDAD, las inversiones en estos vicios las llevo a cabo con el dinero que percibo de mi profesión complementaria, la de masajista y así en la adquisición de esta belleza negra han tenido que ver muchos Shiatsus y Quiromasajes.

El caso es que ya está aquí, para deleite de mis manos, de mi vista y espero que también de la vuestra con las fotografías que con ella haga a partir de ahora.

Mi otra niña (Canon 50D)  bautizada por mí como "Marilyn" en su día, no va a quedar postergada en el olvido, ni mucho menos, ambas convivirán como buenas hermanas aunque una sea siete años mayor que la otra.


Mi idea de dar este salto al mundo Full Frame y adquirir esta nueva cámara, obedece básicamente a dos inquietudes o necesidades, más la primera que la segunda; por un lado dar un salto de calidad en cuanto a prestaciones y por consiguiente a la calidad de las imágenes que capture y por otra parte, dejar ya en el pasado uno de los aspectos más engorrosos que puede suponer la fotografía en general y la de paisaje en particular, cuando trabajas con cámaras de objetivos intercambiables,  y que no es otra cosa que el tener que ir alternando el objetivo gran angular con el teleobjetivo  dependiendo de la situación, necesidad o gusto. A partir de ahora cada cuerpo llevará de manera fija siempre un objetivo y así no tendré que estar con ese baile de cambios que además siempre supone un riesgo tanto de caída de un objetivo, como de entrada de polvo,  suciedad en el sensor, en las lentes, etc.


La configuración de objetivos ya está más que pensada y no es otra que para la 6D montar el canon 17-40 f4 aprovechando al máximo las posibilidades de este sensor FF con un angular como este de la marca japonesa, un top dentro de la misma junto al 16-35 f2.8.




Y para la hermana mayor, la 50D mi idea es montar en la misma mi otra joya, el 70-200 f2.8 que se convierte en un 112-320  gracias al factor x1,6 de las canon que no son FF.

Así pues ahora mis salidas al campo, a la montaña y en general en cualquier excursión ,será como ir de "caza" como aquellos pistoleros del "Far West" que llevaban dos revólveres, en mi caso dos cámaras.

Llevar dos cámaras no significa hacer el doble de fotografías, ni mucho menos, pero si tener más libertad a la hora de decidir de manera rápida e intuitiva que imagen quiero conseguir y de qué modo.

Espero seguir dejando fotos que sean de vuestro agrado, lo que sí es seguro es que personalmente voy a disfrutar mucho con mi nueva niña y eso espero transmitíroslo en forma de imágenes.

Por cierto, en esa manía mía de bautizar con nombres femeninos todos mis "cacharros electrónicos", mi nueva niña no es una excepción y ya ha pasado por mi particular pila bautismal decidiendo que ella será Ava en honor, como no, a ese animal tan bello que fue Ava Gadner.


Besos y abrazos.



viernes, 6 de marzo de 2015

Y la Tierra es redonda...


La línea del disparo fotográfico


Uno de los aspectos que más busco a la hora de hacer fotografías es que se salgan un poco de los puntos de vista típicos y a veces incluso, tópicos. Por supuesto que muchas veces también hago esas fotos que hace todo el mundo,  hay ocasiones que o es esa foto o es ninguna;  pero cuando tienes un poco más de tiempo, conoces  el lugar, e incluso porque no decirlo, estás inspirado... salen fotografías diferentes.

Lo que os dejo en el día de hoy es una vista a partir del plano que os muestro aquí encima. Se trataba de retratar un trocito de las hermosísimas  Islas Cíes, con su bello faro en lo alto,  de un modo diferente y desde un emplazamiento distinto. 

Me encontraba en una pequeña playita que está casi situada debajo del Puente de Rande y desde allí a un escaso metro sobre el nivel del mar tomé la fotografía.

Al fijarse bien se pueden apreciar aspectos diferentes en muchos objetos y cosas que se encuentran cerca del agua, están como en suspensión… ¿el motivo? Pues ni más ni menos que la constatación de que nuestro planeta es esférico y estando a más de 20 kilómetros de ese faro que  vigila estas islas, queda claro ese aspecto.

Besos y abrazos, hasta la próxima.
Ger.




ISO 200    200 mm      f/ 5,6       1/ 2000 seg.      Sin  trípode


miércoles, 18 de febrero de 2015

"Historia de una fotografía..."

Todas las fotografías tienen su historia, ya sea la misma más o menos importante, y esa importancia se la dan innumerables factores; no hace falta que sea una fotografía espectacular pero  a veces las circunstancias que la rodean, como es el caso de la de  hoy, merecen ser contadas.
Quizás la fotografía no os diga mucho, pero yo del modo en que viví  su gestación en primera persona, tengo un recuerdo bonito de la misma y ahora quiero compartirlo con vosotros.

Era sábado y tocaba excursión fuera de Barcelona como muchas otras veces, ese  sábado en particular teníamos intención de adentrarnos por el interior catalán y dirigirnos al pueblo de Bagá en plena comarca del Berguedá; la idea era conocer el pueblo y además hacer una ruta de senderismo por las montañas que rodean la localidad.

El día amaneció espléndido, con algunas nubes y con el sol en todo lo alto lo cual  hacía más llevaderas las bajas temperaturas; después de darnos una vuelta por el pueblo de Bagá nos encaminamos al Coll de Pal por una carretera serpenteante que termina en una diminuta estación de esquí que explota el mencionado pueblo. Ese día había nieve pero la carretera estaba limpia y pudimos ascender por la misma con nuestro turismo. A poco más de la mitad del recorrido hay un mirador impresionante que te muestra, por un lado la sierra del parque natural del Cadí-Moixeró, en un lateral la vista imponente del Pedraforca y de manera opuesta a éste, el valle del río Llobregat, con la silueta al fondo del macizo de Montserrat en fin, un lugar sublime para la vista.

En ese mirador paramos durante unos cuantos minutos para regodearnos con las vistas  y yo al mismo tiempo realizar  unas cuantas fotografías desde muchos y variados ángulos. 
Cuando me di por satisfecho, nos subimos nuevamente al coche y continuamos montaña arriba por la carretera apenas transitada por vehículo alguno, a medida que fuimos ascendiendo el cielo empezó a cubrirse y cada vez estaba más negro. Pasamos al lado del supuesto mini aparcamiento donde había que dejar el coche para hacer la ruta de senderismo que yo había visto y preparado los días previos. Desistí al momento, primero por estar impracticable el aparcamiento tanto de nieve como de hielo y por otro lado había tal cantidad de nieve que sin unas raquetas, era prácticamente imposible realizar la travesía.

Seguimos pues subiendo y así hasta que el cielo se cubrió del todo y entonces además del viento empezó a arreciar la nieve. Llegamos a un punto que la carretera se acabó literalmente, en la cuneta había como una docena de coches de los cuales habían salido muchas familias con niños y estaban jugando con trineos. Visto el panorama, y dada la hora que era, decidimos dar media  vuelta y descender nuevamente hacia el mirador donde había realizado las fotos instantes previos.

Cuando salimos de excursión, llevamos siempre nuestro "picnic" para comer donde más nos plazca; sí el tiempo acompaña, al aire libre en una mesita rústica o simplemente sobre el verdor de algún prado con nuestra manta de viaje por mantel, pero ese día, el lugar y la climatología no estaban para comer a la intemperie. Llegamos al mirador en cuestión, donde bien caben una decena de coches aparcados con holgura, y decidimos comer dentro del mismo, el viento soplaba y además era excesivamente frío. Volví nuevamente a desplegar el trípode y a sacar algunas fotografías con el teleobjetivo 70-200 montado, apenas fueron media docena y ya pronto me metí en el coche para comer lo que nos habíamos preparado de buena mañana.
El coche lo había aparcado de manera estratégica, encarado hacia el Pedraforca y a mi izquierda estaba esa vista del valle que antes os describí.

Fue entonces entre un bocado y otro que le estaba dando a mi ensalada Taboulé, que vi aquella imagen y no pude más que hacer lo que hice, dejar la ensalada, armar el teleobjetivo y ponerlo sobre la rótula del trípode que había dejado fuera montado, por si surgía algo.... y claro que surgió. 

Esta es la escena:
Nosotros dentro del coche y sobre nosotros un cielo azul con intervalos de nubes, a unos kilómetros más al sur, cielo negro y encapotadísimo que producía una tremenda sombra sobre el paisaje casi como si fuera de noche, y al fondo, muchos más kilómetros al sur, allí estaba Montserrat dorándose con los rayos del sol. Esa imagen de por sí ya me pareció hermosa pero lo alucinante es que entre nuestra posición y Montserrat avanzó entonces de manera galopante un frente de lluvia que iba dejando auténticas cortinas de agua a su paso. Eso es lo que aquí podéis ver en esta imagen que hoy comparto con vosotros. 
Pocas veces y con esa alevosía y premeditación había fotografiado algo que estuviera tan lejos, aunque no sabía a cuánto.... me faltó tiempo al llegar a casa para averiguarlo y gracias a una de las herramientas de "Google Maps" determiné que kilómetro arriba, kilómetro abajo, entre nuestra posición en el mirador y el skyline de Montserrat había la no despreciable distancia de  ¡¡¡80 kilómetros!!!.... no está mal.

Y con eso me quedé, con el contraste de la noche en pleno día por culpa de esos nubarrones, y esas cortinas de agua surcando los aires sobre el naranja que el sol adornaba en las cumbres redondeadas del macizo sagrado para los catalanes. 

Esta es mi experiencia, mi momento de felicidad que hoy quiero compartir con vosotros, no sólo con la fotografía sino con la puesta en escena y explicación de la misma.

Besos, abrazos y espero que os haya gustado.

Y aquí está la protagonista, hacer click encima de la fotografía y podréis verla a mayor tamaño.

Ger.


ISO 100    145 mm      f/ 4,0       1/ 1000 seg.      Con  trípode


miércoles, 4 de febrero de 2015

"Pueblos de colores..."

La música que hoy he escogido está "AQUÍ".  Tampoco te  olvides de pinchar encima de las fotografías para verlas a  mayor tamaño y apreciar así mucho mejor, la belleza de estos parajes.

Enorme escultura visible en la playa de Monterosso

Esta es una breve reseña de un lugar que deberías visitar sí alguna vez vas por Italia y concretamente por la región de la Liguria.


En una de sus provincias, La Spezia, se encuentra una zona costera conocida como  "Cinque terre" y cuyo nombre viene dado por cinco pueblos pintorescos, coloridos y sacados como de un cuento, que jalonan un trocito de esta costa, de manera consecutiva; sus nombres  Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola,  y  Riomaggiore,


Lo que a continuación paso a relataros son aspectos y opiniones particulares de mi persona después de haber realizado el trayecto en un bonito día de Septiembre; por supuesto se puede diferir de lo que yo cuento o explico, pero aquello de lo que aquí hablo está en todo momento explicado y documentado con las fotografías que realicé.



En un día entero pueden visitarse los cinco pueblos y la verdad es que su belleza no le deja a uno para nada indiferente.

Cuatro son los modos en que pueden visitarse dichos pueblos y cada cual que valore el modo de hacerlo que más le convenga, yo os expongo las posibilidades.




  • A pie:  Es la manera en la que uno puede empaparse más del lugar y ver con más detenimiento toda esta franja costera. No presenta gran dificultad ni es especialmente dura la excursión aunque el camino tampoco es de unas condiciones excepcionales para el caminar, muchas veces se va en paralelo a viñedos y otros terrenos de cultivo que se han habilitado para tales fines en las faldas de esas colinas que acompañan esta  costa.

  • En coche: Es con diferencia la más pesada y que desaconsejo completamente, al no existir una carretera que una linealmente las poblaciones, el itinerario de una a otra tiene que realizarse adentrándose varios kilómetros hacia el interior para salvar también las formaciones montañosas. Eso hace que con el tiempo que se requiere, dos o tres pueblos sean los que normalmente se puedan realizar como mucho en una jornada, y a todo lo anteriormente citado hay que añadir otro hándicap más como es el escaso lugar para el aparcamiento de vehículos en  estos pueblos, ya que el mismo, es prácticamente y en exclusiva para los vecinos del lugar.

  • En barco: Se trata de una opción diferente por aquello de acceder desde el mar pero tiene sus limitaciones que básicamente son los horarios y la frecuencia con la que los barquitos van realizando escalas en los cinco pueblos y para más inri los precios de los billetes son caros.

  • En tren: Me parece sin duda la opción más práctica y cómoda para  visitar “Cinque Terre”, sobre todo sí se va con niños o con gente mayor a la que no se le puede pedir que realicen largas caminatas o esfuerzos (esto último tiene una excepción en el caso del pueblo de Corniglia ya que es el único de los cinco pueblos que no está situado a la altura del mar y así desde la estación de tren hasta la localidad hay que subir 377 escalones por una escalera zigzageante.).


Mi recomendación si uno se encuentra por la zona con coche, es ir hasta la ciudad de La Spezia y allí dejar el coche en un parking y dirigirse a pie a la estación de trenes donde hay billetes especiales para hacer la ruta de los pueblos. En nuestro caso así lo hicimos, nos fuimos hasta el más lejano, Monterosso y a partir de éste fuimos subiendo y bajando del tren en los distintos pueblitos hasta completar la ruta y regresar nuevamente a La Spezia. La verdad es que nosotros al realizar el viaje en Septiembre no encontramos los agobios de gente que yo presumo debe haber  en pleno verano,  pero además el tiempo en ese mes sigue siendo fabuloso para moverse por la zona  dada  la calidez de las temperaturas y a que las horas de luz todavía son considerables. 


Un entorno espectacular
Lo de las temperaturas agradables quedaba bien manifiesto por el hecho de que había  bastante gente tomando baños de sol e incluso bañándose en el mar; ambas facetas donde mejor pueden llevarse a cabo es en el primer pueblo de nuestra ruta, Monterosso ya que es además, el único que cuenta con una importante franja arenosa que le permite tener una bonita playa, casi toda privada, pero bonita. Me sigue escandalizando que uno tenga que pagar por ir a una playa pero.... es Italia.

Detalle del color
Los otros cuatro pueblos no cuentan con arenal similar al de Monterosso pero sin embargo consiguen igualmente embriagarte con sus construcciones de colores, callejuelas diminutas y una luz, esa luz mediterránea única, que en las inmediaciones del mar posee un carácter mágico.

Cada pueblo tiene su propia alma, su rinconcito que lo hace único y por tanto diferente a los demás pero, de entre los cinco me quedo sin lugar a dudas con Vernazza; yo que soy un amante del color me encontré con una paleta de amarillos, rojos, azules (incluido el del cielo) que creaban una atmósfera idílica. A todo eso además debemos añadir una arquitectura especial con una serie de edificaciones que añaden un plus al entorno.

Sin duda la FOTO de aquel día o al menos la que a mí más me gusta es la que hice justamente en el puerto de Vernazza donde se ven en primer plano esas coloridas barcas mientras al fondo se ve una parte del pueblo y sobre el cual vuelan nubes blancas entre un azul añil que cubre todo el cielo.

En fin, teniendo en cuenta que la Toscana es uno de los lugares favoritos de mucha gente para ir de turismo a Italia,  esta pequeña franja costera de la Cinque Terra, está a tiro de piedra como suele decirse, por lo que no tendría justificación posible el no dedicarle una jornada a descubrir esta colorida y bellísima ruta.
Lo que aquí os describo son unas simples pinceladas, sí alguno se anima y quiere más información que no dude en escribirme un email, y como siempre estaré encantado de daros más detalles.

Aquí os dejo una selección de algunas imágenes empezando por mi favorita, esa de la que os hablé antes.

Besos y abrazos.
Ger.






Mi foto favorita de ese viaje





Montaña, mar, azul, verde...





Gotas de color en esta bella costa mediterránea




Las casas llegan justo a pie de mar



miércoles, 21 de enero de 2015

"Tibidabo a la vista...".

Esta es la música que he seleccionado para la lectura y contemplación de la entrada de hoy, hacer click "AQUÏ" para escucharla.

La fotografía que os muestro en este día, está  recién sacada de la cámara y es de hace apenas tres días;  me ha parecido que tiene una carga simbólica suficiente, como para tener una entrada en este, mi blog.

La gran mayoría ya sabrá perfectamente que es lo que está viendo; sí eres de Barcelona es más que obvio, pero incluso casi cualquiera de la geografía española sabrá o tendrá muchos números para saber decir, donde está situada esta silueta recortada sobre el cielo.

Efectivamente es el monte Tibidabo de Barcelona, y esta imagen podría ser sin lugar a dudas su “skyline" particular. La cima, con sus 512 metros sobre el nivel del mar es el punto más elevado de la ciudad y ofrece sin duda las mejores vistas desde donde poder contemplar no solo Barcelona sino toda  su área metropolitana.

Lo más destacado que puede verse en la foto y por tanto en esa zona son tres edificaciones, de izquierda a derecha:
  • La torre de comunicaciones de Collserola (el edificio más alto de la ciudad) con más de 200 metros de altura fue construida con ocasión de los juegos olímpicos de 1992 por el prestigioso arquitecto Norman Foster.

  • El parque de atracciones ubicado en la cima y falda del monte, pasa por ser el más antiguo de España (1899) y de los que más de Europa. A día de hoy sigue en funcionamiento y entre sus atracciones están todavía, algunas de la época de su inauguración. En la foto podemos ver atracciones como la noria, la atalaya y el avión que además es el original de 1928, y cuenta con la particularidad de que es una réplica del avión que hizo por primera vez el trayecto Barcelona-Madrid



Es sin duda uno de los lugares de visita obligada cuando se viene a la ciudad por primera vez y desde donde puede contemplarse en todo su esplendor. 

Como curiosidad y aunque cueste creerlo, desde esta atalaya en días claros y despejados puede incluso divisarse la isla de Mallorca.


Besos y abrazos.
Ger.


ISO 100    200 mm      f/ 5,6       1/ 1000 seg.      Sin  trípode


Vivir con riesgos

E stá claro que uno puede tener una vida "cómoda", adjetivo que por cierto daría para un buen debate si pensamos en lo que esa pal...