martes, 21 de junio de 2016

"El mirador"

En ocasiones cuando buscas un buen lugar para hacer una fotografía, es posible que alguien se te haya adelantado con lo que no queda otra que como si se tratara de la cola del supermercado, esperar tu turno. Sin embargo también puede aprovecharse muy favorablemente esta circunstancia y es que como ya he comentado alguna vez, en espacios muy abiertos (y también en los que no lo son tanto) tener una referencia, como puede ser la de una persona, nos dará una idea bastante aproximada de las medidas y tamaños de lo que fotografiamos.


Y así en este caso, el hombre de rojo os servirá de referencia en este bonito lugar sobre el pantano de Castrejón.



Besos y abrazos.
Ger.


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domingo, 19 de junio de 2016

"Comer, con los cinco sentidos..."

"Un entorno para enmarcar"


En muchas ocasiones el azar, el instinto, la casualidad o como queramos llamarlo, nos depara grandes sorpresas que acabamos adoptando para que se conviertan en experiencias, sino cotidianas, si al menos repetitivas en el tiempo. Hoy os vengo a sugerir un sitio para comer, un lugar en un entorno precioso y donde, como comentaba al principio, nos llevó un buen día el instinto, y al que ahora volvemos  siempre que se tercia.

La armonía es un aspecto intangible en la vida pero de enorme importancia pues es lo que marca la diferencia en muchas ocasiones; da igual que hablemos  de un lugar, un hecho, o una circunstancia…  la diferencia entre lo que es “normal” y lo excepcional lo marcan infinidad de factores y la armonía es uno de ellos.

En un lugar donde te dan de comer, lo que debe primar siempre es desde luego la materia prima, y por supuesto el buen uso que se haga de la misma con el fin de complacer a los comensales, pero si además se conjugan otros aspectos, la experiencia se enriquece de manera sobresaliente.

"La pequeña playa donde se ubica Fiego"
Imaginaros una pequeña cala en plena Costa Brava, para ser más exactos en el que quizás sea el pueblo o uno de los pueblos con más encanto de la misma, Calella de Palafruguell; su disposición frente al mar la componen pequeñas playas con denominación propia y separadas por elementos naturales y alguna que otra construcción humana; de todas esas pequeñas playitas  la que nos interesa es la que se encuentra en el denominado "Port Pelegrí". Ahí un buen día descubrimos sobre la arena una terraza bien pertrechada y con un gran ambiente, de lo que parecía el típico chiringuito de playa por lo que nos acercamos a verlo más de cerca y comprobar el aspecto del mismo. En cuanto estuvimos delante comprobamos que no se trataba de un "chiringuito" al uso,  ni mucho menos,  sino de un restaurante no muy grande en su interior, pero que además tenía un gran carpa en su exterior perfectamente acondicionada aunque personalmente debo confesar que  no soy yo muy amigo de comer al aire libre salvo cuando me planteo hacer picnic en la montaña o incluso en la misma playa, pero si tengo que sentarme a mesa y mantel, prefiero hacerlo al cobijo de un techo buscando algo más de tranquilidad.



"Las deliciosas croquetas"
Y aquel día solicitamos mesa para comer en el interior y supongo que por aquello de la suerte del principiante  o primerizo, resultó que quedaba una mesa libre. Entramos, nos sentamos y....... esa fue nuestra perdición, ahora no hay ocasión en la que a propósito o porque nos pilla de camino, aprovechemos para dejarnos caer por el restaurante "Fiego" que es así como se llama este templo gastronómico especializado sobre todo en delicias del mar y de manera excepcional en arroces.

No es Fiego un restaurante caracterizado por lujos ni en lo que se refiere a su decoración  ni tampoco en la presentación de sus platos, es austero y  con unas pocas mesas pero sin embargo su cocina es otra cosa. La cocina, encabezada por un joven chef afable y encantador, con la que ya he tenido alguna conversación, hace auténticas filigranas con una materia prima de primerísima calidad. El servicio es francamente bueno,  y desde luego no falto de paciencia todo hay que decirlo, sobre todo cuando  en la temporada alta veraniega la afluencia de comensales, turistas de playa y sol, y muchos niños, se acercan a degustar algunas de sus delicias, originando una pequeña marabunta en un local que sin embargo, con muchísimo dinamismo consigue complacer a todo el mundo.
"Calamares a la andaluza"
Entre todo ese personal de verdaderos profesionales tengo una mención muy especial para uno de sus más que eficientes camareros, me estoy refiriendo a Susana, una encantadora mujer con la que ya tenemos algo más que una simple relación de cliente y así cada visita nuestra se convierte en intercambio de besos y abrazos con nosotros, algo que por otro lado a la mayoría no os extrañará supongo,  a sabiendas de mi gusto por el contacto con los demás; gracias y muchas felicidades por ser tan encantadora y tan buena profesional, Susana.


"Susana en acción"




Reconozco que a la hora de comer no soy muy dado a la experimentación, y así como me gusta asumir ciertos riesgos en determinadas facetas de la vida, en lo que se refiere a la ingesta de alimentos no lo soy en absoluto, si algo me gusta repito antes de probar algo nuevo que acabe por estropearme el momento  gastronómico. Con este comentario ya sabéis el porqué no me considero par nada un refinado “gourmet”, soy tremendamente práctico y por ello en Fiego casi siempre repito lo mismo, os diré de qué se trata.

Para empezar siempre suelen “caer” unas croquetas caseras de pollo y donde la forma irregular de las mismas te dejan bien a las claras que no son ni congeladas ni compradas sino fruto de la propia elaboración con un rebozado crujiente y fino además de un relleno sabroso, intenso pero al mismo tiempo suave.
A esas croquetas solemos unir también calamares en diferentes variedades de elaboración, siendo a la "andaluza" la modalidad que más nos gusta. La próxima vez tengo que pedir también una  ración de chipirones, que en alguna ocasión he visto como sobrevolaban en bandejas, cerca de nuestra mesa para ir a la de otros comensales y realmente  tienen un aspecto de lo más apetecible.

Y tras estos entrantes llega el plato fuerte, el arroz, que en nuestro caso siempre es en forma de paella de pescado. Simplemente delicioso, con ese sabor inequívoco que le dan los pequeños manjares que provienen del mar, y donde degustar esos granos de arroz en la boca conforman una experiencia extraordinaria. Tienen además las paellas en Fiego un componente que personalmente agradezco y mucho, y es que el arroz brilla sobre todo lo demás, ya que es el ingrediente principal y no como sucede en muchas ocasiones en los que los "tropezones" apenas dejan sitio para el preciado cereal. Aquí los guisantes, mejillones, cigalas, gambas, almejas, calamares están proporcionalmente justificados para dar sabor, color, texturas y por supuesto un punto y aparte en el saboreo del arroz; son arroces sumamente jugosos, aunque sin llegar al extremo de otra de las especialidades de la casa, los arroces caldosos.

"Así quedó la paellera"
Resumiendo, estamos ante un restaurante sencillo, sin grandes alardes en "la puesta en escena" pero donde TODO lo que es digno de paladear es de primerísima calidad y con una elaboración esmerada donde se mima el producto.
El servicio está acorde en cuanto a rapidez, atenciones y todo tipo de cuidados hacia el cliente, el lugar maravilloso, prácticamente idílico, con lo que la experiencia de un buen "yantar" en este pequeño local acaba siendo toda una experiencia digna de disfrutar y como en este caso, de sugerir a otros. Todo ello además con una relación calidad/precio muy buena y  sin los abusos a los que en ocasiones todos nos vemos atropellados.


Un apunte para finalizar, este restaurante tiene la particularidad propia de muchos lugares que se ubican en zonas de turismo estacional, abre normalmente en Semana Santa y finaliza su temporada a mediados o finales de Octubre, el resto del año permanece cerrado. En los meses fuertes de verano os sugiero llamar para reservar mesa o de lo contrario es bastante probable que os quedéis con las ganas de sentaros en una de sus mesas.

"La ubicación"
Besos y abrazos.
Ger.


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domingo, 29 de mayo de 2016

"Simetrías fortuitas"

Son muchas las ocasiones en las que en medio de una fotografía se “cuelan” elementos que note nías pensado sacar o cuando menos de manera voluntaria. Es esta imagen un ejemplo, buscaba la simetría de las dos cestas del teleférico de Barcelona que une la Montaña de Montjuic con la Barceloneta.

Esperé el instante que mejor me parecieron y en esas décimas aparecieron dos gaviotas que se cruzaron en el cielo y dejan casi una segunda simetría como la de las cestas respecto a la torre.


Casualidades.


Besos y abrazos.
Ger.


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viernes, 27 de mayo de 2016

"El hospital más bonito del mundo"

"Una vista panorámica de una parte del complejo"
El título que he puesto hoy a esta entrada es de esos de los que siempre tienes que tomarlos con prudencia, "lo más...... del mundo". Tendemos todos, muchas veces a exagerar en comentarios y afirmaciones que finalmente no se corresponden con la realidad, sin embargo esta aseveración mía en el caso que hoy nos ocupa no creo que vaya demasiado desencaminada. Por supuesto no conozco ni de lejos todos los complejos hospitalarios, sanatorios, residencias, etc... que el hombre ha construido para el reposo, la curación y bienestar de personas enfermas y en general cuando  se trata de mimar  de nuestra salud, pero aún así, pocos, sí es que existe alguno, podrá igualarse al antiguo Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.

"La aguja que adorna la entrada principal"

Construido durante las dos primeras décadas del siglo XX, es por derecho propio y sin la más mínima duda, uno de los más claros exponentes de ese movimiento artístico que fue el modernismo y concretamente el modernismo catalán el cual abanderaron diferentes artistas en sus respectivas disciplinas. En el terreno de la arquitectura Lluis Doménech i Montaner fue de los más destacados no solo por esta obra sino también por otras de sublime belleza y que han quedado para la posteridad entre las que yo destacaría como quizás la más bella y espectacular, el Palau de la Música Catalana, derroche de imaginación, color y ornamentación.​

La ubicación del hospital de Sant Pau ocupa una extensión equivalente a nueve "manzanas" o "cuadras", del ensanche Barcelonés conocido como L'Eixample, lo cual da una idea de la gran magnitud del proyecto.

"Uno de los muchos ventanales, llenos de color"
Aunque no he nacido en Barcelona siempre he tenido un contacto muy estrecho y directo con este recinto; cuando volví a Barcelona allá por 1997 (las primeras veces fueron cuando todavía era niño en una visitas puntuales a mediados de los setenta a la Clínica Barraquer por mis problemas con la vista) estuve viviendo en un apartamento justo enfrente de una de las esquinas del hospital. Durante más de un año y medio recorrí cada mañana y luego al final del día, todo el lateral que da a la calle Antoni María Claret en mis trayectos para ir al trabajo que entonces realizaba en una clínica del barrio de Gracia. En esos paseos diarios le tomaba el pulso a aquel gigante de colores, a las urgencias que tenían la entrada por la mencionada calle y también a otras personas que como yo, tenían en su rutina diaria el transitar la mencionada acera. Recuerdo especialmente una peculiar relación que mantuve  con un mendigo que vivía y dormía en las escalinatas que dan acceso a la capilla-iglesia que hay en el hospital; al vernos diariamente acabamos por saludarnos siempre que nos cruzábamos e incluso en dos o tres ocasiones lo escuché mientras me contaba como su vida no había sido siempre así, que trabajaba en esa "gran" empresa que es telefónica y que un día lo echaron a la calle, por capricho y él se envenenó con aquella injusticia. La verdad es que el hombre a pesar del mal aspecto que daba por su suciedad y por sus ropas descuidadas y gastadas tenía una mirada noble y en ocasiones me hacía reflexionar de cómo pueden torcerse los caminos de la vida para cambiar la existencia de uno y terminar de ese modo.

"El ladrillo y su color rojizo conforman el elemento más abundante"


Como decía, fueron casi dos años paseando parejo al vetusto hospital donde existía una importante actividad y donde yo mismo me adentré en el mismo durante más de diez años como donante de sangre.

"Interior de la sala de actos"
El hospital de la Santa Creu tiene sus orígenes en el siglo XV cuando diferentes centros de recuperación y atención a enfermos debieron "fusionarse" dada la imposibilidad y complejidad de administrar por separado los mencionados hospitales. Aquí arranca ese hospital que ha llegado hasta nuestros días pero que con la construcción de este pretencioso recinto le fue añadido otro nombre, el de Sant Pau (Pablo en catalán). El motivo de este añadido al nombre original fue un pequeño homenaje al banquero Pau Gil  que donó una importante suma económica para impulsar la construcción del proyecto, desde entonces el hospital tomo el nombre de  "Hospital de la Santa Creu i Sant Pau" pero lo cierto es que con los años y a día de hoy todo el mundo hace referencia al mismo como el hospital de San Pablo.

Como es fácil imaginarse, tras la inauguración del edificio en 1930 el hospital pasó a ser todo un referente en Europa por diferentes y variados aspectos como el espacio dedicado por enfermo, la amplitud y modernidad de las salas, instalaciones, etc.
"Detalle de uno de los pabellones"
Sí por un momento dejamos de lado toda esa funcionalidad terapéutica hay que decir que la construcción es todo un derroche de ornamentación y donde el color está presente en paredes, mosaicos, techos, vidrieras, etc. Ciertamente parece más que entramos en un museo y no en un lugar dedicado al tratamiento de enfermos y por ello no es de extrañar que el conjunto forme parte ya desde hace tiempo como patrimonio de la UNESCO.

El recinto lo conforman un edificio principal donde se realizaban las principales labores de gestión y administración y luego una serie de pabellones construidos de manera simétrica lo largo y ancho de la gran extensión de terreno que ocupaba. Muchos de esos pabellones estaban dedicados en muchos casos en exclusividad para algunas de las diferentes especialidades médicas. Hoy en día pueden visitarse algunos de ellos tras las labores de recuperación y restauración, supongo que a medida que los demás se vayan recuperando también podrán ser disfrutados por el público. A día de hoy difícilmente concebiríamos la construcción de un hospital con esta estructura pero los tiempos cambian. En uno de esos pabellones a los que se puede accederse encuentra una enorme fotografía de como era el interior del mismo cuando estaba ocupado el mismo por mujeres en sus respectivas camas y eso si, en el pasillo central varios radiadores que supongo no serían del todo suficientes para intentar calentar semejante sala y con unos techos tan altos. Lo cierto es que el otro día mientras realizaba la visita pensaba que efectivamente el lugar, los edificios eran preciosos pero yo mismo ponía en tela de juicio si los materiales y su construcción estaban pensados de cara a "contener" personas enfermas o quizás primaba más la parte artística.

"La fotografía a otra fotografía"
En cualquier caso el edificio ahí está y tras la construcción del nuevo hospital de San Pablo y su inauguración el  2009, el antiguo se decidió restaurarlo y que quedara a modo de museo y lugar para realizar todo tipo de actividades  incluidas algunas académicas como una de las sedes de la facultad de medicina. 

El resumen es que me parece un lugar realmente muy recomendable para visitar y disfrutar pues concurren en él aspectos de toda índole que lo hacen francamente recomendable tanto para los residentes en la ciudad como aquellos que visiten la ciudad por motivos turísticos.
Lo dicho al principio, probablemente el hospital más bonito del mundo.

Os dejo unas cuantas fotografías más esperando que las mismas y el reportaje sean de vuestro agrado.



Besos y abrazos.
Ger.


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"Otra vista desde el interior"



"El color siempre presente"







"La Sagrada Familia desde el interior de San Pablo"



"Techo del salón de actos"



"Flores, jardines y vegetación están presentes en todo el recinto"



"El interior por el que se accede al primer piso"



"Otro punto de vista de la entrada principal"




"Pabellones más austeros"



"Impresionantes techos los de esta galería"





"Detalle del maravilloso colorido del exterior de los pabellones"





"Vegetación en el hospital"






"Detalle de unos azulejos en una de las paredes"





"Techos del vestíbulo"



"Fachada principal"

lunes, 23 de mayo de 2016

"Tricolor..."

Como digo muchas veces, una cosa es lo que uno cree o pretende fotografiar y otra es lo que finalmente consigue. A nivel personal, no hablo por los demás, las fotos que realizo o bien quedan por debajo de mis pretensiones o bien cumplo las expectativas que me he marcado… pero en raras ocasiones, resulta que lo conseguido supera con creces la versión más optimista que uno pueda tener de un disparo, de una toma, de un momento.

Este es el caso de la imagen de hoy, personalmente ha quedado mejor de lo que me pareció y pretendía en vivo (hablo siempre de mi valoración subjetiva).

Procuré jugar con un tricolor, con tres texturas; la aérea con ese cielo y las nubes, la de esa tierra rojizo-granatosa y por supuesto la de los verdes de esa pradera.

El resultado personalmente me satisface mucho y me gusta como ha quedado por esos contrastes principalmente.

La fotografía pertenece a uno de esos campos de Castilla la Mancha en la que posiblemente sea la época más bonita para disfrutarlos visualmente, principios de primavera.


Besos y abrazos.
Ger.


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jueves, 19 de mayo de 2016

"El policía, el león y el fotógrafo"

La Carrera de San Jerónimo de Madrid es conocida por la gran mayoría de españoles debido a las numerosas referencias que se hacen de la mencionada vía ya que en ella se encuentra el congreso de los diputados.

Hace aproximadamente un par de meses me encontraba paseando por dicho lugar a eso de las tres de la tarde y prácticamente sin ningún tipo de viandante por el lugar a semejantes horas; estaba frente a la escalinata del congreso pensando en hacer una foto diferente del lugar, hasta que se me ocurrió una. Me di cuenta entonces que al final de dicha escalinata que daba acceso a la entrada principal del congreso estaban dos policías con arma en mano y chaleco. No les presté demasiada atención pues estaban hablando con alguien y yo fui a lo mío, subí un par de escalones de aquellas escaleras y me apoyé bajo la "barriga" de uno de esos dos leones que flanquean la entrada al congreso; escuché entonces un: “señor, señor…. disculpe señor, oiga…”. 

Enseguida me di cuenta de que me estaban hablando a mi pero pasé olímpicamente, era consciente de que no estaba haciendo nada malo, ni a las escaleras, ni al león ni a nada, únicamente quería hacer una foto y por eso me tomé mi tiempo, ajusté parámetros, encuadré y disparé. Cuando ya tenía la foto sacada y consciente de que uno de aquellos policías venía hacia mí, me giré y le pregunté qué pasaba.  “No puede estar aquí” me espetó ante lo que supongo que era una cara la mía de plena perplejidad, estupor, pasotismo y de decir para mis adentros….."¿vale donde coño  hay alguna señal o cartel que lo diga o advierta de dicha prohibición?".

Contra esos dos policías poco o nada tengo que decir  pues al final cumplen órdenes, pero me gustaría saber quién es el lúcido lumbreras que pone a dos agentes de la ley a custodiar dos leones de bronce y además prohíbe el acercamiento a los mismos así como subir las escalinatas del congreso y acercarse a la entrada principal con aquellas enormes puertas, máxime cuando dentro no trabajaba "ni diós" (vaya, lo habitual en ese lugar).
La verdad es que por mi parte, la parada iba a ser de lo más corta, el hedor que salía de aquel edificio (demasiado solemne para quienes  normalmente lo habitan) no sirve precisamente de reclamo para que, nadie, al menos yo, desee entrar allí no vaya a ser que se le pegue algo, y no bueno precisamente.

En cualquier caso y a pesar de lo estupidez de tanta gente, hice la foto y aquí os la enseño.

Esos leones, que también tienen su propia historia, eran lo que me resultaba más atractivo y así quise hacer una fotografía de lo que podría verse a través de su hermoso cuerpo, y que vendría a ser la visión que las partes nobles de los felinos tendrían de los caraduras, ineptos e incompetentes que trabajan en el hemiciclo.

Sería de agradecer a quién atañe, que no se pusieran tantas trabas para que los ciudadanos de a pie pudieran acercarse al edificio donde se "supone", dictan los destinos de su futuro y de su país, todo eso por no hablar de que los de allí dentro, aunque no ejerzan, nos representan a todos nosotros, yo incluido.


Ha sido un placer estar tan cerca “señor León”.

Besos y abrazos.
Ger.


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martes, 17 de mayo de 2016

"Una plaza para enmarcar"

La ciudad italiana de Padova cuenta con un casco histórico ciertamente muy bello pero sin duda con lo que me quedo es con una impresionante plaza de corte ovalado que responde al nombre de “Piazza Prato della Valle”.  Su forma ovalada tiene un canal que recorre casi el espacio del perímetro y cuenta con estatuas de personajes ilustres a su alrededor.

De la grandiosidad de la plaza sólo os diré que es la Plaza más grande de Italia por encima de otras ilustres como la de Milán, San Pedro de Roma o la de San Marcos en Venecia.


Dicho esto, el día que la visité me encontraba a pleno sol con lo que no tenía mucho margen para escoger la mejor luz para hacer fotos en el lugar, por lo que me decanté con una modalidad que me gusta especialmente como son los contraluces.


Besos y abrazos.
Ger.


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Vivir con riesgos

E stá claro que uno puede tener una vida "cómoda", adjetivo que por cierto daría para un buen debate si pensamos en lo que esa pal...