lunes, 25 de noviembre de 2024

La morada...

Hay lugares, igual que personas, que un día llegan a nuestra vida y que como si con una varita mágica nos tocaran, marcan nuestra existencia para siempre. Uno puede llegar a esa edad en la que se convierte en anciano, pero incluso entonces difícilmente nos olvidamos de ese primer amor por más que tuviéramos luego,  aquel despertó sentimientos y sensaciones nunca antes conocidas.


Así, como si de ese primer amor se tratara fue como me cautivó la costa de Normandía y un lugar más concretamente, Etretat. Allí he visto amaneceres de ensueño, me he dejado mecer por el sonido de los cantos rodados movidos por la ida y venida de las olas y por supuesto he disfrutado de atardeceres con los que dar casi por bueno todo lo vivido en una vida, si así tuviese que terminar uno su existencia.


Hoy comparto uno de esos atardeceres que más embriagaron mi vista y corazón, un lugar donde siento la libertad de esas gaviotas que juegan con el viento y tienen una privilegiada vista de acantilados, playas, etc;  siempre volveré a Normandía y por supuesto siempre volveré a Etretat.

 

Y además algún día.....





 

domingo, 17 de noviembre de 2024

Otoño en la costa

Cuando uno piensa en fotografía y en otoño sin duda vienen a nuestro pensamiento hermosas estampas de parques, bosques, etc donde los árboles nos muestran ese abanico de colores propios de esta época y con los que cualquiera contemplándolos queda fascinado.

Sin embargo en la costa capturar la esencia de esta estación intermedia resulta algo más complicado, seguramente por aquello de que la poca vegetación existente suele ser normalmente la formada por especies de hoja perenne. Menos mal que además de los árboles hay otras especies del reino vegetal que pueden ayudarnos en este cometido y los helechos son un buen ejemplo.


A pesar de su simpleza, hablamos de unas plantas que particularmente me parecen preciosas, las cuales en un determinado momento, sus brillantes e intensos verdes mudan a esas tonalidades de tierra que pueden evocarnos la actual época.

Galicia es muy rica en helechos ya que abundan por doquier vaya donde vaya uno, y la costa es un buen ejemplo.


En este caso el entorno además ayuda ya que es de los que yo llamo, -5 estrellas- por razones obvias y que ya he explicado en otras ocasionesCosta da Morte, día gris, bruma y "mi faro".




  

La intrépida exploradora

Hace unos días, en un nuevo peregrinaje al pirineo, como tengo por costumbre en fechas otoñales, aproveché para enseñarle a mis acompañantes algunos rincones que todavía no conocían.

Uno de ellos fue la cascada de Argualas en Panticosa, la verdad es que me pierde un salto de agua, y son precisamente las cascadas uno de los elementos paisajísticos que muchas veces cuestan más dimensionar. Sin embargo, cuando llevas contigo una exploradora intrépida puedes pedirle que pose y así poder haceros una idea, todos aquell@s que observan mis fotografías, cual es en este caso, el tamaño de tan bella "Fervenza" (como se llama en Galicia a los saltos de agua).

 

De la belleza de la modelo casi que no me pronuncio, daría para una novela con muchos capítulos...... jajajajaja. 




Espejismos en Burdeos

Burdeos conocida también como la pequeña París, pasa por ser una bonita ciudad y con mucho encanto pero siempre lejos de las dimensiones de la capital gala lo cual le confiere un aspecto más coqueto.

He de reconocer que siempre he tenido querencia hacia todo lo francés, incluyendo por supuesto, su hermoso territorio. Burdeos formaba parte, semanas atrás,  de una ruta que habíamos programado por la costa oeste de nuestro país vecino. 

En la capital mundial del vino teníamos previstas unas pocas visitas, lo que permite apenas un día y medio, y entre esas visitas yo tenía apuntado en mayúsculas dos aunque hoy solamente os hablaré de una de ellas. Me estoy refiriendo  al "Miroir d'eau", así es como se conoce una superficie de piedra pulida que se encuentra frente a la "Place de la bourse" con los edificios del Museo de Aduanas y el de la Cámara de comercio como principales testigos.

Pues el tal miroir d'eau data de 2006 y fue una construcción realizada para revitalizar la zona y ya lo creo que lo han hecho. Esa enorme piscina artificial se puede llenar y vaciar de agua en segundos, a voluntad; con una profundidad de 2 cms, es suficiente para que sirva de espejo y se pueda ver reflejado todo lo que transcurre a su alrededor.

La zona es atravesada por una línea de tranvía, que tiene allí mismo parada pero que los responsable del proyecto tuvieron en consideración a nivel paisajístico, no poner nada de mobiliario urbano, ni tan siquiera una marquesina para los usuarios (bien por los responsables).

Con estos elementos, la única noche que hicimos en Burdeos me acerqué a dicho lugar para jugar con los reflejos así como con el tranvía y sus luces.


La noche era perfecta, bueno casi, había algo de viento y por lo tanto pequeñas ondulaciones sobre el agua que impedían una nitidez total del reflejo.

 

Finalmente esto es lo que pude conseguir, cuando haces fotografía de viaje estás a expensas de las condiciones que existan a tu paso por un determinado lugar.





lunes, 11 de noviembre de 2024

Pensando en el Amor

En mi día a día, uno de los momentos en que mi cerebro se evade y en el mismo afloran pensamientos y recuerdos de todo tipo es cuando conduzco  escuchando mi música. Ayer tarde, sin ir más lejos, mientras estaba al volante regresando a casa desde el lugar donde trabajo, vinieron a mi mente dos personas, ambos profesores de física, el primero de apellido Ventín, me dio clases en el instituto y el segundo, Carlos Alonso, me recordó aquellas enseñanzas adquiridas mientras yo me  preparaba como opositor; los dos me enseñaron los postulados de Newton, la teoría y también cómo llevar a la práctica los mismos.

 

Sin embargo, ayer mientras mi cabecita recordaba todo eso y era consciente de esas teorías sobre las fuerzas, en mi interior surgía la idea de que más allá de esas fuerzas que la física puede demostrar y aplicar, creo firmemente que  la mayor fuerza existente en este mundo, y capaz incluso de mover montañas, es el AMOR. No es algo tangible, no hay forma de medirlo, pero la historia está ahí para recordarnos todo lo que se ha hecho por amor, muchas veces incluso haciendo caso omiso a la razón.

 

Estos pensamientos míos venían a propósito de enlazar los mismos con los sentimientos de emoción que estos días  siento al ver la solidaridad de tanta gente hacia esas personas del territorio valenciano que ahora mismo le han venido mal dadas.

 

¿Qué hay detrás de una persona que a más de quinientos o mil kilómetros acomete gestos y acciones para con personas que no conoce ni ha visto en su vida? Yo lo tengo muy claro, hablamos de empatía, de solidaridad, de sentir que hay algo que te une a ellos....  hablamos de AMOR. 

Quizás sea un romántico por pensar de este modo pero, a quién no conmueve y se le pone un nudo en la garganta, presenciar y escuchar todas las historias que hay detrás de esta semejante desgracia… como para no sentirte cercano a todos ellos.

Y por eso pienso y creo firmemente, que si la “Primera Ley del Ser Humano” fuera el AMOR seguro que a todos nos iría muchísimo mejor, de ese sentimiento es de donde sale lo mejor que todos llevamos dentro.

 

 

¿La fotografía?

La misma es de hace unos días en un lugar con un significado muy especial para mí, ahí estoy, a los pies del faro de cabo Vilan en plena "Costa da Morte" junto a la persona más especial que tengo en mi vida.

 

Ojalá fuera más sencillo poder convencer a la gente de que actúen SIEMPRE, con AMOR.

 

  


martes, 29 de octubre de 2024

Du Pilat

La "Duna du Pilat" situada en la costa de Aquitania pasa por ser la formación arenosa más alta del continente europeo con sus más de 100 metros de altura.

Con una longitud de dos kilómetros y medio y sus 80 hectáreas de superficie, este monumento natural provocado por el mar y las corrientes eólicas, es realmente espectacular cuando te encuentras en sus cercanías o sobre la misma.


Mi primera visita al lugar, hace apenas unas semanas, fue un poco accidentada ya que la incesante lluvia no permitía un disfrute en condiciones, algo que espero realizar en una futura ocasión. Me acerqué únicamente a la parte más alta de esta formación y si uno ve hacia el horizonte lo único que se aprecia son las ondulaciones de la arena con el océano Atlántico como fondo.

Desde luego sí uno se concentra mínimamente y se abstrae de que te encuentras en territorio francés, tienes la sensación de que te encuentras caminando por alguno de esos muchos desiertos que pueblan nuestro planeta.

Es desde luego una sensación diferente caminar por semejante arenal teniendo a tus espaldas un frondoso bosque y en el otro extremo el mar.  




lunes, 14 de octubre de 2024

Seguramente la muerte inesperada hace unos días de mi querida "Gasby" es la que me tiene sumida en esta tristeza profunda, me faltan esos paseos que dábamos juntas, los juegos, las excursiones, etc; para quien no ha tenido nunca perro o cualquier otro tipo de mascota quizás le resulte extraño esa relación que establecemos  con esos otros miembros de la familia y que tanto nos dan. Gasby era un pastor alemán que llegó a mí de casualidad y con muchas reticencias por mi parte, pero que desaparecieron por completo tras los dos primeros días en los que aquella bolita de pelo y grandes patas me enamoró.

Sigo descentrada y llorosa, pero como las desgracias no vienen solas, ayer por reajustes en la empresa me tocó, junto a otros compañeros, recibir una carta de despedido y hoy... va y se rompe el coche, que ahora ya está en el taller. Así es como semejante cúmulo de desgracias me tienen consumida la energía, la alegría y casi podría decir que la vida.

Y con este panorama hace un par de horas he recibido un mensaje de mi amigo Luis para decirme que viene a la ciudad por motivos de trabajo y me comentó la posibilidad de quedar y vernos. 

Entre Luis y yo hubo una bonita historia de amor hace más de treinta años, un amor de esos de adolescencia en el que ambos descubrimos no solo el sexo sino esa atracción y necesidad de querer estar junto a la persona que se ama. Aquello, como sucede tantas veces con esas relaciones de juventud, no prosperó sin embargo siempre hemos mantenido una muy buena relación, la cual debo decir que en gran parte debido a él, que es quien se encarga con su cariño y atenciones en forma de felicitar cumpleaños, fiestas, etc, de mantenerla viva. No me encontraba yo con ánimos de quedar ni con Luis ni con nadie y reconozco que fui algo seca en mi contestación sin embargo, me cuesta y prácticamente nunca consigo, disimular sentimientos y estados de ánimo. Así fue que a los pocos segundos de enviar la respuesta evasiva por mi parte Luis me telefoneó y ya de manera ostensible,  por mi modo de hablar, se dio cuenta que algo sucedía. 

Fue entonces cuando insistió en que esa noche teníamos que vernos, es más, me dijo que me invitaba a cenar. Tras unos cuantos tiras y aflojas decidí dejarme arrastrar por su insistencia y en parte por sentirme en deuda con él, precisamente por ser quien mantiene desde hace décadas esta preciosa amistad.

La cena resultó de lo más agradable y con Luis, que lo sabe todo de mí y con quien no tengo secretos, me pude sincerar sobre lo sucedido en las últimas semanas y como estaba agobiada con mi actual vida de mierda.

Me escuchó, se mantuvo atento y empático a todo lo que iba relatando para finalmente levantarse cuando ya había terminado de tomar el café y pagar la cuenta; me abrazó, y también me secó alguna de las lágrimas que todavía quedaban en mi rostro mientras le había relatado todo lo sucedido, especialmente lo de Gasby. Tras el abrazo tomó mi mano y empezamos a caminar por el paseo marítimo para en un determinado instante apoyarse sobre mi hombro y decirme: 

"Contempla esto, no son pocas las ocasiones en las que la vida nos deja momentos de amargura, dolor y desesperación pero esa misma existencia también nos brinda situaciones para la esperanza, la lucha, y volver a reencontrarse con uno mismo, mira esta bella estampa y dime que no es así".

 

Y no pude más que darle la razón contemplando esa silueta de la isla, ese cielo y el minúsculo trocito de luna que lucía en lo alto.

La estampa nocturna, la cena y la compañía con mi amigo han obrado el milagro, llegué a casa con otra cara y otra sensación. Tener amigos y en general personas que se preocupan de uno es algo que no siempre valoramos como debemos y yo le debo tanto a Luis.

 

(*) Atardecer en la ría de Vigo con la silueta de las Islas Cíes de fondo y su faro encendido.




Vivir con riesgos

E stá claro que uno puede tener una vida "cómoda", adjetivo que por cierto daría para un buen debate si pensamos en lo que esa pal...