lunes, 28 de abril de 2014

Color medieval...

Esta es la música que me sugiere el post de hoy, AQUÍ la tenéis.

Para muchos la basílica de Santa María del Mar es el templo religioso más bello de Barcelona y yo me encuentro entre ellos. Este templo ha cobrado inusitado interés en los últimos años gracias a la publicación de un libro (La catedral del mar) que sin embargo a muchos condujo a error pensando que Sta. María tenía tal calificación y no es así, la catedral de la ciudad es otra.

Bajo mi punto de vista, es la sencillez lo que le confiere a este templo levantado en el siglo XIV, su gran belleza, y hoy os traigo un detalle de la misma, una vista conseguida con el teleobjetivo de mi cámara, del rosetón de la fachada principal.

Estas vidrieras con ese espectacular colorido siempre han sido motivo de admiración por mi parte y éste no iba a ser menos.

Aquí lo tenéis.

Besos y abrazos.
Ger.


ISO 200    200 mm      f/ 3,5       1/ 250 seg.      Sin  trípode

jueves, 24 de abril de 2014

Por una cabeza...

Se trata sin duda de mi baile predilecto y no porque yo sea precisamente un gran bailarín pero sí por la plasticidad del mismo y la música con la que se baila.

La música de hoy es inequívoca y puede escucharse pinchando "aquí"; no podía ser otra tratándose de este baile y del título del post.

Tango, una sola palabra pero miles, millones diría yo, de historias asociadas a dicho vocablo...

Paseando por la calle me basta oír música para quedarme hipnotizado, si a eso le unimos buen baile entonces me solidifico cual estatua y quedo hechizado por ese instante único de unión entre buena música y gran baile; así me quedé hace unos días cuando esta pareja nos deleitaba,  en plena calle, y yo me dejaba transportar con ese aire melancólico que a mi particularmente me produce la música de tango.

Os dejo música, os dejo esta imagen y a partir de aquí deleitaros con tan bello baile imaginándolo en vuestras cabezas.

Aprovecho también esta ocasión para de algún modo rendir un pequeño homenaje a todos mis amigos y seres queridos tanto de Argentina como de Uruguay.



ISO 100    130 mm      f/ 2,8       1/ 250 seg.      Sin  trípode




Besos, abrazos y buen baile.

Ger.


viernes, 11 de abril de 2014

Paseando entre los "otros"...

La ciudad desde la zona elevada del cementerio de Montjuic

Hoy toca esta música, podía haber elegido otra quizás un poco más "fúnebre" pero no me interesaba amenizar la lectura con algo así y por lo tanto mi elección fue la que AQUÍ os dejo.


Estos días atrás me quedé un poco impresionado por algo que me sucedió mientras buscaba información para una de mis salidas-excursiones. Alguno podrá ver en el destino de esta salida un lugar de morbo, incluso de mal gusto pero yo me la planteé con total naturalidad como una oportunidad de observar de cerca, arte, belleza y todo en un lugar al aire libre y aún estando en una gran urbe, con mucho silencio y recogimiento.

Se trataba de visitar el enorme cementerio de Montjuic; este campo-santo que ocupa una buena parte de la montaña que le da nombre, era un lugar insólito para mi pues no lo había pisado nunca, ni tan siquiera por algún triste acontecimiento que me llevara allí para acompañar a algún ser querido.
Una famosa familia

Debo reconocer que ya desde pequeño me han gustado los cementerios, y éstos fueron mi mejor excusa cuando en mis años de niñez mi madre, algún que otro domingo decidía llevarnos a misa a mí y a mi hermana; yo le decía que fuera entrando en la iglesia que iba un momento al cementerio y es que como en casi todos los pueblos pequeños iglesia y cementerio convivían a escasa distancia, y allí me quedaba viendo lápidas y nichos "jugando" a ver quién era el que se había muerto con más edad, con menos o simplemente buscando cosas curiosas; lo que fuera para dejar pasar el tiempo sin tener que escuchar la palabrería de aquellos hombres a los que, como a muchos de ese "gremio", se les va la fuerza por la boca mientras viven placidamente y con una vida poco o nada respetable ante mis ojos por culpa de tanta hipocresía implícita en dicha "profesión".  Los únicos que siempre me han merecido un gran respeto son los misioneros y no tanto por que lleven la palabra de Dios allí donde estén, sino por estar desprendidos de cualquier tipo de lujo e incluso muchas veces casi de lo más básico, por todo esto y además por ayudar de VERDAD; casi la misma estampa que esos curas orondos de los pueblos y ciudades que se dedican al buen comer, al buen vivir e incluso al buen joder aunque su demagogia e hipocresía vayan en direcciones contrarias.

Continúo con lo que estaba que me disperso con el tema eclesiástico....

En junio de 2006 empecé mi andadura como bloguero y han sido con el actual, cuatro los blogs donde he depositado mis palabras, mis sentimientos, mis pensamientos, mis inquietudes. Comencé con uno dedicado en general a la Lírica pero pronto me di cuenta que Alfredo Kraus ocupaba un lugar preponderante en dicho blog con lo que decidí, dado el vacío de información en internet sobre tal ilustre figura y mi conocimiento de bastantes cosas relacionadas con el tenor canario, abrir un blog específico para él.

Sin duda ese blog me ha dado muchísimas satisfacciones tanto por la gente que he conocido, personas de los cinco continentes como  por permitirme situaciones impensables antes para mí como por ejemplo ser guionista y co-locutor en una serie de programas de una emisora de radio, dedicados a la insigne figura de Kraus.
Además de este blog me aventuré a comenzar otro sobre viajes y rutas pero cada vez tenía menos tiempo para escribir y para todo en general por lo que este blog viajero apenas vio la luz con unas pocas entradas y decidí dejarlo.
Después de unos años, el blog de Kraus decidí abandonarlo no por falta de material sino un poco por hastío y por la "erosión" que producen a veces los seguidores que llegan en ocasiones a querer imponerte como debes llevar algo que era desinteresado por mi parte y un modo de compartir cosas con los demás,  y como no tenía obligaciones con nadie, ahí se quedó. Pese a esto y desde que dejé la escritura de este blog por la cabeza me rondan cosas con respecto al Artista canario y no creo que haya dicho la última palabra sobre el mismo, me falta un empujón y quizás un poco de financiación para que lo que tengo en mente pueda llevarse a cabo, pero tiempo al tiempo....


Sin embargo mis ganas de escribir y de contar me hizo abrir este cuarto y último blog donde tienen entrada todas mis inquietudes y como digo en su cabecera  básicamente compartir con vosotros momentos de felicidad, de lugares, de experiencias que en muchos casos sirven para haceros partícipes a los que pasáis por aquí y que en ocasiones por unos u otros motivos no tienen la posibilidad de estar en esos lugares por los que yo he pasado, o tampoco la posibilidad de vivir experiencias que yo he tenido.

Toda esta introducción, es porque me he dado cuenta que los "blogueros" que nos dedicamos a escribir prácticamente sobre todo, y en la mayoría de ocasiones más por devoción que no por obligación, dejamos ahí, en este mundo "virtual"  que es internet, un legado que posiblemente perdure y sobreviva a la existencia de quién lo escribió.


Os explico y comento todo esto para poner en situación eso que me sucedió estas últimas semanas y me impresionó tanto.
Son hechos que conciernen a una persona totalmente desconocida para mí y de la que nunca había oído hablar, esta entrada de hoy de alguna manera es un pequeño homenaje a esa mujer, Mar Giverny.

Buscaba yo en la red referencias al cementerio que iba a visitar para hacerme una composición de lugar, y uno de los enlaces que abrí me llevo a un sitio fantástico, un sitio donde se hablaba de manera pormenorizada de las principales tumbas y mausoleos del cementerio por antonomasia de Barcelona.
Por lo visto, lo que estaba leyendo con tanta atención en legua española era una traducción de un libro escrito en catalán por Miguel Ángel Díez Besora.


Tras la lectura de dicha traducción, continué indagando sobre esta mujer y cuanto más leía en sus blogs más me llamaba la atención su vida, nada fácil por otro lado como lo es entre otras cosas el tener que sobrevivir a la muerte de un hijo. Después me entero de que a ella se le diagnostica un cáncer y habla de su relación con el mismo con una naturalidad que ya la querrían muchos a la hora de afrontar tan terrible enfermedad. Lo último que leí de ella (amante como mucha gente, de visitar y conocer cementerios) fue la crónica de un viaje a Italia precisamente para pisar un camposanto, en este punto pierdo el hilo.... días después continúo indagando por otros blogs hasta que descubro que la terrible enfermedad ya se la había llevado. Me quedé triste y apenado ya que tenía intención de ponerme en contacto con ella pero fue demasiado tarde, he intentado incluso ponerle "cara" pero no he encontrado ninguna foto suya en la red.

Todo esto viene a cuento de lo que explicaba con anterioridad, esta mujer hace dos años que se fue pero dejó un legado de pensamientos, vivencias, información de la que otros alguna vez podemos beneficiarnos como ha sido mi caso en la preparación de la visita a Montjuic. En todo este proceso de acercamiento a este mundo funerario he comprobado como existe, podríamos decir, un turismo de campo-santos pues hay gente que se desplaza y prepara visitas a ciudades y lugares, únicamente con la finalidad de visitar y ver tal o cual cementerio, tampoco es algo que me extrañe pero era ajeno a tal devoción; yo reconozco que a veces estando de viaje aprovecho y visito alguno que otro pero tan solo porque me viene bien y no tengo que preparar nada especial, todo lo contrario de esta visita a uno de los cementerios de mi actual lugar de residencia.


La visita propiamente dicha fue enriquecedora y me supo a poco como lo demuestra que me pasara en el cementerio desde la apertura del mismo a las ocho de la mañana hasta las 13:00, y eso porque había que comer que si no, pero como sé que habrá segunda parte no me preocupa demasiado, seguiré disfrutando. Lo primero fue ir al puesto de control y vigilancia para sellar el permiso que días atrás me fuera expedido para permitirme hacer fotografías por el interior del mismo y respetando una serie de normas que son de sentido común.

El comienzo de la visita ya me proporcionó una anécdota y la posibilidad de sonreír y es que aparqué fuera del cementerio a pesar de que se puede circular por el interior del mismo con total libertad. Cuando se lo comenté a uno de los guardas de seguridad me preguntó si pensaba salir muy tarde del cementerio en cuyo caso me aconsejaba que aparcara dentro a lo que le pregunté a que se debía esa sugerencia y entonces me dice que a partir de cierta hora, en los alrededores de aquel lugar se ponen las "mujeres de la vida".....palabras textuales,  jajajajajajaja....     por respecto al chico no me reí pero es que me hizo mucha gracia el eufemismo para referirse a las "putas" que por alrededores trabajan, pero además me hizo sonreír el que el lugar escogido para la prostitución fuera los aledaños de un cementerio, curioso y seguro que para muchos, morboso cuando menos.... jajajajaja.


Tras la sonrisa de esa situación comencé mi paseo a partir del plano que me había descargado de la ruta a la que antes os hacía referencia pero sólo por llevarlo encima como aquel que dice ya que no le presté demasiado caso, iba dejándome llevar por la intuición y por lo que imaginaba a medida que me encontraba con encrucijadas o lugares de referencia en los que entonces y sin ningún razonamiento lógico escogía para continuar caminando.
El trayecto fue como un continuo serpenteo y en el que poco a poco iba tomando altura hasta que acabé por llegar al punto más elevado, lugar desde el cual se tiene una amplia panorámica de la zona comercial del puerto de Barcelona así como del anillo olímpico.

Lo que me encontraba en el camino era de lo más variopinto, mausoleos y tumbas solemnes junto con otras de lo más "friki" y con las que también esbocé alguna sonrisa. Resulta curioso también lo que la gente pide que le pongan en los nichos, he visto toda clase de muñecos, mascotas, pero también mucha iconografía del Barça, escudos, bufandas, etc.... como poco resultan curiosas muchas de estas tumbas.
He visto también la evolución de los enterramientos y lugares de reposo que con los años y a día de hoy se quedan ya en algunos casos, a una simple referencia de la persona fallecida en una pequeña placa conmemorativa sobre una estructura de hormigón donde hay unas guias para insertar varias de estas placas, o lo que parecería un buzón de correos de los de casa y donde imagino que se tienen depositadas las cenizas de algún o algunos difuntos.
Un ángel parece con la mirada perdida

Tras un breve paseo enseguida se da uno cuenta de que también a la hora de irnos de este mundo hay "clases" y "clases", aunque ciertamente encuentro bastante absurdo por no decir estúpido, el gastarse auténticas fortunas para de un modo bastante artificial, hacer que en el futuro se acuerden de uno o de su familia cuando alguien visite un cementerio. Y digo esto porque hay auténticas joyas escultóricas y arquitectónicas en lo que son principalmente muchas tumbas y mausoleos de las primeras décadas de existencia del cementerio, osea la segunda mitad del siglo XIX.
En la mayoría de los casos se trata de familias de la burguesía barcelonesa y catalana que en un claro intento de prolongar más allá de la vida, su poder y yo diría que protagonismo, mandaban construir sus pequeñas obras faraónicas.

El día acompañó ya que tenía una agradable temperatura primaveral y un cielo azul precioso aunque éste me daba un poco lo mismo ya que no me había levantado para hacer fotografía paisajística sino para captar un poco la esencia del lugar. Sí tuviera que quedarme con una escultura entre las muchísimas que pude ver, sin duda lo haría con la de Nicolau Juncosa  más que nada por el simbolismo de la misma pero lógicamente también por el arte del escultor a la hora de recrear esos pliegues y ese medio rostro cadavérico que puede verse en la misma.

Al final esto es como todo lo suyo es verlo en vivo y en directo por eso en breves fechas volveré de nuevo por el lugar y además con una compañía de lo más agradable, seguro que entonces volveréis a ver al cabo de algunos días alguna que otra  imagen de esta próxima visita. Os dejo algunas imágenes más.

Hasta pronto.
Besos y abrazos.

Ger.


Detalle de mi escultura predilecta en Montjuic (Nicolau Juncosa) 




Muy apropiada escultura para semejante cargo





Algunos llevan sus pasiones futbolísticas....  hasta el final





Espacio abierto en la zona alta





El cementerio ha ido creciendo sobre la montaña





Tierna y romántica dedicatoria de un marido a su difunta esposa






Vista parcial del puerto barcelonés desde lo alto del cementerio





Placas conmemorativas





A contraluz



jueves, 27 de marzo de 2014

Momento holandés...

La entrada de hoy merece una música romántica, sosegada y ensoñadora... pincha  AQUÍ  para escuchar lo que he decidido traeros en este último viernes de Marzo.





ISO 250    175 mm      f/ 2,8       1/ 500 seg.      Sin  trípode




Ya estamos en plena primavera, mi estación predilecta, la estación de la vida, de la eclosión, del deshielo y del fluir frente a la calma de estos meses previos donde las bajas temperaturas ralentizan el ritmo de la vida animal y por supuesto la vegetal.

Adoro los meses de Abril y de Mayo ya que son sinónimo de esplendor en bosques y campiñas, en parques y en jardines. Son sin duda los meses de las flores y del color, flores entre las que en estas próximas semanas y para mí, hay una reina indiscutible, el Tulipán.

Hablar de esta preciosa planta es que le vengan a uno asociaciones de ideas y pensamientos… siempre lo había tenido en mente,  pero desde que los pisé en diferentes ocasiones, Tulipán es sinónimo de los llamados Paises Bajos, de kilómetros y kilómetros de llanuras con campos multicolor.
Y es que estas plantas bulbosas encuentran en tierras holandesas, su paraíso y donde se las cuida, cultiva y mima como en ningún otro lugar del mundo.

La historia de Holanda y los tulipanes es curiosa y muy interesante pero yo no os la voy a contar pues os sobra en la “red” lugares donde leerla.

Solamente permitirme deciros una cosa o mejor haceros una sugerencia tanto para los que ya conocen Ámsterdam  como para aquellos que tienen planes de visitarla.  Ninguna época más hermosa para conocerla que los meses de Abril y Mayo por cómo están esos parques y jardines, la campiña…. pero también porque SOLAMENTE en apenas esos dos meses  puede visitarse "EL PADRE" de TODOS los jardines. Un espectáculo de esos que a uno no se le olvida en toda su vida.

Quedaros con este nombre Keukenhof; todo lo demás es ver vídeos, fotos, reportajes, artículos en revistas, internet, etc, pero estar allí es…..ÚNICO.

Hasta pronto amigos y seguidores.

Besos y abrazos.

Ger.


viernes, 21 de marzo de 2014

Un estreno, único...


La música que hoy os invito a escuchar no es que esté justificada, no, es que sólo puede ser ésta.... AQUÍ os la dejo mientras avanzo en la escritura de esta entrada.

Me gusta el Cine, me gusta mucho, pero no el cine en general, no, la verdad es que soy bastante selectivo y desde luego hay por ejemplo géneros a los que no me acerco y otros por los que apenas paso de puntillas.
Eso se traduce en que no soy un devorador de películas pero si que desmenuzo y me empapo de aquellas que me gustan y con las que disfruto.
Mi altar cinematográfico tiene una cima creo que inalcanzable (bajo mi gusto y punto de vista personal, por supuesto) por ninguna otra película del pasado, presente o futuro. Seguro que más de uno ya se ha dado cuenta de que hablo de la película que le da nombre al título de este blog,
"Qué bello es vivir".
Esta obra maestra de Frank Capra que reunió a un reparto excepcional y los guió en un largometraje siempre actual y que jamás pasará de moda pues nos muestra claramente algunas de las miserias del ser humano pero también algunas de las cosas que nos hacen excepcionales. El personaje principal George Bailey interpretado por James Stewart es sin duda mi héroe cinematográfico y ello se debe básicamente a que encarna todos los valores que para mi representan a la buena gente.... solidario, cariñoso, siempre dispuesto a cuidar y ayudar a los demás, comprometido, etc...

Las innumerables ocasiones que he visto esta película me han llevado como es lógico, y sin querer, a memorizar casi en su totalidad, los diálogos de todos los personajes.
Pero hoy no he venido a hablar de esa joya cinematográfica de mediados de los 40, donde por cierto Donna Reed está para comérsela, hoy vengo a veros de mi segunda película en ese particular e imaginario escalafón que tengo cinematográficamente hablando.

Hay músicas, artistas, flores, lugares, personas..... y por supuesto películas que te hechizan y sin saber muy bien el porqué o debido a que circunstancias, simplemente te embriagan y subyugan.... esto me sucedió a mi con "El paciente Inglés".

Justo medio siglo después (1996) del estreno de Qué bello es vivir, apareció en las pantallas este largometraje de Anthony Minghella que me ha marcado para siempre.
Los gustos son muy, muy personales, y menos mal ya que si siempre coincidiéramos en todo la vida sería un poco aburrida; comento esto por que cuando hablo del "paciente" hay gente que me dice que les pareció un "tostón", otros que se aburrieron y más puntos de vista diametralmente opuestos a lo que en mi causó.

Mi película de culto por excelencia
Con anterioridad había ido al cine a ver repetidas algunas cintas que me gustaron especialmente pero con ésta batí todos mis records y no he vuelto a realizar semejante cosa. Me pilló esta película a caballo de mi primer traslado a Barcelona y es por ello que las tres primeras veces que vi a Ralph Fiennes y Juliette Binoche en la gran pantalla fue en un cine de Vigo pero las siguientes tres ya las vi aquí en Barcelona y más concretamente en un cine de culto de esta ciudad, el colosal y ya desaparecido cine Novedades que estaba en el número 1 e la calle Caspe.
En total, seis ocasiones en las que me acomodé en una butaca para ver y volver a ver esos maravillosos "flashback" que jalonan los 160 minutos que dura el largometraje. En si no podría decir una sola cosa de porqué me gusta tanto esta película, es una suma de todo lo que le confiere para mi este sentimiento tan singular: su maravillosa fotografía, una banda sonora excepcional, un reparto de actores de primerísimo nivel y una historia conmovedora. Para un servidor simplemente un cóctel ganador.

Tras aquellas veces en la sala grande, compré la película, y gracias que las tecnologías digitales no rayan los contenidos de estos nuevos soportes que sino ya estaría el DVD corroído de las veces que ha girado y vuelto a girar sobre el haz de rayo láser, de la cantidad de veces que la he vuelto a ver. También me hice con la banda sonora y no puse el cartel de la misma en casa por que..... jajajajaja.

Hace ya meses que no la veo y me ha entrado ya el gusanillo de volver a disfrutarla aunque sea a costa de derramar, como siempre, alguna lágrima sobre todo en las intensas escenas de emoción que se suceden en la parte final del film de Minguella.

Otro de los factores que me enamoraron del Paciente fue la ambientación, el desierto... ese lugar donde las noches tienen que ser únicas por la ausencia de contaminación lumínica y donde la soledad de encontrarse rodeado únicamente por arena tiene que ser toda una experiencia. Personalmente es algo que alguna vez me gustaría llevar a cabo aunque sólo fueran tres o cuatro días, tengo incluso una predilección para llevarlo a cabo, sería el desierto de Namibia ese que cuenta con algunas dunas espectaculares y donde el color rojizo de su arena lo hacen único; después siempre está el Sahara que me queda más cerca pero bueno, ya se verá si alguna vez se alinean las circunstancias necesarias para llegar a vivir una experiencia de este tipo.

Hasta pronto amantes del séptimo arte.

Besos y abrazos.

Ger.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Una barriga, de madre...

Esta es la música que he elegido para el día de hoy, AQUÍ la encontrarás.

La intimidad de un cuerpo humano y el pudor de las personas, condiciona  muchas veces, determinadas situaciones; esto viene a cuento de la imagen de hoy, la de una mujer embarazada.

Siempre me ha atraído la belleza de la mujer en ese estado, pero he de decir que sólo cuando ésta va con poca ropa o preferiblemente desnuda. Me parece un cuerpo hermoso, sin embargo los atuendos con los que a veces se visten simplemente me horrorizan, salvo honrosas excepciones.
Parto de mi idea de que cualquier mujer por el simple hecho de estar embarazada ya es bella, y es que llevar en tu interior otro semejante tiene que ser una sensación única. 
Particularmente estoy contentísimo con mi condición de hombre pero tengo claro que si hubiera nacido mujer no habría dejado pasar de largo, la oportunidad de producir ese “milagro”, el de  llevar otra vida dentro de ti. Es por este motivo que siempre he sentido y sentiré una admiración especial por las MADRES.

Hablando de fotografía, cuando uno se dedica a los retratos o bien tiene que hacer una sesión puntual, lo que he aprendido es que la química entre fotógrafo y modelo tiene que funcionar ya que de ello dependen en gran parte los resultados finales que se obtengan. No es éste, el del retrato, una variedad fotográfica que tenga muy explorada pero si lo suficiente para constatar que lo que comentaba antes suele cumplirse. Si a esto le añadimos el tener que trabajar con una o varias personas desnudas…. la cosa puede complicarse  y entonces esa “química” de la que hablaba antes, tiene que multiplicarse; eso  o simplemente que surja una normalidad tal que no exista condicionamientos de ninguna clase entre uno mismo y esa persona que va a posar para nosotros.

Esta de hoy es una imagen que pude hacerle a una amiga muy especial, Carmen. Ella es casi como una hermana y el haber estudiado juntos Shiatsu, compartir vestuario, el ser como somos muchos de los que nos dedicamos a las terapias manuales, unos "tocones", y  esa camaradería que con los años ha ido en aumento, han hecho que esa línea de la intimidad de un cuerpo desnudo, en nuestro caso prácticamente no exista.

Una tarde de verano en el transcurso de su primer embarazo y mientras descansaba en el jardín tras un remojón en la piscina, me fue imposible resistirme a "robarle" algunas fotos.
Fue algo sobre la marcha, sin preparar y por ello quizás no aproveché suficientemente aquella posibilidad de fotografiar el cuerpo casi desnudo de una belleza femenina con una hermosa barriguita.....  con la cantidad de ideas que me surgieron más tarde en cuanto a encuadres, poses, y modos de hacer.


Espero en un futuro no muy lejano que alguna amiga en situación similar, “de buena esperanza”,  me permita fotografiarla en ese estado de belleza mayúsculo.

¡¡Gracias, mi querida "muñequita" !!
Un chuchón  y un besazo del gallego "güevón"   :-)

Ger.


ISO 100    98 mm      f/ 2,8       1/ 4000 seg.      Sin  trípode



lunes, 3 de febrero de 2014

Crónica de un concierto anunciado...

Las entradas del concierto


La música de hoy es inevitable que sea la que es, y es que el protagonista de hoy es cantante y artista. Haz "click"  AQUÍ.

En este blog os traigo casi siempre crónicas de viajes, de  excursiones, referencias a fotografías.... pero el subtítulo de este sitio dice: “Compartiendo momentos de felicidad…” así que vale cualquier cosa de las que produzcan en mi tal sensación de alegría para que la comparta y os la cuente.

Sí fuera por la música, sin duda sería ésta la que más páginas llenaría en el libro imaginario de mi vida; ésta no la concibo sin melodías, sin cantos, sin ritmo y sin la belleza con la que creadores e interpretes me llenan el espíritu…… y todo gracias a eso, a la MÚSICA.

Mis incursiones lejos de la música clásica y la ópera son contadas, apenas unas cuantas cosas con las que poder dar unas pinceladas de color en el monopolio operístico que llena mi existencia. Algunas de esas pinceladas son las que han puesto y ponen determinados cantantes con un “feeling”  especial  a la hora de interpretar y hacer llegar determinados estilos musicales.
Los “crooner”  son unos de esos cantantes que también me llenan por el modo de cantar, por su voz y por supuesto por los temas que interpretan. Ni que decir tiene que con este gusto podréis imaginar que Sinatra es para mí toda una figura idolatrada. Nunca pude escucharlo en directo por eso cuando alguien me atrae lo suficiente como para verlo en vivo y en directo procuro hacerlo, y así no quedarme con la duda de si eso que me gusta es únicamente un producto que se origina en un estudio de grabación o realmente hay más fuera de éste.

Por eso y porque nos apetecía mucho ver en directo a Michael Bublé ni me lo pensé cuando me enteré que su gira pasaba por Barcelona. A pesar de la alegría que me producía ir a verlo en directo me lleve cierto “chasco” cuando me di cuenta que el día de su concierto coincidía con una representación de ópera para la que tenía entradas compradas desde hacía varios meses.  Lo tuve claro, vendí las entradas de la ópera y compré otras para días más tarde… me pareció que Bublé bien se lo merecería.

Y así fue, en una escala de 1 al 10 el concierto podríamos decir que resultó de 8,5 ó 9. Conseguir un 10 en cualquier faceta o aspecto de la vida es harto complicado pero no por ello uno debe dejar de disfrutar, sí así fuera dejaría pasar infinidad de momentos maravillosos con los que ser feliz.

Está claro que este canadiense ya universal  es algo más que un cantante, estamos hablando de un showman en toda regla, cercano al público y con  una gran facilidad para desenvolverse en los escenarios tanto por su sentido del humor como por su “labia” y eso sin contar la faceta meramente artística, la de cantar.

El show me encantó, la música, el espectáculo de luces y por supuesto la puesta en escena. Empezó el concierto con “Fever”, muy apropiado para encender ya en el público ese pequeño delirio y ponernos a tono para lo que seguiría durante la noche.

Un artista de esta magnitud es lógico que se rodee de grandes artistas y eso saltaba a la vista con los músicos que componían su banda.  Eran más de una docena y entre los mismos tomaban un claro protagonismo la sección de metal; trompetas, saxos y trombones dan un brillo diferente a la música que interpretaba toda la banda. Así mismo y como el mismo confesó, por primera vez incluía “cuerdas” en una gira y es muuuy de agradecer ya que  el fondo y el sonido de violines más cellos dan empaque, elegancia y redondean de manera bellísima cualquier canción.

Las luces fantásticas, extraordinarias, tanto éstas en sí mismas como las proyecciones de vídeos e imágenes que se sucedían sobre el escenario; no eran cargantes ni quitaban protagonismo al artista pero daban el contrapunto y complemento ideal para acompañar las actuaciones. Los colores eran alegres y vivos lo que personalmente me gustó mucho.

Al chico le gusta bailar y moverse con soltura por lo que sobre el suelo del escenario había puesto “algo” (los prismáticos no me permitieron verlo con total claridad) para que pudiera deslizarse y casi patinar sobre el mismo.
Me gustó su acercamiento hacia el público que tenía más cerca del escenario, estrechando manos, saludando, dejándose tocar… espero que tarde o mejor dicho,  nunca,  aparezcan aires de Divo en él.

Vamos con los “peros”…

He asistido a muchos conciertos de música amplificada y esta modalidad conjuga varios factores para que el sonido pueda ir de pésimo o patético hasta en el otro extremo, la excelencia. Influyen el “hardware”  es decir el equipo meramente técnico,  los técnicos o ingenieros encargados de calibrar y dar un buen uso y sacar el máximo rendimiento a esos centenares, miles de vatios musicales; y por supuestísimo influye la acústica del  lugar.

Partiendo de este último apartado, un pabellón como el Palau Sant Jordi  no está concebido para escuchar música aunque en él se hayan celebrado ya infinidad de espectáculos musicales; eso es un hándicap, pero ahí es donde entran en escena los conocimientos y la maestría de los técnicos.

Bueno, pues en general al sonido del concierto se le puede dar un notable alto. Los temas más lentos y baladas donde los decibelios eran menos exagerados todo el conjunto sonaba maravillosamente bien pero en las canciones más  “marchosas” la voz de Bublé resultaba estridente por momentos a pesar de jugar con el  micro y la distancia entre el mismo y su boca. Igualmente sonaba  estridente el piano en determinadas ocasiones pero en ambos casos fueron sólo determinados momentos  que bajo ningún concepto pueden menoscabar en el buen sonido en general. Creo ciertamente, que es literalmente IMPOSIBLE hacer que durante dos horas  el sonido amplificado de voces  e instrumentos sea perfecto. Esto se lograría si los mismos se ejecutaran siempre con la misma intensidad pero es que los “crescendo” y “diminuendo” no son exclusivos del Bel Canto y por ello los intérpretes utilizan estos recursos para hacer más dinámicas y atractivas sus interpretaciones, con el problema que ello conlleva, como explicaba anteriormente, para los que tienen que regular la potencia que debe entrar por los micros y la salida por los altavoces de turno.

Volviendo  de nuevo al concierto y a la parte meramente musical,  me quedo con muchos momentos del mismo pero sin duda con dos: el primero sería algo así como el clímax de la noche y se produjo cuando Michael y todo el público cantamos juntos el estribillo de una de mis canciones preferidas de los Beatles, el “All you need is love”;  llegué a emocionarme… el proyector dibujó sobre el fondo del escenario, cientos, miles de corazones rojos de diferentes tonalidades, cayeron desde lo alto millones de confetis y otros fueron lanzados desde el suelo con pistolas de aire y todo eso mientras la célebre canción sonaba  y todos la cantábamos al unísono acompañándola con movimientos de nuestros brazos puestos en alto…. Realmente emocionante.


El segundo momento que destacaría fueron los últimos veinte segundos de concierto…. 

Estaba ya Bublé con las propinas y concretamente cantaba el que a la postre sería el último tema  con el único acompañamiento del piano, cuando de repente el piano dejó de sonar, el  se quitó y tiró al suelo el pinganillo e hizo lo mismo con el micro…. nos deleitó con unas últimas estrofas cantando “a capela”, momento en el que en todo el  Palau Sant Jordi se hizo un silencio sepulcral para escuchar aquellas notas que llegaban desde el escenario,  diminutas comparándolas con las que habían sonado hasta entonces gracias a los vatios de potencia que allí había, pero estas eran más reales, más humanas….. fue ciertamente un broche de oro a un gran  concierto, o al menos así me lo pareció a mí.

Verdaderamente disfruté muchísimo de esas dos horas ininterrumpidas con las  que Bublé nos deleitó… espero verle y escucharlo pronto.

Recomendable…… MUY RECOMENDABLE.

Besos y abrazos.


Ger.

Vivir con riesgos

E stá claro que uno puede tener una vida "cómoda", adjetivo que por cierto daría para un buen debate si pensamos en lo que esa pal...