Te levantas un domingo por la mañana y caminas por casa con esa luz que en los días soleados del verano, lo inundan todo; camino de la cocina al pasar por el salón, detecto algo en el suelo del mismo y allí estaba ella, boca arriba, inmóvil, fría y sin vida…..
Qué nadie se asuste por este comienzo trágico de mi
relato, no estoy hablando de ningún ser cercano, ni tan siquiera de una mascota
(que por cierto no tenemos), simplemente le he dado un poco de dramatismo a mi
encuentro con una mosca muerta y que me encontré así de buena mañana.
Es importante y mucho que aclare este punto, y voy a
comentar el porqué, independientemente de que yo soy poco, o nada amigo de
crear y alimentar polémicas.
Una de las disciplinas más espectaculares en
fotografía es la denominada "fotografía macro" que consiste en
acercar al espectador, ese universo diminuto que tantas veces pasa
desapercibido. En el caso de los animales y concretamente de los insectos, hay
una pequeña polémica debido a que algunos fotógrafos para retratar a estos
diminutos seres, les quitan la vida y poder así manipularlos más fácilmente.
Hablamos de mariposas, arañas, escarabajos y otros muchos, y es aquí donde nace
la polémica; yo jamás antepondría la vida de cualquier ser, por diminuto
que fuera, para poder hacer una
fotografía, y por eso esta aclaración mía, la mosca ya estaba sin vida cuando
la encontré.
Dicho esto, así es, mucho más de cerca, el
aspecto de uno de los insectos más comunes y con quién más convivimos.
Esto es todo, besos y abrazos.
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