Dentro de mi universo paisajístico de fotografía, algo que me gusta hacer siempre que el "poblado" lo merece, es retratar esos pueblos llenos de belleza y que además en muchos casos nos trasladan a otras épocas con los vestigios que permanecen en calles y edificios.
Artajona, en pleno centro de la comunidad foral de Navarra, es un perfecto ejemplo de lo que acabo de contar y por eso cuando esta pasada Semana Santa programamos un pequeña ruta por algunos pueblos navarros, Artajona fue uno de los elegidos.
Una vez me documenté sobre el mismo, la fotografía que más me interesaba realizar era un perfil de esta localidad, que no llega a los dos mil habitantes, y en el que llama poderosamente el denominado "Cerco".
Ese “Cerco” cerco es una preciosa fortaleza del siglo XI que permanece en pie con nueve de las catorce torres originales con las que fue construida, y que indudablemente en estos más de once siglos de historia que posee, habrá "visto” de todo.
Artajona, un precioso pueblo navarro que bien merece una parada en el camino.
Esto es todo, besos y abrazos.
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