jueves, 16 de septiembre de 2021

Agua en blanco y negro

De finales de esta pasada primavera data mi última visita al venerado parque de Ordesa y siempre que regreso dedico al menos una jornada a realizar algún recorrido todavía no explorado por mí.

En esa ocasión, y con el deshielo más que finalizado lo que pretendía era retratar la que es, con sus aproximadamente 200 metros de altura, el salto de agua más alto de todo el parque nacional, me estoy refiriendo como no, a la cascada de Cotatuero.

En su día desde los miradores que se encuentran por encima de los dos mil metros, ya realicé algunas fotos con las que me quedé satisfecho pero ahora quería retratarla mucho más de cerca y con otros puntos de vista; la verdad es que no conseguí todos los encuadres que había imaginado pero es que la orografía manda y como tampoco soy de jugarme el físico, pues me dediqué a buscar alternativas.

En este inminente otoño que pronto nos visitará, seguro que además de “jugar” con el agua también podré hacerlo con esa paleta de colores tan hermosa que nos deparan nuestros bosques en esa época. Sin embargo este día de junio lo que tenía a mi alrededor eran tonos verdosos y como único contraste  un cielo azul casi inmaculado, por lo que me pareció que si lo que deseaba era darle protagonismo a la cascada, el blanco y negro le iban a sentar mucho mejor.

Y aquí la tenemos, se trata de un primer plano donde puede observarse como esa agua discurre entre enormes rocas salpicándolo todo y al fondo puede apreciarse parte de esa caída de doscientos metros.

Esto es todo, besos y abrazos.


Ger.

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martes, 14 de septiembre de 2021

En medio de la nada...

Sabes que estás ahí, en medio de la nada, casi en el centro del segundo océano más grande del planeta, con África y Europa unos 1.400 kilómetros de distancia y América a más de 2.500.

Y te prestas entonces a ver ese otro gran hito en la vida de una jornada en el planeta tierra, el comienzo del fin de un nuevo día. Las puestas de sol siempre tienen un aire más romántico que los amaneceres, a pesar de que a mí como ya sabéis me gustan mucho más estos, el crepúsculo ya nos coge a todos despiertos y con actividad plena lo cual significa más movimiento y ruido, algo que choca con la tranquilidad y el silencio de esos instantes al alba.

Esto es una puesta de sol en la zona norte de la isla de la que os estoy hablando estas últimas semanas, Sao Miguel; y concretamente este instante lo plasmé desde una de las playas de Ribeira Grande.

Esa playa, un reducto casi inexpugnable para los simples bañistas y todo un patio de juego para los surferos, mostraba una cara poco habitual, la de un mar casi en calma con apenas unas pequeñas olas. Era casi como si el océano, por unos instantes, quisiera también disfrutar de la magia de los tonos anaranjados con los que el señor sol iba tiñendo cielo, mar y tierra, con sus postreros rayos.

Un poco de magia para este nuevo día que compartimos todos.

Esto es todo, besos y abrazos.


Ger.

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domingo, 12 de septiembre de 2021

Recuerdos de una exposición universal

Uno de los monumentos más conocidos y representativos de la ciudad de Barcelona y que forman parte de su “Skyline” particular es el monumento a Colón. Situado al final de las ramblas y próximo al puerto viejo, el proyecto salió adelante tras una segunda intentona ya que el mismo se propuso a mediados del XIX pero entonces no fructificó la iniciativa.

Sí lo hizo un par de décadas más adelante, y así el 1 de junio de 1888 durante la exposición universal que se celebraba en la ciudad Condal se produjo la inauguración entre muchas personalidades, la reina regente María Cristina, el presidente de Estados Unidos y el rey de Italia como las más relevantes.

El monumento consta de tres partes bien diferenciadas, una primera que componen los cimientos y una base de piedra en la que se pueden ver algunos bajo relieves así como las esculturas de ocho grandes leones. A continuación tenemos la columna, hueca y donde se encuentra un ascensor para aquellos que no padezcan de claustrofobia y quieran sentir las alturas. Y finalmente la escultura de unos siete metros de altura y toda ella de bronce, en total 57 metros de altura para todo el conjunto. Dicha estatua originalmente tenía otro diseño en el que el navegante tenía otra pose en la que sujetaba un estandarte y su brazo no aparecía como está actualmente según el diseño final.

La fotografía la hice casi desde un kilómetro de distancia, a novecientos doce metros para ser exactos. El motivo de hacerla así era jugar con la perspectiva y el apilamiento de planos que proporciona fotografiar con un teleobjetivo, en este caso un 70-200. Madrugué, como no, para aprovechar que la salida del sol incidiría de lado y sobre todo iluminaría perfectamente esos siete metros de Colón. El resultado es el que hoy os traigo aunque en el futuro os mostraré perspectivas diferentes y detalles en lo que fue más de media mañana dedicada al conocido monumento.

Esto es todo, besos y abrazos.


Ger.

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jueves, 9 de septiembre de 2021

¡Perdidos?

La verdad es que no, si bien este día y en ese lugar éramos los únicos que allí nos encontrábamos. En verano y en Galicia con sus miles de kilómetros costeros, lo que la gente quiere y busca principalmente es playa, por eso si te adentras en el interior de la región,  las probabilidades de visitar lugares con poca o ninguna compañía aumenta de manera considerable.

Había escuchado y visto, imágenes de cascadas de agua en el término municipal de Mazaricos con lo que hacía allí nos fuimos y la verdad es que la visita valió mucho la pena por la belleza de esa caída de agua y todo el entorno con verdes exuberantes aunque estuviéramos en pleno mes de Julio.

Aquí, nuestra aparición  a modo de autorretrato, sirve para dimensionar el lugar y las cascadas, de esta manera puede resultar más sencillo interpretar el tamaño de todo.  


Esto es todo, besos y abrazos.


Ger.

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miércoles, 8 de septiembre de 2021

Crepúsculos

Uno de los pueblos que más me gustó de los que visitamos este verano en la isla de Sao Miguel fue el de Mosteiros. En dos ocasiones paramos en esta localidad situada en el noroeste de la isla, la primera vez fuimos a conocerla como parte de la ruta que llevábamos programada para aquella jornada y también aprovechamos para degustar un plato típico del lugar, el pulpo guisado y que por cierto estaba delicioso.

Tras la primera visita ya sabíamos que volveríamos en este caso por un especial interés mío, y es que hay unos farallones orientados hacia el oeste en la playa del pueblo, donde quizás en una tarde propicia podríamos disfrutar de una bonita puesta de sol.


No se dieron las mejores condiciones pero aun así algo decente se pudo aprovechar, y es esta imagen que hoy traigo hasta aquí.


Esto es todo, besos y abrazos.


Ger.

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domingo, 5 de septiembre de 2021

Entre olas

Los deportes de acción requieren muchas veces que se congele la imagen para apreciar con todo detalle, lo que se está llevando a cabo.

Así me sucedió con este practicante de bodyboard en el que a lomos de una tabla más pequeña de la que utilizan los surfistas, se dedicaba a juguetear con gran destreza entre las olas.

Un deporte lleno de emoción y desde luego refrescante.


Esto es todo, besos y abrazos.


Ger.

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jueves, 2 de septiembre de 2021

La "nueva" Barcelona...

En apenas unas semanas, a mediados de octubre concretamente, tendrá lugar el treinta y cinco aniversario de la designación de Barcelona por parte del Comité Olímpico Internacional, como ciudad para acoger los juegos olímpicos de 1992.

Yo recuerdo haber vivido aquel instante en directo, no en Barcelona pues todavía el destino no me había realizado el guiño para venirme al Mediterráneo, pero si a través de la televisión. Con apenas 18 años recién cumplidos me hizo mucha ilusión que nuestro país y concretamente Barcelona fuera quién organizara el que es el evento deportivo más importante cada cuatro años.

Tras aquella designación comenzó una carrera contrarreloj para transformar muchas zonas de la ciudad y levantar algunas de las sedes más importantes donde tendrían que realizarse parte de las pruebas deportivas.

Posiblemente, la mayor transformación de la ciudad tuvo lugar en la zona de costa, allí  donde durante décadas se le dio la espalda al mar y donde viejas naves, fábricas y raíles de vías ya en desuso separaban la urbe de lo que hoy ya es zona de playas y de un puerto deportivo.

Hace unos días a primera hora de la mañana me fui a retratar ese lugar desde las alturas. La luz dorada lo inundaba todo mientras una fina capa de niebla se asomaba por toda la franja costera de la ciudad y las localidades adyacentes.

La estatua de Colón, los edificios del puerto y de aduanas, el hotel Arts, el puerto deportivo del Port Vell, la villa olímpica y los grandes edificios del barrio de Poblenou son seguramente, para los que ya tienen una edad, una imagen que nada tiene que ver con lo que podría verse desde esta privilegiada atalaya hace cuatro o cinco décadas atrás.

Hoy gracias a la ya lejana designación de 1986 podemos disfrutar de una ciudad llena de luz, que mira al Mediterráneo, una ciudad hermosa y que ha dado un salto importante (pese a muchos detractores también) para ser un destino turístico de primer orden elegido por mucha gente de todo el planeta.

Esto es todo, besos y abrazos.


Ger.

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Vivir con riesgos

E stá claro que uno puede tener una vida "cómoda", adjetivo que por cierto daría para un buen debate si pensamos en lo que esa pal...